Primero relaciones diplomáticas, después la transición

19/01/2015
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Como dijo el propio Obama, era necesario cambiar el método para destruir la Revolución Cubana, pues durante más de cincuenta años se había utilizado uno que resultó inefectivo.  No todos en Washington están de acuerdo con esto, pero evidentemente, cada día más fuerzas se suman al Premio Nobel de la Paz y solamente los archi-reaccionarios que todavía no han visto claro el horizonte prefieren los Marines del Pentágono que al grupo musical los Marron Five.

 Aunque es cierto que los representantes de la administración de turno han dejado claro que continuarán su política agresiva en algunos asuntos, como los Derechos Humanos, la libertad de expresión, lo que ellos denominan represión policial, la libertad sindical, la libertad para manifestarse y la libertad de reunión, han planteado esto unido a otros asuntos que pudieren ser de interés de ambos países y donde sería posible llegar al acuerdo mutuo.
 
¿Cómo va a funcionar esto?
 
En lo que se llegue al acuerdo mutuo, comenzará la actividad que irá creciendo en la medida que pase el tiempo, pero a la vez también crecerán las actividades en las que no se ha tomado acuerdo.  Si el gobierno de Cuba comienza a poner freno a dichas actividades, el gobierno estadounidense pondrá freno a las que se acordaron, o a las regulaciones que se han modificado como “iniciativa” de Obama.
 
Tomemos por ejemplo una de esas iniciativas, las remesas. Después de la última regulación emitida, estas pueden llegar hasta 2,000 dólares trimestrales.   No todas las personas reciben remesas. Esto evidentemente amplía la diferencia entre los que reciben remesa y los que no la reciben, divide la población entre los que tienen y los que no tienen, entre los que pueden comprar sin grandes limitaciones y los que para comprar tienen que hacer grandes sacrificios.    (Objetivo dividir la población)
 
Dentro de varios meses, el gobierno de Obama planteará que toda una serie de fuerzas contrarias a Cuba lo presionan, pues sus seguidores en Cuba no tienen todas las libertades “democráticas” que desean para manifestarse, reunirse y que continúa la represión policial contra ellos.  El Embajador planteará que su gobierno se encuentra en una situación difícil.    El gobierno cubano deberá dar más libertades a esos grupos, o tendrán que cambiar algunas de las iniciativas que se tomaron, por ejemplo las remesas. Si no hay libertades volverán a poner las remesas en 500 dólares trimestrales.
 
 ¿Quién será el culpable de eso?

 El gobierno de Cuba, que no ha cambiado su política y continúa limitando las libertades “democráticas” de su pueblo.   Todo el que recibía 2000 dólares trimestrales y ahora recibirá menos, considerará que la culpa de su desgracia la tiene el gobierno revolucionario.

Esto se hará con cada uno de los aspectos en que se tome acuerdo, o con las iniciativas que Obama anunció recientemente, no solamente sobre las remesas, sino también sobre los viajes a Cuba de estadounidenses, las facilidades que se den para el comercio, el pago con tarjetas de crédito, la compra de ron y tabaco para llevar a Estados Unidos y en fin todo lo que tenga que ver con nuestras relaciones.
 
Si no actuamos como ellos desean, cada día tratarán de ponernos en una situación más difícil y tendrán el argumento de que ellos habían tenido toda una serie de iniciativas que no se vieron correspondidas por el Gobierno Revolucionario. No es posible que Estados Unidos muestre su “buena fe” en tratar de solucionar el problema con Cuba y que el gobierno de esta no cambie, para dar a su pueblo más libertad, más democracia, más respeto a los derechos humanos.  Si Cuba no cambia, no hay porque cambiar lo establecido para ahogarla.
 
El objetivo fundamental que se esconde detrás del restablecimiento de relaciones diplomáticas es precisamente acelerar los cambios en Cuba, con el fin de poder fomentar una oposición fuerte, tanto política como económicamente, que en un momento determinado no quede más remedio que dar la posibilidad de la existencia de otros partidos políticos, los cuales tratarán de ocupar posiciones dentro del gobierno.
 
Este es el inicio de lo que los estadounidenses denominan TRANSICIÓN, el movimiento que debe terminar con lo que ellos denominan SUCESION.
 
La TRANSICIÓN implica que en Cuba exista más de un partido político, que ese o esos partidos participen en las elecciones para introducirse en el gobierno, que inclusive cubanos que no residen en el país puedan ocupar cargos en el gobierno, que se modifiquen toda una serie de principios que la revolución ha mantenido en cuanto a la propiedad, la medicina, la educación, el papel de las  organizaciones de masa y la defensa de la patria, inclusive una de las aspiraciones es modificar la constitución para que el Partido no juegue el papel que en la misma tiene establecido, lo cual para ellos es la base de la SUCESION.
 
Esa es la verdadera aspiración, de la cual todavía no han hablado, pero para lo cual consideran podrán crear las condiciones durante esta etapa que comienza con el restablecimiento de relaciones diplomáticas.
 
19 de enero 2015
 
- Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba)
sarahnes@cubarte.cult.cu
 
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