Poder, política y periodismo (I)

01/12/2014
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El pasado verano la megaempresa de comunicaciones puertorriqueña GFR Media hizo un donativo de $5 millones al departamento de comunicaciones de la Universidad del Sagrado Corazón, la cual ahora tiene un nuevo nombre.
 
“La Universidad del Sagrado Corazón (USC) reinauguró las instalaciones de su Departamento de Comunicaciones, que ha sido designado Escuela de Comunicación Ferré Rangel”, informó GFR Media en un comunicado el pasado 17 de junio. “Esta distinción se llevó a cabo como agradecimiento a la amplia colaboración que como familia y como empresa hemos tenido por más de 20 años con USC. Entre las iniciativas en que nos ayudamos mutuamente figuran el Centro para la Libertad de Prensa, Agenda Ciudadana, los Conversatorios de la Mesa Editorial de El Nuevo Día y los Centros Sor Isolina Ferré.  La Universidad del Sagrado Corazón además, concede becas completas y otros beneficios a los estudiantes ganadores de los Premios El Nuevo Día Educador.”
 
Añade el comunicado que “hemos (trabajado) de la mano con USC con el objetivo de fortalecer el personal docente y facilitar la revisión de los currículos del Departamento de Comunicaciones. También nos enfocamos en dotar al Centro de Comunicación de salones, laboratorios, equipos, tecnología y recursos multimedios.” (1)
 
GFR Media, corporación que combina periodismo, publicidad y mercadeo, posee cinco medios impresos, incluyendo los periódicos El Nuevo Día, Primera Hora e Indice, y diez sitios web, incluyendo Clasificados PR y Sal PR. Es parte de una empresa mayor, el Grupo Ferré Rangel, el cual representa los intereses industriales de la poderosa familia del mismo nombre. Se autodescribe como “una empresa familiar multi-negocios, basada en Puerto Rico, con una cartera altamente diversificada en varias industrias... posee e invierte selectivamente en un portafolio de crecimiento de valor, compuesto por compañías líderes en el desarrollo de negocios e inversiones, bienes raíces, medios de comunicación, impresión, distribución, marketing y la industria de la salud. Propiedades icónicas del grupo incluyen a GFR Media, su brazo mediático… y otras importantes marcas; a igual que City View Plaza, desarrollo inmobiliario Clase A en el corazón de grupo de compañías de telecomunicaciones y distribución.”
 
“Este centro fue fundado para educar a la ciudadanía acerca de la libertad de expresión, que es nuestro derecho humano más preciado”, dijo Helga Serrano, directora del Centro para la Libertad de Prensa (CLP), en entrevista con la agencia noticiosa IPS. El Centro fue creado en 1999 por El Nuevo Día y la USC, y está ubicado en el campus de la universidad. Sus labores las supervisa Luis Alberto Ferré Rangel, director de El Nuevo Día, y el presidente de la USC, Gilberto Marxuach. (2)
 
“La Misión del CLP está enfocada en fortalecer la base democrática de nuestra sociedad por medio de programas educativos respecto al derecho a la libertad de prensa”, dice en su página web. “Además de servir como centro de investigación, promueve y facilita foros para la discusión de asuntos relacionados con la libertad de prensa. Sirve, asimismo, como observador de asuntos relacionados con la libertad de prensa tanto en los tribunales locales como en el federal (Estados Unidos), al igual que en la Legislatura de Puerto Rico.”
 
El CLP trabaja con estudiantes de secundaria, realizando con ellos cumbres de periodismo, formando clubes de periodismo y dándoles talleres participativos para enseñarles cómo hacer periódicos y programas radiales.
 
“Promovemos la lectura crítica de los medios, que la gente lea los periódicos críticamente”, dijo Serrano. “En eso hemos tenido total apoyo de los Ferré. Es de gran beneficio tener un público lector cuestionador, lo cual obliga los medios a dar lo mejor, a estar pendientes y en guardia, a mantenerse fuera de su zona de comodidad y evitar su atrincheramiento.”
 
Serrano no cree que aceptar $5 millones de GFR Media y ponerle a la escuela de comunicación el nombre de la familia Ferré Rangel compromete la institución de algún modo indebido. “En Estados Unidos es una práctica muy común. Uno ve allá muchos edificios e instituciones con los nombres de filántropos”, dijo ella. “Por ejemplo, la Escuela de Periodismo de Columbia en Nueva York, fue fundada por el señor Pulitzer, un publicador de periódicos y creador del premio de periodismo que lleva su propio nombre.”
 
“Los síndicos (de la universidad) aprobaron el cambio de nombre, porque el donativo es una gran contribución al desarrollo de la escuela.”
 
Sin embargo, no todo el mundo en la USC está contento con la influencia que ejerce el clan de los Ferré Rangel en el campus. Un miembro de la facultad que prefirió no ser identificado expresó preocupación sobre lo nociva que podría ser la influencia de GFR Media sobre la formación de los estudiantes de periodismo. Llamó atención a las siguientes palabras de Luis Alberto Ferré Rangel en la inauguración del nuevo nombre de la Escuela de Comunicación:
 
“Puerto Rico necesita de periodistas diestros profesionalmente, desprendidos de agendas personales, comprometidos al servicio de un periodismo diverso, abierto, profundo-y sobre todo-comprometidos a convertirse en facilitadores de la transformación social que tanto necesitamos como País.” (3)
 
Nuestra fuente interpretó esas palabras, especialmente en lo referente a “desprendidos de agendas personales”, de la siguiente manera: “Esto quiere decir que ahora los mal formados comunicadores de la escuela tendrán que llevar el mensaje y la línea editorial de los Ferré Rangel y de sus publicaciones El Nuevo Día, Primera Hora, Indice, etc. Esto contradice lo que es la Misión de la institución, que pretende formar personas en la libertad intelectual, con pensamiento crítico.”
 
¿Un patrono amable?
 
A pesar de cantarse defensores a ultranza de la libertad de expresión, los dueños de El Nuevo Día tienen un historial de relaciones borrascosas con su fuerza laboral. Según “Un Diario Amable”, un documental sobre El Nuevo Día hecho en 2009, en febrero de 2007 el periódico se deshizo de unos 40 trabajadores (4). ¿Estaba pasando por dificultades económicas? De ninguna manera. Entre 2001 y 2005 sus propietarios accionistas se hicieron de sobre $100 millones en beneficios, según un informe confidencial de la junta de directores de El Día Inc, compañía matriz de El Nuevo Día para ese entonces.
 
Periodistas que temían ser identificados por temor a represalias se quejaron con la Asociación de Periodistas (ASPPRO). “La incertidumbre nos arropa y las escenas de colegas cargando con sus pertenencias en cajas, desfilando llorosos por la redacción fue patética, desgarradora y aún está muy presente”, denunció la ASPPRO en 2008. “El ambiente en la redacción de El Nuevo Día es fatal… Existe el temor extendido a expresarse públicamente... El ambiente laboral es de incertidumbre y temor.”
 
Pero hoy día las cosas han cambiado. No porque los Ferré Rangel hayan cambiado su estilo laboral sino porque ahora GFR Media es uno de los principales donantes de la ASPPRO.
Especial para ALAI, 1 de diciembre 2014
 
- Ruiz Marrero es periodista investigativo puertorriqueño. Dirige la página web bilingüe Haciendo Punto En Otro Blog (http://carmeloruiz.blogspot.com/). Su identidad en Twitter es @carmeloruiz.
 
 
https://www.alainet.org/es/active/79167
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