Han pasado 25 días… y nada

20/10/2014
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De acuerdo con los expertos, que clasifican el delito del secuestro y su correspondiente político, la desaparición forzada, como el más cruel y devastador de cuantos haya, por su ingrediente principal, la incertidumbre.
 
Incertidumbre para la víctima, quien además de sufrir los estragos de su ilegal cautiverio, toda clase de vejaciones que van desde los insultos y las amenazas a los golpes y mutilaciones, no sabe si saldrá con vida o finalmente asesinado.
 
Incertidumbre para los familiares y amigos de la víctima, porque no hay nada más desgastante que el no saber de un ser querido. Se ha dicho con tino, que más vale comprobar el fallecimiento del ser querido, que vivir en la zozobra de su destino.
 
Díganlo sino, una madre como Rosario Ibarra de Piedra, quien a sus 87 años, sigue en la búsqueda de su hijo desaparecido en 1974, Jesús Piedra Ibarra, sólo por haber pertenecido a la emblemática Liga 23 de Septiembre.
 
O los integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, quienes cumplieron con la voluntad postrera de la señora Margarita Santizo de velar sus restos en la calle de Bucareli, frente a la puerta principal de la Secretaría de Gobernación, como un último reclamo por su hijo el policía federal, Esteban Morales Santizo, desaparecido desde 2009 en Michoacán.
 
Mencionamos estos dos casos de madres doloridas, para tratar de comprender la dimensión del sufrimiento que embarga a los padres, demás familiares y amigos de los 43 jóvenes estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, desaparecidos desde hace, justo, 25 días y nada se sabe.
 
Jóvenes estudiantes pertenecientes a familias pobres, cuyas edades oscilan entre los 17 y 20 años, cuyo paradero o destino se desconoce a mas de tres semanas de la noche sangrienta de Iguala, en la que además fueron asesinadas 6 personas, tres de ellos también estudiantes, y 17 más resultaron heridas, varios de gravedad, a manos de policías municipales y esbirros del crimen organizado.
 
Conforme pasan los días, las semanas, no queremos pensar en los meses, la irritación social crece a tal grado, que el asunto se ha convertido en un grave problema nacional y ha trascendido nuestras fronteras.
 
Las instituciones internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas, ONU; la Organización de Estados Americanos, OEA, y las más reconocidas organizaciones mundiales de derechos humanos, tienen en la mira a México, como un país descalificado en cuanto a su seguridad pública y el respeto a los derechos humanos.
 
Hay voces de irritados y desesperados familiares de los jóvenes estudiantes desaparecidos y de grupos sociales, que aseguran que las autoridades saben el desenlace de este drama y sólo buscan el momento adecuado para informarlo.
 
No compartimos tal supuesto, el Gobierno federal, sobre todo, sabe que conforme pasa el tiempo la irritación social crece y puede desbordarse. Nuestro deseo ferviente es que encuentren con vida a los jóvenes normalistas, y que en el peor de los casos, si la barbarie se comprueba, se nos informe con toda oportunidad. Este es otro asunto, como todos, de cumplir con el derecho a la información oportuna y veraz.
 
Teodoro Rentería Arróyave
Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP;
Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y miembro del Consejo Consultivo del Club Primera Plana. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
 
 
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