El título de arriba es el mismo de un artículo de Fernando Henrique Cardoso (FHC) publicado en Cuadernos de Opinión 13 (agosto-septiembre de 1979). Allí el autor escribió: "Y las dificultades son muchas: cuando subjetivamente se tiene la impresión de que se está a un paso de la normalidad democrática, de repente se percibe que el gobierno tiene aún el cuchillo y el queso en la mano. El no dispone, es cierto, del AI-5(1). Pero heredó todo el instrumental de excepción que fue construido por la dictadura." "Y así, cocinando en baño-maría las ansias nacionales, el gobierno trata de desmoralizar a la oposición, sembrando la incredulidad en las masas y asustando a todos con el fantasma de la inflación y la necesidad del recorte presupuestario y crediticio. Piensa que podrá poner y disponer del país, tallando a la 'democracia sobre medida' para al mismo tiempo aflojar las tensiones y no ceder un milímetro de poder. Cabe a la oposición, en estas circunstancias, romper el nudo gordiano" (p. 87) Tal vez el autor prefiera que olvidemos lo que él escribió. Pero el caldo de cultivo -que resultó en la represión a los indígenas y negros en Porto Seguro; en las huelgas de los camioneros; en las manifestaciones de los sin- tierra por todo el país y en el asesinato del agricultor Antônio Tavares Pereira, en Curitiba- se está calentado por la indiferencia del gobierno frente a la gravedad de las cuestiones sociales. La democracia está amenazada en América Latina por la inercia de los gobiernos frente a las desigualdades sociales, declaró el presidente Clinton en la reunión anual del Consejo de las Américas. En el caso del Brasil, agravada por el aumento de la escalada represiva. Primero, el presidente llamó "grupúsculo" a un partido legal, el PSTU (Partido Socialista de los Trabajadores Unificado), y acusó al Movimiento de los Sin Tierra (MST) de sobrepasar "el límite de la legalidad", como quien quiere empujarlo a la clandestinidad. Después, censuró a la prensa al impedir la difusión de la entrevista João Pedro Stédile de la coordinación del MST, abriendo un precedente amenazador. Y, también por encima, tiró de la gaveta la Ley de Seguridad Nacional, aplicándola a personas pobres que luchan por causas justas, y creó el DOPS(2) Rural, un destacamento de la Policía Federal encargado de reprimir agricultores sin-tierra. El gobernador (del estado de Paraná) Jaime Lerner comprobó, más de una vez, que ser amigo de artistas y posar de mecenas cultural no convierte a nadie en menos autoritario. Paraná no conoció, en el tiempo de la dictadura, represión tan violenta como la que ahora se abate sobre los movimientos sociales. El Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), órgano federal, acaba de divulgar índices aterradores, que valen como balance de estos cinco años y cuatro meses del gobierno de FHC: 1% de la población tiene en sus manos una riqueza superior al del 50% de los brasileños. O sea, cerca de 1.6 millones de personas poseen una fortuna superior a la suma de los bienes de 83 millones de brasileños. El 19.6% de las familias tienen una renta mensual de, al máximo, 1/2 salario mínimo. Campañas Para "romper el nudo gordiano" como sugirió el sociólogo FHC, la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB, por su siglas en portugués), con apoyo de los movimientos sociales, lanza dos importantes campañas: un plebiscito nacional sobre las deudas externa e interna, y la colecta de firmas a favor de una legislación que limite la propiedad rural. Con urnas esparcidas por todo el país, entre el 2 y el 7 de septiembre, la población podrá votar si el Brasil debe o no suspender el pago de las deudas. En los últimos 5 años, fueron pagados US$ 126 mil millones de dólares, en intereses y amortizaciones. Hoy, el país debe US$ 235 mil millones. El gobierno, en los últimos años, asumió deudas de empresas y también contrató préstamos aceptando pagar intereses variables, quedando a merced y voluntad de los banqueros acreedores. La última renegociación fue hecha sin auditoría pública, como exige la Constitución. Y cada dólar pagado es dinero sustraído de la salud, de la agricultura, de la educación, del combate al desempleo. La segunda campaña busca recoger un millón de firmas y proponer una enmienda constitucional que limite el tamaño de los latifundios en el Brasil. Existen 3.114.898 propiedades rurales catastradas, ocupando 331.364.012 hectáreas. De este total, los minifundios (62,2% de las propiedades) ocupan 7,9% del área total. Los latifundios (2,8% de las propiedades), 56,7% del área total. Es como si la única "reforma agraria" ocurrida en el país -al ser dividido en capitanías hereditarias- perdurase. El fracaso de los festejos de los 500 años demostró que el gobierno ignora las oposiciones, sobre todo de los movimientos sociales. Excepto cuando se siente arrinconado, el ejecutivo no dialoga con los partidos de oposición, no convoca a los líderes populares, no efectúa reformas que llevarían a aminorar la crisis social. Para mantener la "democracia sobre medida", como escribió el sociólogo FHC, la nación es gobernada por medidas provisionales, lo que convierte en régimen de excepción lo que debería ser regla constitucional y legislativa. Fariseos Es fácil lanzar piedras sobre el MST y acusarlo de violento, a ejemplo de lo que pretendían hacer los fariseos frente a la mujer adúltera. Pero Jesús les desafió: "El que no tenga pecado, lance la primera piedra" (Juan 8,7). Los movimientos sociales apenas reaccionan a la insensibilidad de un gobierno que no mueve una coma para proponer una política agrícola y reducir el ahorro salarial, el desempleo, la inseguridad pública. ¿Puede extender el dedo acusatorio a los sin-tierra un gobierno que entrega el patrimonio público a las empresas extranjeras al precio de una banana, arruina la agricultura, provoca la quiebra de pequeñas y medianas empresas privadas? ¿Programa emergente para los ricos y policía para los pobres? Al ejemplo de Gandhi y Luter King, los sin-tierra ocupan tierras improductivas que, por orden constitucional, deberían ser destinadas a la reforma agraria. El MST mantiene 1500 asentamientos autosustentados, donde cerca de 100 mil niños y adolescentes son escolarizados. Si, a veces, hay excesos contra el patrimonio, ellos no corresponden a la orientación del movimiento, mas señalan el sufrimiento de quien está cansado de promesas vanas. Corumbiara y Eldorado dos Carajás(3) continúan impunes. Pedir paciencia a los pobres es menospreciar la justicia divina. NDLR: 1) AI-5 es la sigla del Acta Institucional No. 5 que fue aprobada por la legislatura el 13 de diciembre de 1968, para otorgar al General-Presidente de la dictadura militar la totalidad de poderes. 2) DOPS es la sigla del Departamento del Orden Público y Social que agrupaba a la temible policía política implantada por la dictadura militar. 3) Corumbiara y Eldorado dos Carajas fueron escenario de masacres contra los sin tierra.