Colombia

Los riesgos de la negociación en medio del conflicto

Pedro Santana Rodríguez

03/08/2014

Opinión

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La lucha armada para llegar al poder en Colombia es uno de los anacronismos mayores que existen. Las FARC cumplen cincuenta años sin llegar al poder. En un acto de sensatez y realismo político se negocia un acuerdo en La Habana para tratar de salir del conflicto armado. No es la paz. Es la cesación del conflicto armado. No es la justicia social, ni la reivindicación de todos los herederos de Jorge Eliecer Gaitán. Es simplemente un acuerdo para que los desarraigados de la tierra colombiana, tramiten sus diferencias por las vías pacíficas. No es la revolución por decreto, es simplemente para que la familia colombiana encuentre vías para tramitar los conflictos de manera civilizada.

Por ello es totalmente condenable que las FARC-EP dejen sin energía eléctrica a 600 mil pobladores de Buenaventura. Y no existen argumentos para afectar a todas estas personas, con violación al Derecho Internacional Humanitario, sin agua, sin energía eléctrica; a nombre de la revolución social, afectados por esta confrontación armada.

Tampoco es para que el Presidente de la República quien aceptó e impuso una negociación en medio del conflicto armado histéricamente amenace con romper las negociaciones.

Ni actos terroristas de las FARC, ni eventos como los que han sucedido en Buenaventura, Putumayo, Arauca, lleguen a amenazar con la ruptura de las negociaciones de paz.

Cabe una sensatez, cuando se ha negociado más del 70% de la agenda para terminar el conflicto armado. No es la paz, es cesación del conflicto armado. Y en esa cesación del conflicto armado no caben argumentos: como tu enemigo es mi amigo y mi amigo es tu enemigo. La sociedad Colombiana demanda paz, cesación del conflicto, cesación del fuego entre las partes.

Para llegar a una cesación del fuego tenemos que sincerarnos, la familia colombiana exige que todos y todas cesemos el fuego, verbal, militar; que nos dispongamos con base en la verdad de lo que ha sucedido en el país, de la justicia, y de la no repetición de lo hechos victimizantes, llegar a un acuerdo que por ejemplo cese el fuego las FARC-EP durante tres meses con verificación internacional; donde la FARC-EP exprese manifiestamente y públicamente que no harán ninguna ofensiva militar contra las Fuerzas Armadas del Estado. Y a su vez, Señor Presidente Santos una orden perentoria que las Fuerzas Armadas del Estado no atacaran en sus posiciones a las FARC-EP.

Señor Presidente, Señores de las FARC-EP, ustedes han avanzado valientemente frente al país sobre un acuerdo en el tema agrario, en el tema de las reformas políticas, en los cultivos ilícitos y han suscrito una acuerdo en que las víctimas del conflicto son el centro del acuerdo. Estamos de acuerdo. Ahora es el momento de la grandeza, Señores de las FARC-EP cesen sus operativos militares para que nuestra familia colombiana se reconcilie con ustedes. Señor Presidente Santos, los ciudadanos colombianos le demandamos que usted en nombre de toda la sociedad le ordene a las Fuerzas Armadas del Estado Colombiano que cese operaciones ofensivas contra las unidades militares de las FARC-EP. Así abrimos un espacio para que los acuerdos difícilmente logrados en La Habana tengan la refrendación de nosotros, los ciudadanos y las ciudadanas colombianos.

Señor Presidente de la República, Juan Manuel Santos, demandamos de usted firmeza, claridad frente a los millones de ciudadanos y ciudadanas que poblamos este país y que reclamamos que su señoría cumpla con el mandato constitucional que la paz es un deber y un derecho de obligatorio cumplimiento.

Señores de las FARC-EP demandamos de ustedes respeto por la población civil, estamos de acuerdo con un cese bilateral del fuego para que de una vez ustedes demuestren a la familia colombiana su voluntad de paz.

Demandamos de ustedes en este momento difícil de las negociaciones que no se levanten de la Mesa de Negociación.

- Pedro Santana Rodríguez es Presidente, Corporación Viva la Ciudanía

Edición N° 00410 – Semana del 1º al 7 de Agosto – 2014

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