Pinocho tiene la nariz larga
10/06/2014
- Opinión
Mientras voces de todo el mundo reclaman a Barack Obama un humanitario acuerdo fácil y rápido para los tres antiterroristas cubanos todavía encarcelados con sentencias durísimas, la Casa Blanca sigue sin acceder al canje con el espía confinado en Cuba, Alan Gross. En diciembre de 2009 este sujeto fue arrestado figurando como contratista para la Agencia de los Estados Unidos del Desarrollo Internacional (USAID) nada menos, como segmento de un boceto organizado por la Ley Helms-Burton. Es curioso que el Gobierno de EEUU, en tanto conserva en la cárcel a quienes evitaron varios atentados en su terruño, no traza nada frente a las organizaciones paramilitares de la Florida. Hace unos días fue detenido en Cuba una caterva violenta procedente de Miami, que estaba asaltando instalaciones militares. El gobierno de USA llegó a un compromiso serio con los Talibán para intercambiar prisioneros de la cárcel de Guantánamo, por un soldado norteamericano detenido en Afganistán y sin embargo se niega al intercambio propuesto por Cuba. El Gobierno de USA opta por escuchar a los talibanes mientras en la Casa Blanca no se dan por aludidos y tampoco escuchan a la familia de Alan Gross, preso en la Isla, que reclama lo mismo.
La verdadera labor de los CINCO HEROES fue infiltrar a grupos terroristas del “anticastrismo” de Miami, con el fin de evitar atentados en Cuba. Sus acciones eran para la defensa de su Patria y no para vulnerar la sinrazón de un enemigo que la bloquea hace más de medio siglo. Diez premios Nobel, legislativos y gobernantes de otros países, organizaciones de Derechos Humanos, el Consejo de Iglesias de EEUU y cuantiosas personalidades, requieren al gobierno de USA una permuta de prisioneros con Cuba. El bloqueo norteamericano se prolonga desde 1959 y sus políticos afirman que “no quieren una revisión porque no les resulta favorable para conseguir la soberanía de Cuba”. Fórmula que intentan desde el primer minuto de la Revolución.
La alegoría de la “fruta madura” fabricada en 1823 por el Secretario de Estado John Quincy Adams, tutor de la Doctrina Monroe, ya expresaba los propósitos de USA para asignarse la isla cuando llegara el momento. Este conato anexionista fue malogrado por la Revolución Cubana y la sirena de las Antillas sigue flotando en el agua totalmente libre y lejos de las garras yanquis. En la actualidad, es un actor internacional preponderante en instituciones como el Movimiento de Países No Alineados y no es para menos. Actualmente, ciento dieciocho países integran el MPNOAL: 53 por África, 39 por Asia, 24 por Latinoamérica y el Caribe, y 2 por Europa. Ello representa unos 3 mil millones de personas, casi la mitad de la población mundial que está en busca de vías de desarrollo estable y sostenible. Últimamente, Raúl Castro ha sido Presidente a tempore de UNASUR durante un año. Frente a las sanciones económicas unilaterales que impulsó el gobierno de John F. Kennedy, convertidas en leyes del Congreso estadounidense, Cuba logró una victoria diplomática en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas en 1992, y anualmente se vota una resolución que las expone ilegales y demandan su eliminación.
Estados Unidos no escuchó estas peticiones internacionales y llevó a Barack Obama a reconocer que la política exterior de su país hacia Cuba no había logrado los objetivos que eran necesarios. Junto a asistentes en Miami sostuvo que “no tienen sentido” medidas como las adoptadas desde 1961 por no ser prácticas ante el mundo globalizado que maneja Internet, Google y virajes económico mundiales. A esta ocurrencia y visión, se añade el lobby que ejecutan estructuras y personalidades norteamericanas, principalmente cubano-descendientes, que favorecen un cambio en la política exterior norteamericana. Hay una carta rubricada por destacados políticos, agentes y académicos como notas abiertas a Obama por un cambio de su estrategia hacia el pueblo cubano y en el grupo firman John Negroponte (ex director de Inteligencia Nacional durante el gobierno de George W. Bush) y tres ex subsecretarios de Estado para el Hemisferio Occidental. Hace poco, también Hillary Clinton adhirió al pedido. Lamentablemente, los intereses de estos firmantes son los del imperio, y se proponen reorientar la política desde “una maniobra de aparato como ayuda al pueblo cubano” con un prólogo para que pueda “determinar su propio destino, y construir reformas de política estadounidense que ya han iniciado”. El centro de la estrategia persigue colocar a la isla bajo la órbita de un modelo económico monitoreado por Norteamérica USA.
Si bien en 2009 Barack Obama levantó algunas restricciones como permitir viajes y envíos de remesas para buscar “cambios democráticos”, la administración actual perfeccionó su interés por mantener y cumplir Leyes del Embargo, denominación de Estados Unidos desde la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OEAC) y del Departamento del Tesoro quienes aumentan las acciones persiguiendo empresas y agencias que ejecuten operaciones con Cuba, mostrando que las sanciones y asechanzas se contraponen al intento de flexibilización de la política hacia Cuba. Sin embargo, una dinámica económica provoca cambios. Desde diciembre, importantes entidades estadounidenses, incluida la Cámara de Comercio, enviaron una carta al presidente Barack Obama, solicitando el levantamiento del bloqueo porque el mismo genera un costo de más a su economía.
La visita de Tomhas Donohue ha tenido como objetivo informarse sobre las reformas económicas impulsadas por Raúl Castro. Desde 2010, Cuba ha legalizado actividades de micro-emprendimientos en diversas áreas, alcanzando la formación de miles de cuentas independientes. El senador demócrata Bob Menéndez reaccionó en contra de la misiva, en una carta dirigida a la Cámara donde expresó que “Cuba no es una oportunidad atractiva de inversión porque el gobierno encarcela injustificadamente a líderes empresariales e infringe las normas internacionales del trabajo”. A su vez, opinó que el embargo estadounidense a la isla, impuesto hace cinco décadas, no se levantaría pronto porque Cuba “debe liberar todos los presos políticos y respetar los derechos de sus ciudadanos”. ¡MENTIRA! Este Senador, como Pinocho, tiene la nariz muy larga.
En una entrevista otorgada a la gusana Yoani Sánchez, el vicepresidente Biden aseguró que la política de su país hacia Cuba “se guía por el compromiso de apoyar el deseo del pueblo cubano de determinar libremente su propio futuro” y el de “promover los valores universales”. Advierto a esos mentirosos que la Asamblea se elige por los ciudadanos desde su cuadra y que los valores universales se ven en ese país en la educación, salud, mortalidad infantil, deporte, cuidado de embarazos, cultura, mil veces etc.
Y que si estas lacras aplauden los cambios en las leyes de inversión en Cuba y las menores restricciones para viajar, esperan que lleguen acompañados “por una ampliación de derechos y libertades del pueblo cubano para desarrollar todo su potencial”. Biden fue contundente en rechazar cualquier intervención de Estados Unidos a la isla. Son los que desean, en nombre de una “democracia” imperial, una guerra sanguinaria para que desaparezca del mapa la Isla más humana del Planeta.
Si bien es verdad que la legislación norteamericana enlaza las manos del Presidente por la nefasta Ley Helms Burton, ya que pone a facultad del Congreso levantar el bloqueo, si Barack Obama tuviese la voluntad de flexibilizar las relaciones entre ambos países, habría prerrogativas suficientes como terminar con el embargo, expandir los viajes de residentes, permitir el uso de medios financieros de pago, (tarjetas o cheques emitidos por bancos del país u otros) y permitir operaciones bancarias con entidades cubanas; autorizar vuelos charter, establecer líneas de servicio ferry entre ambos países; ampliar los productos de exportación; flexibilizar o eliminar la prohibición al uso del dólar en transacciones internacionales con Cuba. Levantar las prohibiciones establecidas por la Ley Torricelli, que impide la entrada a puertos de Estados Unidos, embarcaciones que dentro de los 180 días anteriores hayan transportado mercancías a Cuba. Por eso, Obama deshoja la margarita por Cuba. Estas prohibiciones califican muy bien al BLOQUEO. La política iniciada por Eisenhower y continuada hasta la gestión Obama, especialmente utilizada, en aislar económica y diplomáticamente a Cuba, ha tenido el resultado adverso. La Habana logró ampliar vínculos diplomáticos globales en la alianza con la ex URSS y con la posición articulada en la unidad Latinoamericana y el Caribe. Además, hay tres almas heroicas, Antonio, Gerardo y Ramón y otras dos que ya están en la Isla luego de cumplir sus penas, que fueron condenados por delitos relacionados con el espionaje sin haber encontrado una sola prueba contra EEUU.
A pesar de sus picardías, le pido disculpas a Pinocho por haberlo inmiscuido en el artículo.
Buenos Aires 7 de junio de 2014 (Día del Periodista)
ESPECIAL PARA MONCADA
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