Maras se han convertido en amenaza nacional

29/04/2014
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Analistas sugieren creación de políticas públicas que contrarresten causas de la violencia
 
En los últimos días el alto índice de homicidios y  ataques armados a agentes policiales por parte de pandillas ha generado una mayor sensación de zozobra en la población salvadoreña. El miedo de los habitantes por el accionar de las maras se hizo notar el pasado lunes ante el rumor de toque de queda en el centro de San Salvador. Con esas acciones se puede ver que “las maras son una amenaza nacional”, así lo dijo este martes en una entrevista televisiva, el ex ministro de Seguridad, Otto Romero.
 
“Las maras son una amenaza nacional, una amenaza que tiene voluntad y que desde 1991 ha pasado de ser una presión normal a una presión dominante que influye en las decisiones del Estado”, sentenció Romero.
 
Al mismo tiempo el ex ministro sugirió la creación de un Consejo de Seguridad en el que se cree  una mesa dedicada a “las maras” para establecer objetivos que den paso a estrategias dentro de un plan antimaras, no sin antes identificar qué tipo de amenaza nacional representan para el país.
 
Por su parte el sacerdote católico, Antonio Rodríguez,  señaló que la única forma de dialogar con las pandillas y otros sectores “es con políticas públicas (…) construidas entre todos los salvadoreños”, fue enfático al decir que  no se debe volver a la tregua ni a planes manos duras, pues es necesario entender las causas de la violencia para poderla prevenir.
 
Rodríguez forma parte de la recién lanzada Comisión Nacional de Pacificación y punteó que la propuesta no es una tregua, sino un proceso de diálogo plural y se caracteriza por la transparencia y la participación de los sectores de la población civil.
 
Para el analista en seguridad, Roberto Cañas, en las políticas públicas debe haber claridad en la atención a la reinserción de presos dentro de las cárceles, tratar el problema de hacinamiento en los reclusorios y dar una atención integral a las víctimas de la violencia.
 
Además Cañas propuso el cambio de conceptos para iniciar a entender y a echar andar proyecto que prevengan la violencia; por ejemplo, aseguró, no se debe hablar de diálogo sino de acuerdos nacionales; tampoco mencionar pacificación, sino paz social; y menos hablar de tregua, sino de soluciones definitivas.
 
El analista dijo que el país no necesita seguir con la apología de la violencia, ni el conteo de los muertos, no precisamente para negar la realidad sino porque se está creando una percepción de mayor inseguridad en la población, cuando existen lugares en que la violencia no existe o es mínima.
 
Cañas expresó que la represión del delito no es la solución, sino que es necesario prevenir la violencia atacando las causas que la provocan como por ejemplo la desigualdad social que afecta a la población salvadoreña.
 
Martes, 29 Abril 2014
 
 
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