Bush ganó: ¿Porqué?
03/11/2004
- Opinión
Bush obtuvo más del 51% de los votos, 4 millones de votos más
que su rival y ha conseguido una votación mucho mayor (tanto en
número de sufragios como de porcentaje electoral) que lo que
obtuvo en el 2000 o a lo que sacó su predecesor Clinton en 1992
y 1996.
Lo que a muchos comentaristas llama la atención es porque Bush
ha sido capaz de tener tan alto apoyo. Los demócratas clamaban
que mientras más gente fuera a sufragar más chances tendrían de
vencer. Mas, ahora ocurre que en una de las elecciones más
concurridas de la historia es cuando el 'ogro' Bush consigue más
caudal electoral.
La mayoría del mundo no ha querido a Bush. Así lo han
evidenciado numerosas encuestas hechas en muchos países. Solo
Israel se definía contundentemente por él mientras que en Rusia,
Polonia y otros pocos lugares Bush conseguía una leve ventaja en
las muestras de opinión pública.
Pocas veces antes un presidente norteamericano ha concitado
tantas movilizaciones contra él tanto interna como
internacionalmente. La primera vez que en el mundo salieron a la
calle 10 millones simultáneamente en varias ciudades fue para
protestar contra Bush el 15 de febrero del 2003.
También se ha demostrado que las causas para la guerra contra
Iraq fueron falsas. Todos los informes oficiales en Londres y
Washington concluyen que Saddam desmanteló sus armas de
destrucción masivas una década antes de la invasión del 2003 y
que no había lazos entre él y Al Qaeda. En los días previos a la
elección ha recrudecido la violencia y los secuestros contra
extranjeros, la cifra de soldados norteamericanos caídos supera
los 1,100 y una prestigiosa fuente científica concluya que los
civiles iraquíes muertos desde el inicio a la invasión están
entre los 100 y 200 mil personas.
Es más, Osama sigue vivo. A 37 meses de haber organizado el
macro-atentado del 11 de septiembre, él sale a la TV a
reivindicar dicho atentado y a mostrarle a Bush y al mundo que
él sigue complotando impune contra él.
La economía norteamericana anda mal. Bush es el primer
presidente en más de 7 décadas con el cual se ha producida una
disminución neta de empleos y los sistemas de salud y educación
públicos están deteriorados.
Encima, Bush perdió los tres debates presidenciales.
Dentro de las minorías (afro-americanos, latinos y asiáticos)
así como entre los homosexuales Bush no es popular. Su rival
Kerry, según CNN, ha tenido más impacto que él en el voto
femenino.
¿Cómo es posible que en esas circunstancias él pueda ser re-
electo?
La clave de la reelección presidencial radica en el incentivo
del miedo y la paranoia. Lo que ha trabajado a favor de Bush es
lo mismo que le ayudó a él a crecer tras el 11-S-2001. Entonces
él era un presidente impopular que llegó a la Casa Blanca
habiendo perdido y frente a protestas en las calles. Lo que le
levantó fue el aparecer como el mandatario capaz de vengar a
EEUU del ataque fundamentalista islámico y restituir el rol de
su nación.
Bush ha capturado ese sentimiento que dice: Somos una nación
atacada y para defendernos debemos ir a la ofensiva y
enfrentarnos solo al mundo si es necesario.
El ha cabalgado sobre una inmensa ola de patriotismo. Arnold
Schwarzeneger, el gobernador de California, sostiene que
republicanos son aquellos que creen que la democracia del mundo
no depende de la ONU sino de EEUU.
La hostilidad del mundo hacia Bush ha sido manejada por él en
casa buscando una reacción positiva hacia él. El mundo debe
entendernos -parece ser su mensaje- y ser moldeado según
nuestras necesidades.
La idea que nuestra defensa es lo primero y por ello podemos
atacar otros países, es algo que ha levantado previamente al
israelí Sharon y a otros gobernantes nacionalistas.
Bush logró eludir el debate sobre la economía y el deterioro
social interno. Evitaba hablar de porqué el desempleo había
crecido con su administración o sobre los lazos de él con las
corporaciones a las que, además, bajaba impuestos. Al centrarse
en el tema Iraq sabía que Kerry, pese a todo lo que podría
atacarle por sus fallas y falsedades, se montaba sobre una
preocupación en el norteamericano medio: el temor.
El video de Osama presentado 5 días antes de los comicios tendió
a favorecer a Bush. Si bien Kerry sacó en hincapié que Bin Laden
sigue vivo y que Bush perdió energías y tiempo al bombardear
Iraq haciendo que él crezca, Bush volvió a recalcar al público
que el archi-enemigo sigue vivo y que se requiere de él para
matarlo.
Paradójicamente tanto Bin Laden como Bush se necesitan. El líder
fundamentalista musulmán quiere un fundamentalista cristiano en
la casa Blanca para así galvanizar al mundo mahometano tras él y
aparecer como el 'Che Guevara' islámico. Bush necesita a su ex
socio para promover sus políticas duras y neoconservadoras.
Bush promete firmeza y consecuencia. Su rival, en cambio, era
presentado como oscilante y dubitativo.
El patriotismo se combinaba con la reivindicación de los valores
morales de la sociedad blanca anglosajona tales como el culto a
los matrimonios heterosexuales y la hostilidad al aborto.
Millones de cristianos evangélicos y católicos sintieron su
mensaje.
La base de Bush ha sido el electorado del interior del país más
apegado a conservar lo existente y con una mirada más
'retrógrada' mientras que Kerry se ha apuntalado en los bolsones
'metropolitanos' del este y el noroeste más liberales y
preocupados por la imagen internacional de su país.
Norte América se polarizó entre los 'retros' y los 'metros'.
Bush supo lograr la victoria de los primeros debido, entre otras
cosas, a las oscilaciones de quien comandaba el segundo campo.
La base del electorado bushista han sido los blancos machos.
Algo interesante es que ha logrado crecer dentro de los
hispanos. Posiblemente haya sobrepasado el tercio del voto
latino, lo cual es un gran mérito. Ello se debe a sus esfuerzos
por hablar en castellano, su experiencia como gobernador de un
territorio exmejicano, por presentar familiares latinos y por
ofrecer concesiones inmigratorias o valores morales a esa
comunidad, mientras que el nortino Kerry no supo afianzarse en
este sector.
La estrategia demócrata creyó que la mejor manera de deponer a
Bush era evitando un candidato polarizante como Howard. Al
escoger a Kerry, un hombre que había estado inicialmente a favor
de la invasión y sin claro filo, pensaban que podían ganar al
medio. Tal como este autor lo predijo inicialmente: el
eclecticismo de Kerry, si bien podría cosechar inicialmente
muchos votos a la larga podría ser el mejor arma de Bush.
Una candidatura que hubiese cuestionado no solo el estilo sino
la concepción de Bush de poder querer entrar unilateralmente a
otros países y su doctrina económica, hubiera polarizado aun
más, pero hubiese permitido una movilización más entusiasta
contra él y una alternativa más nítida y diferenciada.
Kerry no fue ni cherry ni curie. No era ni dulce ni picante.
Había apoyado la invasión a Bagdad pero luego se arrepentía.
Cuestionaba a Bush por militarista pero también por disminuir
las tropas en el exterior. Estaba contra los matrimonios de un
mismo sexo pero por las uniones sexuales homosexuales.
Los demócratas han perdido las elecciones. Esta vez no han
quedado medio millón de votos por encima de Bush sino 4 millones
tras él. Ya no le pueden echar la culpa a el de su derrota.
Nader hoy ha sacado casi nada.
Tal ha sido la polarización en juego que esta termino anulando a
un tercer candidato. Nader tal vez no llegue al 0.5% y quede 5
veces inferior al 2000. Él fue victima de la apotema que reza
ahora se trata de deponer a Bush y cualquier otro voto que no
sea por Kerry favorecerá al mandatario.
Los resultados electorales producirán un giro en la situación
mundial consolidando las políticas de intervensionismo
unilateral.
Dentro de los adversarios externos de Bush habrá dos tipos de
reacciones. Por un lado existirá un sentimiento de frustración
por que no se le ha removido. Por otro lado en algunos de esos
sectores abra un cierto alivio pues conciben que la manutención
del actual presidente es lo mejor que puede pasar para continuar
haciendo que EEUU se desacredite o aísle internacionalmente.
Una administración demócrata, por ejemplo, hubiese sido capaz de
presionar a Francia y Alemania a enviar tropas a Iraq. La
retención de la Casa Blanca en manos de su actual ocupante
evitaría tal posibilidad.
Si Bush sigue encabezando Washington es posible esperar
distanciamientos con la Unión Europea e incluso con países
latinoamericanos.
Es interesante ver como las elecciones que se dieron dos días
antes de las norteamericanas en 4 naciones sudamericanas
fortalecieron a las corrientes mas criticas a Bush. En el día de
las brujas triunfaron los chavistas venezolanos, la izquierda
ganó por primera vez la presidencia uruguaya, en Brasil el
Partido de los Trabajadores avanzó nacionalmente (aunque perdió
sus bastiones Sao Paulo y Porto Alegre) y en Chile ganó Lagos
mientras creció la izquierda extraparlamentaria.
Existe aún una posibilidad que Bush no llegue a la presidencia
debido al sistema norteamericano que ahora podría trabajar en su
contra (como en el 2000 lo hizo en su favor). Mas, algo que debe
quedar claro es que él ha ganado una amplia votación.
Si retiene la Casa Blanca lo hará con mas autoridad y firmeza.
Él sabe que las razones de su triunfo consisten en apostar al
patriotismo y que el intervencionismo le ha dado buenos
resultados.
* Isaac Bigio es analista internacional. Proviene de la London
School of Economics donde ha enseñado ciencias políticas. www.bigio.org
https://www.alainet.org/es/active/7053?language=en
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