Los 100 días de gobierno de Cartes:

Cambios semánticos en los procesos sociales

15/01/2014
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Cuando el Partido Colorado y su candidato Horacio Cartes ganaron la Presidencia de la República, algunos pensaron que el contenido del “Nuevo Rumbo” sería fácilmente comprensible. Se pensaba que entre el partido y la candidatura existía un entendimiento total y que el Nuevo Rumbo era una expresión sintética de un acuerdo tácito. Pero el Nuevo Rumbo fue una propuesta semántica lanzada a un medio social cada vez más diversificado y complejo, producto de condicionamientos históricos que requieren de respuestas sensatas, anunciadas y programáticas. Como ninguna de las condiciones se cumplió, se quedó como una frase propagandística.
 
La frase tuvo su impacto porque cada sector social entendió que el Nuevo Rumbo coincidía con sus intereses sectoriales. Esa realidad le otorgó una capacidad inusitada para desplazar las acusaciones contra las prácticas comerciales del candidato, que terminaron como simples expresiones del deseo de desplazar a quien competía en la campaña electoral.
 
Cambios concretos que vive la sociedad paraguaya
 
Existen diversos cambios en la sociedad paraguaya, pero nos interesa resaltar aquellos vinculados con nuestra peculiar estructura social y que hacen referencia a cinco procesos fundamentales: 1- La alteración de la distribución poblacional entre el campo y la ciudad. Esta situación es tan rápida que el peso de la población urbana sobrepasa a la población rural, sobre todo en la configuración de la Población Económica Activa, lo que demuestra una movilización llamativa que pone punto final al peso de la población rural. 2- La alteración de la estructura agraria con la emergencia acelerada de la producción de la soja y la producción ganadera. 3- Cambios en la emergencia de nuevos elementos técnicos de comunicación que inciden en la significación de los mensajes. 4- Cambios en la visualización de la realidad indígena, que antes tenía un contenido histórico ausente y ahora tiene un contenido presente y real. 5- Por último, el nuevo posicionamiento en el tablero internacional de los países del Mercosur.
 
No hay dudas de que el gobierno del presidente Lugo tuvo alguna influencia en estos procesos, sobre todo en tres de ellos: en el reconocimiento y visualización del problema indígena, en el intento de plantear un modelo diferente para el aporte impositivo de los diferentes sectores sociales y en el posicionamiento internacional que se dio durante y después del apresurado y desprolijo juicio político. El error de Lugo fue no comprender la importancia que el Poder Legislativo y los partidos políticos tienen para mantener la continuidad del poder.
 
El Nuevo Rumbo fue una frase importante para ganar las elecciones, pero que luego, al carecer de una propuesta programática clara, permitió que los sectores conservadores más organizados aumenten su influencia, marginando a los sectores populares que también podían actuar en referencia al Partido Colorado.
 
La respuesta de Horacio Cartes
 
La respuesta de Cartes se funda en tres aspectos que delatan el sentido que toma el Nuevo Rumbo. El Presidente comprende que el Partido Colorado debe modernizarse o, en otros términos, entrar en un proceso de superación de su viejo y tradicional estilo prebendario – clientelista. ¿Cómo plantea el presidente la renovación? De manera muy simple. Con base en su experiencia administrativa, sin considerar sus desbordes, considera que eligiendo a una suerte de equipo administrador técnico-burocrático automáticamente el Estado se transforma. Le pregunta que no se contesta es cómo se puede cambiar el funcionamiento estatal sin alterar su composición intermedia formada por miembros del partido con una concepción clientelista. Esta tarea es una cuestión clave del partido, pero como el proceso se dio centralizando el problema en la elección del presidente, se suponía la existencia de un acuerdo que recién ahora se descubre que tiene sus lados débiles y que el poder político no se inicia y termina con el triunfo o la derrota electoral, como tampoco la legitimidad del poder se relaciona solamente con los fundamentos del acceso al poder, sino también con la gestión cotidiana del poder, lo que lleva a la existencia de una legitimidad de origen y de otra legitimidad de gestión. La primera se refiere a la naturaleza que fundamenta el punto de partida del poder y la segunda se relaciona con los procedimientos legítimos vinculados al ejercicio del poder.
 
La respuesta de Cartes para alcanzar la legitimidad de gestión es consolidar el poder económico de los sectores sociales privilegiados. Eso explica el cambio de postura con relación al impuesto a la exportación de soja, con el que estaba de acuerdo antes de su peculiar amnesia que lo afectó al ocupar el cargo de presidente. Lo mismo puede decirse del impuesto a la renta personal o del aumento del pasaje que en el medio urbano alcanza a un 20% y que tendrá sus efectos a muy corto plazo.
 
Paralelamente, el presidente sigue insistiendo en su discurso de continuidad de la lucha contra la pobreza. Este es un problema fundamental en la sociedad paraguaya que exige un plan de políticas públicas que afecte a la sociedad. Dejar librada la lucha contra la pobreza exclusivamente a una estrategia de apoyo monetario condicionado es útil, pero no tendrá una incidencia fuerte porque hace falta un proceso educativo que solo se logra con las políticas que faciliten las acciones que produzcan la superación de la pobreza.
 
Pero es en el proyecto conocido como Alianza Público-Privada donde aparece lo más delicado en la política de Cartes. La concepción de un estilo autocrático que es muy negativo en un incipiente proceso democrático.
 
En efecto, no se trata de discutir la utilidad o no de una vinculación público-privada, sino de la manera en que se plantea su ejecución. Que la relación puede darse no depende de una decisión valorativa, sino de un análisis del plan de ejecución y de los resultados esperados. Hasta este momento, todo induce a pensar que los intereses del grupo empresarial del presidente tienen mayor peso que la decisión de beneficiar a la sociedad desde las opciones que plantea la acción del Estado. Si de eso se trata el Nuevo Rumbo, es una estrategia nueva dentro del Partido Colorado puesto que pasa del énfasis de la acumulación teniendo como eje la acción del Estado, a la acumulación privada en donde el Estado aparece como un agente cómplice para producir un rápido proceso de acumulación de capital.
 
La democracia y su difícil retorno
 
¿Qué cambios presenta nuestro régimen político? La respuesta no es sencilla. Si como Schumpeter se considera el “método democrático como el mecanismo institucional para llegar a decisiones políticas en las que algunas personas adquieren el poder de decidir mediante una lucha competitiva por el voto popular”, se hace hincapié en el procedimiento de los que adquieren poder por el apoyo que reciben en una competencia electoral. En el Paraguay desde el fin de la dictadura se realizaron siete elecciones, pero también se dieron dos juicios políticos, la destitución del presidente electo, el asesinato del vicepresidente y el acceso del presidente del Congreso a la Presidencia de la República. Luego de que Fernando Lugo fue destituido en el segundo juicio político, el vicepresidente liberal Federico Franco culminó el periodo del presidente electo. Después, en otro proceso electoral, triunfó Horacio Cartes y el gobierno de éste es el que estamos analizando.
 
Como puede constatarse, nuestra democracia, que como procedimiento nunca la tuvimos antes en ningún momento en nuestra historia, la empezamos a vivir muy confusamente por la interrupción del mandato de quienes fueron elegidos para el ejercicio del poder y por el asesinato de uno de ellos.
 
Horacio Cartes tenía la posibilidad cierta de profundizar la democracia, asegurando el respeto de las instituciones. Cartes eligió una alternativa distinta: el cambio semántico opuesto al cambio en los procesos sociales. Así, su opción se orienta hacia una suerte de autocracia sin partido, aunque sí acompañado de personas vinculadas a sus empresas en quienes el presidente deposita su plena confianza. ¿Pero podrá sustentarse con este apoyo diluido al margen del Partido Colorado?
 
Desde una perspectiva democrática es difícil porque al disminuir el peso de los partidos aparecen y sobresalen los grupos de poder que tienen en la economía el peso de su influencia política. Por consiguiente, el presidente Cartes quiere alterar la estrategia tradicional del Partido Colorado presentando esa opción no como una estrategia personal aliado a un grupo de confianza. Esta alternativa podrá ser útil en un comienzo, pero presenta muchas debilidades para consolidarse como un plan político estratégico.
 
Fuente: Economía y Sociedad,16°, Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (CADEP), Asunción.
 
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