Honduras

Honduras sin paz

Marco Consolo

25/11/2013

Opinión

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No hay paz para el pequeño Honduras y para su “democracia de fachada”. Con una participación inusual (más del 60%), Honduras votó el pasado domingo para elegir al presidente, vicepresidente, 128 diputados y varios alcaldes. Mientras escribimos esta nota hay una “guerra de cifras” sobre los resultados de las elecciones y hay mucha tensión detrás de la aparente calma que reina en Tegucigalpa y otras ciudades.

De hecho, mientras continúa el recuento de votos (hasta ahora solo poco más de la mitad), por lo menos dos partidos alegan desconocer los resultados electorales y denuncian un fraude descarado.

Tanto el Partido Libertad y Refundación (LIBRE) como el Partido Anti-Corrupción (PAC) no reconocen los resultados parciales emitidos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y afirman tener pruebas de irregularidades cometidas, entre otras cosas, durante el procedimiento de transmisión informatizada de datos de los votos.

El Partido Anticorrupción (PAC), ha declarado que de 7000 actas, sólo 1.500 son creíbles. Y Xiomara Castro, candidata de la izquierda organizada en LIBRE, proclama de estar con un mínimo de 3 puntos a la cabeza de Juan Orlando Hernández, candidato del gobernante Partido Nacional, que, por el contrario, el TSE da en el primer lugar con el 35% de los votos y que ya se ha declarado el ganador. La ventaja de Xiomara Castro se basa en datos proporcionados por los representantes de mesa de Libre y de resultados a boca de urnas, mientras que, según el TSE obtendría sólo el 29%. En tercer lugar estaría el candidato del Partido Liberal, Mauricio Villeda, con el 20% y en el cuarto Salvador Nasralla, del Partido Anti-Corrupción, con 15,47%.

“Nos están robando las elecciones”, reclamó Manuel Zelaya, Coordinador Nacional de LIBRE y ex Presidente, en una conferencia de prensa en un hotel en Tegucigalpa. Su candidato a vicepresidente, Eduardo Enrique Reina, dijo que según su información, el TSE ha ordenado una auditoria especial de más del 20% de los votos.

El que no tiene ninguna duda, en cambio, es el ex golpista Roberto Micheletti, en buena compañía de la embajadora de EE.UU., Lisa Kubiske, quien se apresuró a reconocer los datos del TSE, a pesar de las protestas expresadas por varios partidos por una serie de irregularidades que ponen en duda los resultados entregados por el TSE. En los últimos días se habían multiplicado las denuncias de posible fraude, sobre todo en la transmisión de datos, ya que muchos de las mesas de votación, estaban en zonas remotas sin acceso a la red informática. En estas horas están reunidos los dirigentes de la oposición para evaluar sus próximos movimientos. Mientras algunos observadores internacionales aún no se han expresado sobre la legalidad de la votación, el gobierno va desmantelando la infraestructura para dichos observadores. La tensión sigue siendo alta y las próximas horas serán decisivas.

Como se recordará, en junio de 2009se había producido un golpe de Estado “parlamentario” contra el presidente legítimo Manuel Zelaya, quien pertenece a una de las poderosas familias hondureñas y en aquel entonces líder del Partido Liberal. Además de adoptar medidas de carácter social, Zelaya fue culpable de una apertura a la Venezuela de Chávez con el ingreso de Honduras al ALBA, también por querer desalojar a la mega-base militar de EE.UU. de Palmarola y de consultar a la población sobre la posibilidad de dar vida a una Asamblea Constituyente. Definitivamente demasiado para los Estados Unidos y también para la oligarquía local, siempre acostumbrada a tratar el país como su estancia privada.

Después del breve paréntesis del “liberal” Zelaya, en los últimos años las fuerzas armadas y la policía han sido responsables de graves violaciones a los derechos humanos y de su impunidad. Una responsabilidad por acción directa u omisión. Junto a la obsesión homofóbica, se reanudó una represión masiva, asesinatos de líderes campesinos, periodistas, así como de defensores de los derechos humanos. A los uniformados y sus escuadrones de la muerte se han añadido los paramilitares colombianos, contratados por los terratenientes. Una presencia consolidada en el país. En el 2012, Honduras tenía el triste récord de la mayor tasa de homicidios en el mundo (86 por 100.000), de los cuales el 80% queda sin castigo y sólo el 20% son investigados. Y del golpe de estado hasta la fecha, se habla de miles de asesinatos, muchos de los cuales son asesinatos políticos disfrazados de “delitos comunes”.

No es sorprendente que la campaña electoral del candidato del Partido Nacional en el gobierno, se haya enfocado en la propuesta de una creciente militarización contra el crimen, para garantizar “la seguridad de los ciudadanos”.

Por el contrario, la candidata de LIBRE, Xiomara Castro, esposa del ex presidente depuesto por el golpe de Estado, en su programa de gobierno, había propuesto una refundación total de Honduras, a partir de la convocatoria de una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Carta Magna.

En el plano electoral, por primera vez en la historia de este país centroamericano el Partido Libertad y Refundación (LIBRE) rompe el tradicional bipartidismo (Partido Nacionaly Partido Liberal), que ha manejado el país a su antojo, por casi un siglo. LIBRE nació en junio del 2009, después del golpe cívico-militar contra el presidente Manuel Zelaya. Nació uniendo algunos movimientos sociales, organizaciones políticas de izquierda, corrientes liberales disidentes, todos sectores que trataron de reorganizar las fuerzas. Después del “golpe institucional”, estos sectores fueron los protagonistas dela resistencia popular, constituyendo el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).Primero contra la dictadura de Roberto Micheletti (originario de Bérgamo en Italia), y luego contra Porfirio Lobo, del Partido Nacional. Éste último fue elegido presidente en enero del 2010 en un sufragio muy cuestionado, y apoyado por el sistema de poder oligárquico y golpista.

En el plano social, Honduras es uno de los países más pobres del continente americano: el 39% de la población vive en la pobreza extrema. A esto hay que añadir la grave deuda con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. El total de la deuda externa e interna (con créditos proporcionados en particular después del golpe) alcanza casi el 40 % PBI del país (alrededor de 18.000 millones de dólares).

Pero la pobreza, así como el polvo, debe ser escondida debajo de la alfombra, lejos de las luces y del centro de atención. Unos pocos meses después del golpe, las bellas playas hondureñas del Caribe fueron escenario del “reality” de la televisión italiana “La Isla de los Famosos”. El que se llevó a cabo a pesar de numerosas protestas por parte de organizaciones sociales hondureñas e italianas, ignoradas por los productores y realizadores del decadente programa. Un “show” mediático que ha contribuido a legitimar a los golpistas y a preparar el desembarco de los nuevos “piratas del Caribe”, los inversionistas italianos e internacionales “a la caza al tesoro”.

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