No al robo de todos los tiempos

27/10/2013
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La resistencia civil pacífica en defensa del petróleo recuperó para la manifestación pública el Zócalo, corazón de la república mexicana, con el grito: NO AL ROBO DE TODOS LOS TIEMPOS.
 
La tercera asamblea nacional convocada por el movimiento de regeneración nacional (Morena), encabezado por Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial que ha sufrido sendos fraudes electorales en 2006 y 2012, se llevó a cabo en el Zócalo capitalino, corazón de la república mexicana, plaza histórica de concentraciones y protestas sociales, que tras el desalojo violento del campamento del magisterio en resistencia contra la regresiva reforma educativa el pasado 13 de septiembre, había sido secuestrada por el gobierno federal y el monopolio televisivo (televisa), empresa a la que se permitía utilizar la plancha de zócalo capitalino para transmitir en vivo frívolos programas.
 
En la concentración nacional de este 27 de octubre el sentir era unánime, oponerse a la pérdida de la industria petrolera nacional y en defensa de la economía popular.
 
PEMEX genera ingresos anuales por 125 mil millones de dólares, cantidad que más de cien países por sí mismos no los generan. La enorme renta petrolera, que coloca a PEMEX en el 13vo. y 34vo. lugar entre las empresas más importantes del continente americano y del orbe respectivamente es lo que está en riesgo a través de la figura de “contratos de utilidad compartida.”
 
La reforma energética neoliberal, anunciada por Peña Nieto en Londres, la capital de la British Petroleum en vísperas de la cumbre del G8, se dirige a retrotraer la historia de México al periodo de la dictadura porfirista y la previa a la expropiación petrolera cardenista de marzo de 1938 en la que los hidrocarburos eran explotados por petroleras imperialistas, gringas e inglesas irrespetuosas de las leyes mexicanas y derechos laborales.
 
Contrario a las mentiras repetidas a diario por la teledictadura en el sentido de que la reforma peñista hará que bajen los precios de las gasolinas, de la electricidad y del gas, lo cierto es que la carestía de la vida está al alza.
 
La creciente importación de gasolinas que drena al país de cuantiosos recursos nos ha conducido en los últimos 25 años a constituirnos como el principal comprador de gasolina estadounidense, importando entre 56 y 87% de las exportaciones del vecino del norte. La dependencia que tiene la economía mexicana de la gasolina estadounidense aunque ha bajado este año a causa de la dinámica económica ralentizada, ha tenido momentos como el 2010 y el 2011, años en que las adquisiciones se incrementaron 49% en términos de volumen, al pasar de 68 millones a 101 millones de barriles, y 50% en valor, pasando de 11 mil 992 millones a 18 mil 021 millones de dólares.
 
Bastaría construir una nueva refinería, como lo han fundamentado ingenieros petroleros mexicanos, para abatir al mínimo la dependencia y los altos precios de las gasolinas y con ello revertir los impactos negativos en el nivel de los precios de muchos de los bienes y servicios básicos para la población.
 
Los gobiernos neoliberales desde 1982 han socavado el control soberano de los recursos naturales. Por ejemplo, el servicio público de electricidad se ha debilitado, al grado de que más del 45% de la generación es ya realizada por corporativos privados.
 
Los proyectos de energías “verdes”, se han tornado en nichos de negocios leoninos. Los parques eólicos instalados en el istmo de Tehuantepec, además de imponerse con engaños y despojos permite que empresas transnacionales, como las españolas Acciona, Endesa, Preneal, Gamesa,  Unión Fenosa e Iberdrola hagan insignificantes pagos a las comunidades indígenas en que se asientan. Iberdrola por ejemplo, obtuvo en su parque eólico Bii Nee Stipa ganancia bruta por 7 millones 148 mil dólares de la cuale destinó el pírrico 0.025% en arrendamiento.
 
En los últimos años han arreciado las protestas y se han multiplicado las resistencias contra las mineras cuya extracción de metales supera en mucho lo expoliado durante la colonia.
 
Sin embargo, producto de la manipulación televisiva la mayoría de la población ignora las consecuencias negativas de la contra-reforma energética y lo falaz de argumentos espurios, como la falta de recursos para modernizar PEMEX, utilizados para justificar los cambios constitucionales a los artículos 27 y 28.
 
El que apenas el 0.5% de los ciudadanos conozca de la adquisición del avión presidencial por más de 7 mil millones de pesos (alrededor de 600 millones de dólares) da cuenta de la manipulación mediática. Propuestas como las formuladas por la resistencia civil pacífica para llevar a cabo un plan de austeridad presupuestal, reduciendo los altos sueldos, privilegios y gastos insulsos, para generar ahorros públicos por alrededor de 30 mil millones de dólares, difícilmente tienen difusión. Por lo mismo la tarea para incrementar al doble el medio millón de firmas ciudadanas conseguidas en menos de un mes para respaldar la petición de una consulta pública sobre las reformas constitucionales en materia energética, son de la mayor relevancia para informar y contraponer argumentos ante la opinión pública más aún cuando durante la campaña presidencial del año pasado ningún candidato había incluido en sus plataformas ni formulado abiertamente en sus promesas electorales reformar la constitución política en materia energética.
 
Mtro. Andrés Peñaloza
Bia´lii, Asesoría e Investigación, A.C.
 
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