Octubre y los 10 años de la guerra del gas:

Nuevo paro de la ciudad de El Alto

15/10/2013
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Después de 10 años de la guerra del gas, El Alto nuevamente paraliza sus actividades en protesta ante sus necesidades incumplidas y a la vez de las nuevas necesidades surgidas en todo este tiempo. Pues distintas avenidas principales e, incluso calles pequeñas, han sido cerradas como Juan Pablo II, camino carretero a Oruro, la 6 de Marzo, cruce Villa Adela, San Roque y Rio Seco, para paralizar nuevamente la ciudad. En algún sentido esto se parece a los albores de la guerra del gas de 2003. Gente indignada y personas frustradas por la gestión del gobierno de Evo Morales y Álvaro García conversan sentadas sobre el asfalto o sobre las aceras de las grandes necesidades que tiene esta ciudad. Y también en ellas se intercambian ideas y visiones de cuál real es el Proceso de Cambio y de las grandes ofertas incumplidas por el gobierno central y la alcaldía de esta ciudad.
 
Hay gente que incluso plantea que vivimos en un proceso de traición a la lucha de octubre de 2003 porque no se ha nacionalizado de modo real los hidrocarburos, no se ha extraditado a Gonzalo Sánchez de Lozada y su ministro Carlos Sánchez Verzain que hoy viven en Estados Unidos; los heridos y los muertos en la guerra del gas no tienen justicia, obras de infraestructura están abandonadas a media construcción, existe una gran inseguridad ciudadana, y la pobreza sigue siendo un factor de injusticia social. También en estos espacios se conversa de cómo el gobierno central ha destinado ingente cantidad de dinero a la región del oriente de Bolivia y El Alto y las provincias aymaras no tienen inversiones de magnitud igual. No existen proyectos de inversión, por ejemplo, para fortalecer la producción comunitaria en la crianza de camélidos, producción de leche, producción del pescado en el lago Titikaka, el cultivo de papa en sus diferentes variedades, entre otras actividades de importancia económica de esta región. Esto son algunos de los temas que se discuten en estos espacios mientras se cumple el paro de 24 horas.
 
También en ella se conversa sobre la corrupción que ahora, se sostiene, es “incluso más descarada” que en el pasado inmediato. El caso más comentado es la de la Aduana Nacional que tiene sus oficinas en esta ciudad. Allí, se sostiene, existe un robo tanto de policías, agentes de control aduanero, a pleno luz del día. Este hecho es catalogado como el robo de cuello blanco. Y también en estos espacios se debate y se informa a la vez sobre el abuso de los transportistas que después de hacer subir pasajes mantienen el sistema de trameaje, el cobro abusivo y prepotente de los chóferes, pese haberse comprometido a tener un trato mejor con la población. También se sostiene que los transportistas no cumplen sus rutas ni los horarios como tampoco cumple algunos compromisos como la limpieza de los minibuses y la de sus conductores. Aquí se critica agriamente de cómo el alcalde alteño del partido gobernante, el MAS, no tiene mínima idea de construir una ciudad en crecimiento vertiginoso como tampoco tiene la voluntad de cambiar todo el embotellamiento de la Ceja que es un lugar donde es imposible transitar por la gran cantidad de minibuses que hacen fila para bajar a La Paz y donde justamente se cobra un pasaje hasta ahora no fijada entre ambas ciudades.
 
También en estas sentadas se habla del mal servicio que presta la policía boliviana a esta ciudad. Los policías son catalogados como los cómplices de los delincuentes porque “tienen acuerdos con ellos para dejar pasar actos de latrocinio”. También en este tema se cuestiona a esta institución porque no hay patrullajes de la ciudad como hace poco aún existía. En ese contexto, cuando los policías quieren pasar por los lugares de los bloques y con informe se lo ha gritado: “maleantes y asesinos de octubre”. Claro la memoria dolorosa de la masacre de octubre de 2003 está muy viva en la memoria de la gente. En este se comenta profusamente de cómo en octubre de aquel año “hemos sido matados como perros y hoy no tenemos justicia”. Es decir, el paro es un espacio de gran reflexión y critica al nuevo régimen del poder y sus grandes imposturas políticas.
 
De su parte, se conversa sobre obras locales mal hechas, sobre la mala atención del gobierno municipal de El Alto en el mantenimiento de los alcantarillados que en el tiempo de lluvia rebalsa sobre las avenidas principales y calles para dejar éstas en estados de lamentable de condición higiénica. Misma que ocurre cerca de las Unidades Educativas y de las plaza principales. También se conversa sobre la ineficiencia técnica de las áreas del gobierno municipal porque siempre “andan diciendo mañana y mañana, pero nunca llega tal mañana”. En razón de ello, se tiene, aulas escolares en mal estado, alcantarillados que no funcionan bien, avenidas llenos de lodo de aguas hervidas de fábricas, etc. etc.
 
De su parte se habla en dichos lugares sobre la imagen de Evo Morales y sus grandes defectos al igual que la de Álvaro García a quienes se los acusa de cometer una traición a la ciudad de El Alto por quitar gabinetes ministeriales y por qué no existe una real industrialización del gas y del petróleo. Aquí se comenta de cómo nuevamente las grandes empresas transnacionales hoy, después de la masacre de octubre, tiene grandes negocios con el Estado y el gobierno boliviano. Se habla en particular de REPSOL, YPF. BG. TOTAL que en octubre de 2003 fue cómplice de aquella masacre porque son las empresas transnacionales que debían exportar gas a Estado Unidos vía Chile.
 
En varios sectores también se critica a la prensa por no informar correctamente sobre lo que pasa en esta ciudad. Incluso en cruce riel altura de Senkata se tuvo altercado con un fotógrafo de la APG Noticias porque no le dejaron pasar y éste se enojó. Claro la prensa por ser prensa al parecer tiene derecho de gritar para ser permitido su paso, frente al que la gente reacciono de modo molesto.
 
Del mismo modo que se crítica también aquí se autocrítica sobre la impertinencia, por ejemplo, de quemar llantas viejas sobre las avenidas bajo el argumento de que contamina. En esto se escuchó decir, en que “debemos cuidar nuestro medio ambiente”. Al que algunos dijeron que era cierto y otros respondían que “solamente lo vamos a hacer por unas cuantas horas”.
 
En fin, aquí se pudo observar estos hechos y muchas otras cosas más y a la vez escuchar ideas nuevas y las memorias viva de octubre. Éste último es catalogado como patrimonio de esta ciudad y de sus habitantes. Así al parecer la gente después de un aletargamiento vuelve a despertar y hablar de lograr las demandas planteadas al gobierno. En este tema se sostiene, por ejemplo, que si “el gobierno no atiende las demandas planteadas volveremos a los días de octubre de 2003”. A la que otros apoyan en que “si o si debemos lograr nuestras demandas porque es hora de volver a hablar fuerte y de frente”. “Somos la ciudad orgullo de Bolivia y por eso debemos hacernos respetar”, se sostiene. En este punto también se critica duramente a la dirigencia de la FEJUVE de El Alto por su silencio ante las grandes necesidades incumplidas. “La FEJUVE es vendido al gobierno”, se dice. Efectivamente esta institución se calló durante todo este tiempo. Y es por ello que se lo califica de ser el cómplice del silencio ante tantas necesidades de la ciudad.
 
Y casi al finalizar la jornada de protesta en varios puntos se afirmaba: “que si con esta movilización no se logra atención del gobierno hay que pensar en otras medidas que deben ser tomadas por las misma juntas vecinales o por la misma FEJUVE”. Éste queda como un pedido a los presidentes de las 609 juntas vecinales de El Alto.
 
A este hecho en la media tarde el gobierno de Morales y García a través del viceministro de los Movimientos sociales, Alfredo Rada, minimiza el paro al atribuir a éste solamente a temas municipales. Habla de grandes inversiones en esta urbe cuando la gente siente y dice todo lo contrario. De hecho no existen grandes obras en esta ciudad. Hay un multideportivo mal terminada y avenidas polvorientas y zonas como si allí pudiera haber llegado una bomba porque están llenos de huecos y obras abandonas. Por ejemplo la Avenida 6 de Marzo como cara de esta ciudad está en mal estado porque tiene sus aceras llenas de tierra amontonada y además mal mantenida. Entiéndase que éste es la avenida por donde entra el transporte de otras ciudades y del exterior del país. Y al final el gobierno insiste en que el 17 de octubre se hará en esta ciudad acto de homenaje a octubre. Esto parece ser un acto contrario a los ideas de la lucha de octubre de 2003.
 
Así de este modo se recuerda la masacre sangrienta de octubre cometida por el régimen del MNR de Gonzalo Sánchez de Lozada y el sistema neoliberal que hoy tiene plena vigencia en Bolivia, pese a la lucha de esta ciudad y otras partes del país. Aquí debemos afirmar que el gobierno del MAS no ha tenido la voluntad de destruir este sistema económico y político. Sino más al contrario lo ha reproducido con mayores vicios de poder monopólico. Así pues esta ciudad vuelve a movilizarse y demandar abiertamente al gobierno del MAS a que deje, por una parte, ser prepotente y, por otro, de ser traidor de las sangrientas jornadas de octubre. Finalmente se puede decir que éste es un pueblo que no olvida a sus muertos y sus luchas. Hoy como ayer levanta su voz como el inmenso Illimani o Illampu para dejar establecido que “con El Alto no se juega”. “Cuando El Alto se levanta es imposible contenerlo”, se concluye. Sus muertos hoy están vivos como ayer lo estuvieron. Esa es la potencia real de esta ciudad portadora de un gran memoria de lucha y de dignidad social.
 
Pablo Mamani Ramírez
Sociólogo alteño.
 
 
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