Enclaustramiento marítimo

25/08/2013
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Las elites políticas de Chile iniciaron una polémica debido a las declaraciones del canciller boliviano David Choquehuanca en sentido de que la vía multilateral de la Corte Internacional de Justicia ante La Haya no está descartada como mecanismo para encarar y resolver el problema pendiente del enclaustramiento marítimo boliviano. El abogado constitucionalista y asesor general de la Asamblea Constituyente de Bolivia (2006- 2008), Víctor Hugo Chávez, aseguró que la Constitución Política del Estado otorga al país la posibilidad de demandar a Chile ante la Corte Internacional de La Haya por una soberanía marítima; mientras que desde Chile, legisladores de ese país cierran la posibilidad de una discusión multilateral.
 
La Asociación de Estudiantes Latinoamericanos en Derecho Internacional, con sede en Francia, ha dado su opinión, y es la siguiente : 
 
Association des Etudiants et Anciens Etudiants Latinoaméricains en Droit International, ELADI, París, Francia
 
« Es difícil de entender por qué Bolivia no llevó aún frente a tribunales internacionales un caso de tanta importancia. Hacer del enclaustramiento boliviano un litigio internacional es ventajoso para Bolivia y parece evidente que el Estado chileno, país de gran tradición jurídica y diplomática, hizo constantemente todo lo posible para evitar esta solución, prefiriendo la opción bilateral en la cual Bolivia es mucho más manipulable e indefensa »
 
El dominio que Chile nos ha impuesto en el Tratado de 1904 no está respaldado por ninguna ley sino por la fuerza bruta militar de un ejército permanentemente bien armado mediante el financiamiento de la friolera de cuatro mil millones de dólares anuales, dinero producto de la depredación de nuestra mina de cobre Chuquicamata, y que impide a Bolivia hacer valer en forma práctica su justo derecho de propiedad. La agresión, invasión filibustera, ocupación, depredación y actual dominio de nuestro litoral por la fuerza militar y la violencia usurpadora que obligó con coacción a firmar un tratado injusto, es inadmisible e ilegítimo. La cancillería chilena dice que son “derechos de victoria”...
 
¿Llaman derechos al cohecho anglo-chileno? ¿Llaman victoria al asalto premeditado y agresión a un país indefenso? Recuperar el mar será reencontrar el destino marítimo de nuestro Estado y salvarlo de caer en el engaño de un “corredor” inservible sin puerto propio ni soberano al norte de Arica. Nuestra propiedad marítima debe sernos reintegrada sin compensaciones territoriales a Chile, dando cumplimiento a las normas y acuerdos del derecho internacional y a todos los principios proclamados en todas las conferencias interamericanas.   
 
 La novena disposición transitoria de la nueva Constitución Política del Estado ordena denunciar el Tratado de 1904 que está contradiciendo el derecho imprescriptible del Estado boliviano al ejercicio pleno de la soberanía sobre su litoral.    Ese tratado carece de toda legitimidad, ya que en vez de solucionar los problemas emergentes de la usurpación chilena de nuestro litoral, los ha violentado y agravado encerrando a Bolivia, y por ello el enclaustramiento subsiste como una injusticia internacional. No se puede hablar de una unión de naciones sudamericanas (Unasur) si no se exige la justicia evidente para Bolivia y no se deja de ignorar la atroz iniquidad de haber enclaustrado a un pueblo hermano. Basta de eufemismos y de frases almibaradas de la cortesía protocolar. Que América y el mundo sepan que Bolivia ya no está dispuesta a seguir soportando en silencio una situación de humillante colonialismo que ya dura 134 años. No podemos continuar siendo, como Nación, un ave sin alas.           
 
El Pacto Americano celebrado en Washington en abril de 1890, antes de la imposición del nefasto tratado de 1904, ha establecido que «la teoría de la conquista será repudiada por el Derecho Internacional Americano y no se reconoce y se considera nula toda cesión de territorio hecha bajo amenaza de guerra o en presencia de fuerza armada. La Nación que hubiere hecho tales cesiones, tendrá derecho a exigir su devolución».
 
El derecho boliviano no está enterrado, a pesar de los cañones, tanques, cohetes y aviones chilenos. Chile no ha enterrado el derecho boliviano, jamás lo enterrará. Se aproxima la hora del ajuste de cuentas, cuando ya no será posible sostener ante un mundo crédulo que el crimen es virtud. La conciencia de todo el pueblo boliviano invoca la justicia, y un día acabará por encontrarla, para recuperar su costa marítima. Es el sagrado derecho de un pueblo que quiere que le devuelvan lo que es suyo. El sentir de Bolivia es de un amargo desengaño por la constante injusticia que soporta.
 
25 de agosto 2013
 
 
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