Recapitulemos: La agenda de las movilizaciones que culminó con la expulsión de Sánchez de Lozada fue: el Referendo, Nueva ley de Hidrocarburos, Asamblea Constituyente, programa que se socializó desde septiembre del 2002 cuando Goni, sus continuadores (Bánzer y George doble T Quiroga) y sus cómplices tenían todo cocinado para vender el gas a Chile EN Diciembre del 2002. Septiembre del 2002 a octubre del 2003, un año de movilizaciones y concientización sobre el derecho a nuestros recursos naturales. El 17 de octubre fue el golpe contundente al imperialismo norteamericano y sus socios en el país. Pero solo fue un golpe, no su derrota. La agenda que impuso el pueblo (también el cruceño pese a los comandos del MNR y sus instituciones) fue: Referendo, Asamblea Constituyente y Nueva Ley de Hidrocarburos. El gobierno de transición aceptó ese programa. Este gobierno tratará, a no dudarlo, de desvirtuar los procesos que se abren a la democracia directa, pues nunca tuvo convicción de lo que asumía como programa. De alguna manera ha logrado enturbiar la visión de algunos sectores populares y de no pocos intelectuales y personalidades patriotas. A ellos va dirigida esta nota. El referendo es una conquista arrancada al modelo en las calles y renunciar a ella no se justifica. Las preguntas en el referendo no son claras y son tendenciosas y no es improbable que tengan la intención del auto boicot para crear la sensación de un país ingobernable. Esta figura le interesa a doble v Bush y a sus socios internos, lo que justificaría la renuncia de Mesa, o la intervención de la ONU, OEA o incluso de "tropas aliadas" para buscar armas de destrucción masiva del "narcosindicalismo y "liberarnos" de los "indígenas fundamentalistas". No tenemos por qué confiar en Mesa, mucho menos en la Casa Blanca, o el Pentágono y sus halcones. Pero el referendo es una puerta abierta al ejercicio de la democracia participativa que algunos escamotean con frases grandilocuentes como " el referéndum se dio en Octubre" o aquella edulcorante "no es el gobierno quien debe preguntar, sino el pueblo", o las amenazas agoreras de los empresarios quebrados de que "el referéndum sembrará la anarquía, el caos y la desintegración nacional", o las llamadas cívicas de "referéndum para definir las autonomías regionales" que es otra variante para obstruir el camino a la Asamblea Constituyente, donde se definirán las verdaderas autonomías regionales basadas en la autodeterminación de los pueblos. Por eso: Todo ese variopinto menú, incluido el intento de Mesa, es atornillar al revés. Proponemos SI, a la 1°, 2° y 3° preguntas para aprobar una nueva ley de Hidrocarburos, por supuesto no la de Mesa; recuperar la propiedad de nuestros hidrocarburos y gas revisando y anulando los contratos que las transnacionales incumplieron; refundar YPFB que nos permitirá ingresar al novísimo proyecto bolivariano PETROSUR originado por Venezuela y Argentina para ser partícipes de tecnología de exploración, explotación, refinación, transporte, etc. con criterio integral y no solo comercial, para fijar nuestros precios. SI a las 3 primeras preguntas para transformar lo tendencioso y capcioso con que fueron formuladas. NO a la 4° pregunta porque es un intento de Mesa de transformarse de presidente de transición a presidente programático, pero con un programa que retrocede en nuestra reivindicación marítima. NO a la 5° porque es ponerle un tapón a recuperar lo que es nuestro. El camino no termina en el referendo, solo se abre paso con él, luego vendrán las municipales que nos permitirán organizarnos y diseñar la Asamblea Constituyente. Ésta será el mojón que inicie el Nuevo Proyecto de Bolivia. El mojón con cara de pueblo.