La dimensión social del MERCOSUR: Marco conceptual

16/04/2013
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Contenido
 
Prólogo, Luiz Inácio Lula da Silva
 
Presentación, Christian Adel Mirza
 
Introducción
 
I. MERCOSUR ayer y hoy
II. Políticas públicas y desarrollo social
III. La agenda social y sus desafíos
 
Referencias bibliográficas
 
Prólogo
 
El MERCOSUR es una de las exitosas experiencias de integración regional desarrolladas en América Latina. A pesar de la complejidad de cualquier proceso de integración, nuestro bloque ha dado mues­tras de excepcional vitalidad. Basta con decir que, desde que ha sido creado, en 1991, el flujo de comercio entre los países del MERCO­SUR ha pasado de 5 a 50 mil millones de dólares y las inversiones productivas intra-bloque subieron más del doble. Con el ingreso de Venezuela, pasamos a representar más del 70% del territorio, de la población y del PIB de América del Sur. Somos hoy en día una de las pocas regiones del mundo donde no hay guerras. Protegemos los derechos humanos y estamos profundizando cada vez más nuestras democracias.
 
En el último período avanzamos mucho, tanto en la esfera eco­nómica como en la social. Redujimos fuertemente la pobreza y la desigualdad. Generamos empleos, distribuimos ingresos y promo­vimos la inclusión social. Pero aún tenemos importantes desafíos por delante. A pesar de las recientes conquistas, en América latina, según la ONU, el 20% más rico de la población tiene un ingreso medio per cápita casi 20 veces mayor que el del 20% más pobre. En los países del MERCOSUR no es diferente. La injusta distribución de oportunidades penaliza de forma más severa a las mujeres, los jó­venes, las comunidades afro-descendientes, los trabajadores rurales y los trabajadores informales.
 
El MERCOSUR tendrá que dedicarse cada vez más a estos sec­tores de la población, implementando políticas regionales capaces de responder a sus necesidades básicas de bienestar. Solamente la libre circulación de bienes, servicios y capitales no es suficiente para sos­tener la integración económica y, al mismo tiempo, superar la frac­tura social que persiste en la región. La armonización y coordinación de las políticas públicas de protección y promoción social se han convertido en un requisito obligatorio para el desarrollo regional. En 2007, cuando decidimos crear el Instituto Social del MERCO­SUR (ISM), junto con mis colegas Néstor Kirchner de Argentina, Fernando Lugo de Paraguay y Tabaré Vásquez de Uruguay, pensába­mos precisamente en dar un rostro humano al MERCOSUR.
 
El comienzo del siglo XXI ha sido testigo de cambios subs­tanciales y de transformaciones políticas y económicas muy signifi­cativas en América del Sur: en Venezuela (1999), luego en Argenti­na y Brasil (2003), Bolivia y Uruguay (2005), más tarde en Ecuador (2007), Paraguay (2008) y Perú (2011), entre otros. En esos países los pueblos eligieron democráticamente nuevos gobernantes y de­cidieron de este modo señalar nuevos rumbos a las orientaciones políticas, económicas, sociales y culturales. La ciudadanía expresó así el deseo de cambio en la región como una respuesta contundente a las frustraciones históricas de millones de latinoamericanos que no se resignaron a seguir sometidos a la pobreza y a la desigualdad social. Desde entonces MERCOSUR asumió otro enfoque para pro­fundizar los procesos de integración regional, en la que la dimensión social ocupa un papel fundamental.
 
Es con gran placer que recibí la invitación a escribir el prólogo de este primer trabajo de reflexión conceptual, organizado por el ISM, sobre las premisas de la integración social del MERCOSUR. El desarrollo social del MERCOSUR representa, sin lugar a dudas, un eje prioritario de la nueva forma de ver la integración regional. La coordinación y armonización de las políticas en materia de salud, educación y bienestar del MERCOSUR, que ya se han iniciado hace algún tiempo, pueden y deben profundizarse. El desarrollo econó­mico y el desarrollo social están íntimamente relacionados y deben complementarse. La agenda regional no puede prescindir de la in­tegración de la infraestructura física, financiera y comercial, y todas ellas deben contribuir a un mayor bienestar y dignidad de nuestros pueblos.
 
Con la publicación de este libro, el Instituto Social del MER­COSUR contribuye de forma inestimable al debate sobre la inte­gración social. Felicito a todo el equipo del ISM y recomiendo su lectura aquellos que sueñan con un MERCOSUR cada vez más de­mocrático, social y participativo.
 
Luiz Inácio Lula da Silva
Ex-presidente de la República de Brasil
 
 
 
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