Carta a Evo Morales

22/03/2013
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Querido Evo:
 
Hoy conmemoran ustedes el Día del Mar, en el que se rinde justo homenaje al valiente patriota boliviano Eduardo Abaroa Hidalgo, quien cayó combatiendo contra fuerzas invasoras incomparablemente superiores en número y entrenamiento. Tras el combate en el que perdió la vida, los jefes y soldados chilenos le rindieron honores.
 
La propia guerra entre dos Estados de similar cultura y origen, fue de nefastas consecuencias para dos pueblos de nuestro hemisferio, donde Simón Bolívar quiso crear “la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza, que por su libertad y gloria”.
 
En las tierras arrebatadas a Bolivia siguiendo la línea trazada por las potencias coloniales, nuestras jóvenes naciones fueron despojadas de inmensos recursos. De las tierras arrebatadas a Bolivia, la burguesía y el imperialismo extraen cada año decenas de miles de millones de dólares. Sin cobre purificado es imposible hoy, y quizás durante muchos años, electrificar cualquier país; es decir, aplicar un requisito ineludible para el desarrollo. En la actualidad la producción de cobre rebasa los 5 millones de toneladas, con un valor total de 39 mil 500 millones de dólares.
 
Los pueblos de Europa conscientes y preocupados por la salud humana, se oponen fuertemente al consumo de los productos agrícolas genéticamente modificados. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró en el discurso sobre el Estado de la Nación que Europa no puede prescindir de esos productos, y la amenaza con no suscribir un acuerdo de “Libre Comercio” que permita la unión entre las dos economías más grandes del planeta. ¿Qué lugar ocupará el resto de los países en el mundo, implicados en la pugna de intereses en un planeta globalizado donde el venenoso gas de esquisto, los productos agrícolas genéticamente modificados, las armas más sofisticadas y los delirantes viajes a planetas y lunas ocupan la mente de millones de personas inteligentes y capaces dedicadas a la investigación?
 
¿Habrá realmente tiempo para pensar en los problemas que nos esperan?
 
Que el pueblo de Bolivia, Evo, no se desanime por esto. Hay mucho que luchar todavía en tu maravilloso país; mucha quinua que sembrar, mucho alimento por producir, mucho empleo por crear y reuniones internacionales donde proclamar el derecho de Bolivia al mar, a sus productos y alimentos marinos, que le arrebataron a la fuerza cuando la privaron de 400 kilómetros de costa y 120 mil kilómetros cuadrados de territorio. Simón Bolívar no habría aceptado jamás que se privara a los quechuas, aymaras y demás habitantes de Bolivia, de tales derechos que le asignó El Libertador de América.
 
Hugo Chávez, su más brillante seguidor, que amaba profundamente a tu país, jamás se habría resignado a tan ignominioso destino.
 
Un fuerte abrazo. 
 
Fidel Castro Ruz          
 
Marzo 23 de 2013
3 y 40 p.m.       
https://www.alainet.org/es/active/62789

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