La ambición de poder y la vocación golpista en la arena política
11/02/2013
- Opinión
Asunción.- La ambición de poder tiene varias caras, muchas de ellas de corte monárquico y hasta carnavalesco. Y en ambiente de carnaval, el autoritarismo del viajero, permitió liquidar a uno de sus hijos predilectos. El 2 de febrero se consumó la tragedia, una tragedia espantosa que no se desea a ninguna familia.
En forma brutalmente trágica, la muerte se confabuló con la tormenta para segar la vida de uno de los hombres más controversiales de la política paraguaya: Lino Oviedo Silva, un hombre que hacía ostentación de la charretera de General, y al mismo tiempo, convertido en uno de los últimos caudillos militares con un gran poder de seducción en el seno del pueblo, con el manejo habilidoso de la lengua autóctona: el guaraní., y con una vinculación directa con el lenguaje y modo de ser de la gente humilde. Lino Oviedo era al mismo tiempo controversial, contradictorio y polémico.
Lino Oviedo murió en su propia ley y con su propio signo: la violencia. Fue suficiente 69 años de vida intensa, apasionada y hasta descabellada.
Desde joven adquirió el prestigio de ser un buen jinete, integrante de la fuerza de la Caballería. Fue un sirviente fiel de la dictadura criminal del Gral. Alfredo Stroessner, y desde la Caballería cometió toda clase de tropelías, que el pueblo los recuerda dolorosamente. Integró además las filas de la ANR, Partido Colorado, hasta su separación. Entonces se convirtió en fundador de un nuevo partido: UNACE, que le permitió convertirse en protagonista y árbitro del proceso político paraguayo.
No tuvo empacho en dedicarse a las actividades vinculadas a los oscuros negocios, y sin rubor alguno, amasar una gran fortuna. Fueron sus primeros 35 años de disfrute del poder, y de las más descabelladas arbitrariedades que el ejercicio del mismo representó en el escenario del país.
Se habla de que su fortuna llegó a la suma de UN MIL MILLON DE DOLARES, del que hacía ostentación en sus mítines político partidarios.
Se confabuló con el General Andrés Rodríguez, el segundo hombre de la dictadura, integrante destacado de la mafia stronista, consuegro del dictador; su compañero de armas de la Caballería - hombre de confianza -,para producir un AUTOGOLPE muy especial, en contubernio con la Embajada de los EE.UU.,y así salvar el pellejo ante la posteridad, desplazando al General y embarcándolo al Brasil en un exilio dorado.
Gracias al GOLPE que destronó a Stroessner, Rodríguez, Lino O, sus compañeros de Armas y toda la farándula politiquera que mamó en la ubre del régimen más oprobioso de nuestra historia,los golpistas, y en particular Lino Oviedo, se dieron el lujo de continuar otros 24 años, que sumados a los años del stronismo, significa una vigencia de prácticamente 50 años. Gracias al golpe, se garantizó la continuidad de la corrupción orquestada por la dictadura, y la IMPUNIDAD de los criminales y ladrones del régimen. Se instaló una pseudo democracia, corrupta y entreguista.
Y es justamente la herencia maldita que nos dejan. Los "HOMBRES ESCOMBRO" tan certeramente tipificado por el Mons. Ismael Rolón - (QEPD), lo representan acabadamente. Por eso la conciencia nacional e internacional repudia todo intento de los oportunistas y fascinerosos, de declarar héroe a una figura que es la negación de un heroísmo auténtico. Nuestros HEROES deben estar indignados en su tumba ante tamaña ofensa.
Su muerte marca un tiempo de deslinde entre el pasado y el futuro, y una clara distinción entre la política preconizada por un maquiavelismo descarado, y la verdadera política que persigue el bien común y la felicidad del pueblo.
El MARZO PARAGUAYO, y las diferentes intentonas de protagonizar GOLPES DE ESTADO, es parte de la triste memoria que acompaña la vida y muerte del General Lino Oviedo. Todos indican que fue el estratega y artífice del juicio político parlamentario expres que derrocó al presidente constitucional del Paraguay Fernando Lugo Méndez, y que esa última aventura política, lo recolocó casi en la cima de los poderes fácticos.
Su desaparición del escenario político, tendrá inevitablemente impactos desacostumbrados. Su verticalismo - personalismo, su ambición desmedida, su impaciencia desequilibrante, su conducta arrogante y su estilo fascistoide, su forma mafiosa de operar, tendrá profundas repercusiones en su tolda política, en su núcleo de obsecuentes y seguidores incondicionales, y en todo el mapa político del país. El tablero del ajedrez electoral próximo, nos indicará claramente las oscilaciones de la aguja partidaria, las operaciones de los pescadores en río revuelto, y los resultados que la recomposición del electorado nos enseñará a partir del 21 de Abril y meses y años siguientes.
Y las circunstancias que acompañaron su trágica desaparición en un momento totalmente inesperado, nos obliga a reflexionar sobre la ética política, sobre la necesaria sensatez y la ambición desbocada, sobre la honestidad, la decencia, la verdad, la humildad y las virtudes ciudadanas, que hoy pareciera estar sumergidas en la más profunda oscuridad. Estamos llamados a rescatarla.
Nos viene a la memoria el sabio consejo del ex Presidente e intelectual paraguayo Don Manuel Gondra, quien recomendaba distinguir siempre la verdad política de la verdad verdadera.
Esta triste muerte nos alecciona: busquemos y encontremos la VERDAD VERDADERA, y no nos dejemos seducir por la VERDAD POLITICA que nos presenta la coyuntura, y un triste episodio de la misma. Necesitamos inaugurar en el país un tiempo de grandeza ciudadana. Es nuestro tiempo.
Rodolfo Romero Garcete
Ex Secretario General Adjunto de la CLAT; ex Director General de la Universidad de los Trabajadores de América Latina (URAL); ex Presidente de la Comisión Latinoamericna de Defensa de los Derechos y Libertades de los Trabajadores y Pueblos de América Latina (CLADEHTL). En la actualidad es Asesor de la CNT de Paraguay.
Fuente: Rebanadas de Realidad
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