Este domingo 09 de mayo, Venezuela fue estremecida con una noticia que no tiene precedentes en el país. Alrededor de 80 paramilitares colombianos fueron capturados, mientras se les seguía la pista a otros 50, luego de que efectivos de efectivos de la DIM, la Disip, la Guardia Nacional y del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas allanaran una hacienda del Sr. Robert Alonso (vea quien es este señor en http://www.espacioautogestionario.com/robert.htm ), en el municipio Baruta de la ciudad capital. El Comisario Miguel Rodríguez, director de la Disip, indicó en declaraciones a la prensa que los paramilitares pretendían protagonizar un ataque esta semana contra una instalación militar en Caracas. El lunes se les llevaría a otra nueva hacienda donde se les daría entrenamiento final con armas y municiones, de manera de ejecutar el miércoles los actos terroristas. También señaló que ya tienen información de quienes son los que financian, los autores intelectuales y el grupo de militares disidentes venezolanos que están involucrados, entre ellos el general golpista, Felipe Rodríguez, alias el cuervo. Se informó, así mismo, que están a la búsqueda de Roberto Alonso, propietario de la hacienda donde permanecía el grupo paramilitar. El Director de la Disip aclaró que no hubo participación de las policías de Baruta, EL Hatillo y Chacao, en la captura de los paramilitares. Por otro lado, el Presidente Álvaro Uribe, a quien insistentemente se le señala como personaje vinculado a los paramilitares, alabó la acción venezolana e indicó que "lo que necesitamos es que los gobiernos de los países vecinos nos ayuden capturando delincuentes de Colombia, guerrilleros o paramilitares". Mientras, el Alcalde del Municipio Baruta, Capriles Radonski, informó que toda esta noticia constituía un Show mediático. Esta afirmación es de lo mas temeraria, pues implicaría que el mismo presidente colombiano estaría prestándose para ese Show. Por cierto, este Alcalde fue impuesto de un auto de detención por su participación en el asalto a la embajada cubana, hecho ocurrido durante el Golpe de Estado de abril de 2002. Otros pronunciamientos fueron el del Defensor del Pueblo, Germán Mundaraín, quien afirmó categóricamente que existen fundadas evidencias históricas para sospechar de la participación del Departamento de Estado estadounidense en la operación paramilitar! frustrada el pasado domingo por los organismos de seguridad del Estado. Por su parte, el Centro Carter manifestó que condena de manera enérgica la presencia de todo tipo de contingente irregular o paramilitar, así como el uso de la fuerza con fines políticos. El Secretario General de la OEA, César Gaviria, también se pronunció, condenando lo sucedido. Luego de darse los hechos del día domingo, el Tribunal Segundo de Control Militar, a cargo de Rubén Darío Garcilazo, dictó diez órdenes de captura contra militares activos y retirados. Hasta este martes 11, tres oficiales habían sido detenidos. Ellos son el Capitán (GN) Francisco Javier Nieto, Coronel (AV) Pedro Pico Guerrero y el Coronel (GN) Orlando Castro Yépez. También se libraron órdenes de captura contra otros militares: el Coronel Jesús Farías Rodríguez, Coronel (GN) Antonio Semprún Valecillos, Teniente Coronel Miguel Prieto Morales, Capitán Anderson Díaz Salas, Coronel Sousa Freites, y el Teniente Coronel Fuentes Marval. El tratamiento de la noticia, por parte de los grandes medios de comunicación privados fue exageradamente sesgado. En el caso del diario el Universal, este lunes la noticia ocupó un tercer lugar de su portada, mientras que para el Nacional era una noticia presentada como una gran mentira. Este mismo tratamiento ocurrió con los medios televisivos y radiales, razón por la que fue necesario que el Presidente de la República colocara su programa dominical, Aló Presidente, en cadena nacional de radio y TV, debido a que las televisoras comerciales no estaban informando al respecto. Incluso, lo que insistentemente se insinúa, a veces en forma abierta, es que todo sería un absurdo montaje del Gobierno Nacional. Mientras todo esto se desarrollaba, en los linderos de la Hacienda Daktari, lugar de los hechos en cuestión, fue localizado este lunes 10, el cadáver de una persona presuntamente ajusticiada, dijeron los investigadores de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención, DISIP. También se está a la espera del hallazgo de otros dos cadáveres, reportados ya por los "presuntos" paramilitares. Pero, a todas estas, ¿cuál era la posición del Gobierno Estadounidense? Hasta el día de hoy el Gobierno de EE.UU. no se ha podido pronunciar por cuanto no posee los elementos necesarios para dar una declaración. El vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, no quiso reconocer este martes, como positiva la captura de los paramilitares colombianos en Venezuela, como un acto en contra del terrorismo, "excusándose" de que han seguido el caso solamente a través de los medios de comunicación. Por esta razón, el Vicepresidente de la República ha emplazado públicamente, y de manera enfática, a que se pronuncie el Gobierno Estadounidense al respecto. Ahora bien, el caso de los paramilitares es simplemente una consecuencia de la aplicación del Plan Colombia, con el que los EE.UU. pretenden establecer una cabeza de playa en la hermana república. La incursión de los paramilitares en territorio venezolano es parte de la consabida estrategia estadounidense de dejar en manos de un tercero el trabajo sucio de desestabilizar o tumbar gobiernos que no les sean favorables. El ministro de la Defensa, general en jefe, Jorge Luís García Carneiro, al referirse a los paramilitares capturados, indicó que estos tienen relación con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Recordemos que las AUC como organización paramilitar, son usadas tanto por los EE.UU. como por el Gobierno colombiano, para los trabajos de aniquilamiento y terrorismo en contra de las poblaciones colombianas y vecinas. De lo anterior es fácil deducir quién está detrás del asunto de los paramilitares. Pero, sepan los autores intelectuales, que Venezuela luchará encarnizadamente contra cualquier invasión estadounidense directa o indirecta, bien sea usando paramilitares o ejércitos de países vecinos. Contra Venezuela y la Revolución, no podrán.