El triunfo electoral de Torrijos y la alternativa popular al neoliberalismo
El proyecto nacional
02/05/2004
- Opinión
El 2 de mayo de 2004, Martín Torrijos, fue elegido presidente
de la República con más del 45 por ciento de los votos
emitidos por el pueblo panameño. Durante su campaña, así como
en sus declaraciones inmediatamente después de conocer los
resultados electorales, Torrijos planteó que continuaría con
las políticas neoliberales de sus antecesores.
El presidente electo asumirá el poder el 1° de septiembre de
2004. Durante este período de transición buscará los aliados
políticos que necesita para obtener una mayoría en la Asamblea
Legislativa. Es probable que Torrijos apoye –durante los
próximos 4 meses- al actual gobierno en las negociaciones que
desarrolla con EEUU en torno a un Tratado de Libre Comercio
(TLC) y, además, continúe con la política gubernamental de
ampliar el Canal de Panamá.
Las elecciones y las políticas neoliberales
La lucha contra las políticas neoliberales en Panamá no se
iniciará con la llegada de Torrijos al poder. La lucha se
remonta a más de 20 años, cuando el gobierno nacional de
aquella época impuso el primer Plan de Ajuste Económico (PAE)
concebido por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Las
políticas neoliberales tienen como núcleo las privatizaciones
de las empresas públicas (telefónica, eléctrica, cemento,
ingenios, ferrocarriles), la des-regularización de las
entidades que prestan servicios públicos (salud, educación,
agua potable y seguridad social) y la flexibilización de la
fuerza de trabajo (desempleo, informalidad y pobreza).
En apenas dos décadas, la política neoliberal ha incursionado
en todos los sectores de la economía del país. Las
privatizaciones han transferido ahorros que suman varios miles
de millones de dólares de los sectores trabajadores a los
grupos más adinerados del país y de sus socios extranjeros.
Igualmente, ha hecho retroceder los niveles de salud del
pueblo panameño a los niveles prevalecientes durante la
primera mitad del siglo XX. Asimismo, enfermedades
erradicadas en décadas pasadas, como la malaria y la
tuberculosis, han reaparecido. Los ajustes neoliberales han
empobrecido a más de la mitad de la población panameña,
aumentado en forma significativa el desempleo (especialmente
en los grupos de trabajadores más jóvenes y entre las
mujeres).
El neoliberalismo es una política económica que responde al
desarrollo del capitalismo mundial. Panamá no se encuentra
excluida de sus implicaciones. La crisis global es el
resultado de una sobreproducción de bienes y servicios a
escala mundial que tiene como consecuencia la reducción de las
ganancias de quienes son dueños de capital. Como consecuencia
no hay inversiones productivas y los dueños de los capitales
tienden a buscar "refugio" en los sectores especulativos de la
economía.
El presidente electo y las políticas neoliberales
En el caso de Panamá, el presidente electo, Martín Torrijos,
ha señalado que continuará aplicando ajustes a los sectores
productivos de la economía. Todo indica que el sector
productivo (actividades industriales y agropecuarias)
continuará replegándose generando más desempleo y pobreza. El
sector productivo, que en la segunda mitad del siglo XX llegó
a representar casi el 30 por ciento del producto interno de la
economía nacional, se ha reducido a menos del 10 por ciento en
los primeros años del siglo XXI. Los capitales invertidos en
estos sectores se han exportado o se han "escondido" en
cuentas bancarias.
La táctica de quienes son dueños del capital en Panamá y
quienes, además, controlan los resortes del poder político ha
sido buscar otros mecanismos para continuar apropiándose de
las riquezas del país. El número de trabajadores (obreros y
empleados) se ha reducido de manera sistemática, disminuyendo
las ganancias provenientes de ese sector de la economía. Para
reemplazar esas ganancias, el capital se apropia de los
ahorros de los trabajadores privatizando las empresas
públicas, eliminando servicios sociales y poniendo fin a la
estabilidad del trabajo en el mercado. Miles de millones de
dólares han sido transferidos del sector público de la
economía panameña al sector que dominan los dueños del capital
en menos de dos décadas.
Durante la campaña electoral de 2004, el discurso de Martín
Torrijos se comprometió con las políticas económicas
neoliberales. Esto implica que continuará impulsando la
privatización de las empresas que aún quedan en el sector
público. Igualmente, todo indica que continuará des-
regularizando los sectores de la salud, de la educación y de
la seguridad social. En materia de flexibilización, plantea
lograr un "pacto social" con los trabajadores y mitigar la
pobreza con el incremento de programas caritativo dirigidos
por la futura Primera Dama.
Los sectores populares y el futuro gobierno
Desde hace 20 años los sectores populares intentan organizarse
para enfrentar políticamente a los gobiernos que impulsan el
neoliberalismo. Por razones diversas, en las últimas
coyunturas propicias, los sectores populares fracasaron en su
empeño por definir una política alternativa. En la
actualidad, los sectores populares siguen desarrollando una
estrategia que privilegia la "resistencia", utilizando
tácticas extraparlamentarias y medidas callejeras de fuerza.
Con motivo del próximo cambio de gobierno es necesario avanzar
hacia una nueva estrategia que combine las tácticas históricas
del pueblo panameño, que han arrojado éxitos parciales, con
planteamientos originales que le auguren triunfos políticos
decisivos en el próximo futuro.
En síntesis, presentamos diez puntos que deben desarrollarse a
nivel popular. Hacemos el llamado plenamente concientes que
Panamá entra en un período de transición política de cuatro
largos meses. Hay que romper con el pasado e iniciar una
estrategia de lucha que le permita al pueblo panameño impulsar
su propio estilo de desarrollo que beneficie a los
trabajadores quienes han producido todas las riquezas del país
y continuarán siendo los productores del futuro.
1.- Hay que divulgar y crear conciencia sobre las
implicaciones nefastas de las políticas neoliberales y
proceder a presentar las alternativas que están más de acuerdo
con los niveles de desarrollo de los sectores populares del
país.
2.- Hay que coordinar a todos los sectores populares
organizados en un solo frente con objetivos políticos claros y
precisos.
3.- Hay que movilizar a la población para resistir las
políticas neoliberales e impulsar las alternativas políticas
que más beneficien a los sectores populares.
4.- Hay que desarrollar un proyecto nacional que le dé
prioridad a la producción de riquezas y su distribución
equitativa entre todos los panameños que participan con su
trabajo en el esfuerzo.
5.- El proyecto nacional tiene que privilegiar los sectores de
la producción industrial y agropecuario que constituyen los
motores del crecimiento económico y social, sin perjudicar las
ventajas relativas del sector servicios (asociado a la
posición geográfica del istmo y el Canal de Panamá).
6.- El proyecto nacional – alternativa a la política
neoliberal – es el único que puede generar empleos, impulsar
la universalización de la educación y recuperar los niveles de
salud que demanda la solución de las necesidades de la
población.
7.- El proyecto nacional – que se opone al neoliberalismo por
ser su alternativa – exige políticas inmediatas dirigidas
hacia la construcción de carreteras y caminos, la
electrificación del país y la ejecución de soluciones para el
sistema de transporte colectivo urbano e interurbano eficaces
y económicos.
8.- El proyecto nacional estimula el crecimiento y
fortalecimiento de todas las organizaciones sindicales, los
gremios, las asociaciones cívicas y las cooperativas de
producción.
9.- El proyecto nacional, que tiene como base el desarrollo de
una economía productiva en todo el país sin exclusiones,
requiere de una organización política que coordine y oriente
la acción popular y que pueda enfrentarse, sobre su propio
terreno, a quienes impulsan los ajustes neoliberales en
Panamá.
Hay que unir políticamente a todos los sectores populares
organizados y sus aliados en una estructura que permita
promover el proyecto nacional al servicio del país y de su
población.
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