21 de diciembre del 2012: Pachakuti de la descolonización

18/12/2012
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Un nuevo sujeto social en Bolivia se encuentra en escena: el indio…
 
Ese “indio” producto del desprecio colonial, se presenta hoy con nombres propios: indígenas (CIDOB); originarios (CONAMAQ); campesinos (CSUTCB); interculturales (CSCIB); afro descendientes, o “bartolinas” (CNMCIOB –BS).
 
Contra toda una tradición propia del señorialismo, los desposeídos, despreciados y depreciados de la historia, entran triunfantes al poder aquel 22 de enero del 2006.
 
Incluso cierta izquierda colonial tuvo que aceptar su derrota estratégica.
 
Hoy el país es nada sin los indios, y nada pasa en Bolivia sin los indios.
 
Por ello la proximidad del 21 de diciembre merece explicarse, como se explica el 16 de julio, el 10 de febrero, el 25 de mayo o el 14 de septiembre, son fechas cuya memoria política expresan el futuro mirando al pasado.
 
El 21 de diciembre no se va a caer el cielo, ni una estrella voraz se comerá al todavía llamado planeta tierra (hace tiempo que debería llamarse planeta basurero, o más atrás, planeta agua).
 
El 21 de diciembre es un solsticio más entre los miles que ya tuvo el planeta, solo que –y aquí viene el secreto- este 2012 abre un nuevo ciclo político signado por el Pachakuti.
 
Pachakuti que en lengua castellana quiere decir revolución, revolución política y descolonizadora, como lo ha definido acertadamente el vicepresidente Álvaro García Linera.
 
Pachakuti, es la síntesis de la ideología política en el mundo pan-andino, que proviene de resistencia indígena a la agresión colonial. El Pachakuti es el núcleo ideológico que anuncia el Jach’a Uru (el gran día).
 
Este núcleo ideológico tiene que ver con la Pachamama, que es a su vez la forma de gobierno que se anuncia para la humanidad.
 
Así pues, los Guerreros del Arco Iris (sujeto histórico insurgente) y el Tak’y Onkoy (fiesta rebelde del sujeto histórico) entran en comunión para ofertar al mundo una nueva esperanza, la de vivir en armonía con la Madre Tierra, vivir en armonía con el trabajo individual y colectivo y con ello construir la sepultura del capitalismo y todo su sistema colonial.
 
Pero la pregunta que flota en el aire es ¿será verdad?...
 
Claro que sí, si diferenciamos las búsquedas de la modernidad en su forma revolucionaria, y las construcciones del mundo indio, podemos establecer dos diferencias notables.
 
La primera tiene que ver con la forma histórica de la insurgencia moderna y eurocéntrica, sustentada principalmente, al menos desde el siglo XIX en el Capital de Marx y toda la escuela revolucionaria diseminada a lo largo del mundo.
 
La segunda tiene que ver con las insurgencias indígenas y populares donde la fiesta y el rito, se combinan para expresar el mundo deseado, sin dolor, con alegría y con igualdad. Esta segunda forma es la que ha prevalecido a lo largo de los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX, XX y XXI en gran parte de los países que provenimos de una pesada herencia colonial.
 
Brasil y Haití en su forma predominantemente afro… y
 
Bolivia, Perú, Argentina, Colombia, Chile, Venezuela y Ecuador en un cuadro pan-andino sustentado en la Pacha y la Mama.
 
Por eso es que –al menos en América Latina- junto a las tradiciones escriturarias marxistas con teología de la liberación al lado, se encuentran los ritos antiguos, las voces más antiguas y rebeldes.
 
Puede decirse entonces, que los constructos conceptuales emancipatorios occidentales y modernos, se unen a los constructos rituales igualmente emancipatorios, ritos cuya antigüedad es anterior al Capital de Marx.
 
La palabra escrita se une a la creencia espiritual, la creencia espiritual entra en comunión con la palabra escrita.
 
De esta manera podemos entender el Pachakuti de 1992, como el inicio de la articulación indígena originaria campesina.
 
El Pachakuti del 2006 como el inicio de la revolución democrática y cultural.
 
Y este 2012, Pachakuti de la revolución política y descolonizadora.
 
Por ello este 21 de diciembre, se constituye en un momento político transitorio, donde la fuerza de la Pachamama se une a los ciclos políticos de las más viejas tradiciones indígenas del mundo entero, porque el mundo entero ha sido testigo del sacrificio planetario al cual nos ha condenado el capitalismo salvaje y del cual, si no nos libramos pronto, no tendremos futuro, ni nosotros ni los que vienen detrás de nosotros.
 
El Pachakuti del 21 de diciembre nos prepara para un mundo donde la felicidad de unos no implique el sacrificio de otros.
 
Idón Moisés Chivi Vargas  es Director General de Estudios y Proyectos - Viceministerio de Gestión Comunicacional - Ministerio de Comunicación- Bolivia
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