Clarín venía ganando en Tribunales, pero le empataron 2 a 2

15/12/2012
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Aunque se trata de una disputa política, se puede parangonar con lo futbolístico. El monopolio venía ganando 2 a 0 y al final el resultado fue 2 a 2. El campeonato por la ley de medios continúa.

 
El holding Magnetto se había favorecido con dos fallos judiciales en un momento crucial del partido. Uno fue el de la Cámara Civil y Comercial, que consideró vigente la medida cautelar que protegía a aquél frente a los artículos 45 y 161 de la ley de medios de la democracia.
 
Los camaristas María Najurieta y Francisco de las Carreras, a pesar de las recusaciones por su espesa relación con el monopolio, resolvieron rechazar esas impugnaciones. Y acto seguido fallaron, alegremente, a favor de Magnetto.
 
 Adoptaron tamaña resolución el 6 de diciembre, en la víspera del 7-D, cuando vencía esa cautelar. La Corte Suprema de Justicia de la Nación había resuelto el 22 de mayo que ese 7 de diciembre expiraba la cautelar.
 
 De allí las expectativas del gobierno nacional y los amantes de la democracia, de que en esa jornada se iba a festejar la plena vigencia del derecho humano a la comunicación. Los festejos iban a coincidir con el 10 de diciembre, día de los derechos humanos y aniversario número 29 de la restauración de la democracia. Ya se arrojaban los papelitos que tanto molestaron en 1978 al Gordo Muñoz.
 
 Pero el tándem Najurieta-De las Carreras falló a favor de Clarín. Aún debilitado, el monopolio demostraba que no estaba vencido. Más aún, pasaba a ganar el partido en Tribunales por la mínima diferencia. Fue estruendoso el festejo en la tribuna de la oposición conservadora, con los habituales colados de una “izquierda” tolerada en la medida que se limita a aplaudir a la “barra brava”. Este club había recuperado el aliento -venido a menos- con los motines de gendarmes, las cacerolas de teflón y un paro general de una runfla de sindicalistas que siendo Momos se presentaron como Toscos. Esa agitación de clases medias y acomodadas no ponía en riesgo la vigencia de la ley de marras. Lo consiguió ese fallo de los “dos puntas”, Najurieta y De las Carreras. Los palcos VIP deliraban. Frente a esa circunstancia adversa, el Poder Ejecutivo presentó un recurso de “per saltum” ante la Corte Suprema, recordándole que en su fallo de mayo había fijado la finalización de la cautelar para el 7-D. Martín Sabbatella, de la AFSCA, también llegó con sus quejas al alto tribunal, porque camaristas recusados habían pitado en esta jugada. Gran expectativa en el estadio y el país. ¿La Corte estaría a tono con la justicia? Buena parte de sus antecedentes ameritaban el optimismo de que habría un fallo ecuánime. Error. El lunes 11 denegó el “per saltum” a pesar de que estaba bien fundado y apoyado en una ley del Congreso. Por fallo unánime de sus 7 miembros, el tribunal no cobró un penal grande como una casa. En vez de Corte Suprema progresista se comportó como la AFA del mafioso Julio Grondona. Era el 2 a 0 a favor del monopolio...
 
Se remonta el resultado
 
 Justo el día que los cuestionados camaristas emitían su fallo (el 6/12), pero con unas horas de antelación, se conoció un durísimo documento de la Comisión para la Independencia del Poder Judicial y la corporación de togas. Aún con algún cuidado en las palabras, la declaración fue un pelotazo en contra del arco gubernamental. Se acusaba al gobierno de presionar gravemente a los magistrados y afectar la independencia de los poderes.
 
 Con ese apoyo de tan caracterizados hinchas, Najurieta y De las Carreras reforzaron su convicción de que estaban actuando muy bien y terminaron de pulir su escrito a favor de la cautelar. Aquella comisión está coordinada por dos supremas, Elena Highton y Carmen Argibay, además de contar con el visto bueno del titular, Ricardo Lorenzetti y de Juan Carlos Maqueda. Los camaristas se habrán preguntado si la Corte no habría cambiado de hinchada pese a la sentencia del personaje de “El secreto de tus ojos”.
 
 El rechazo al “per saltum” se conoció el lunes 10, un día emblemático si los hay. Y tuvo una carga extra de desafío no ya al poder sino a la paciencia de mucha gente, pues Clarín gritaba su segundo gol al día siguiente de una masiva conmemoración por la democracia en plaza de Mayo. En esa cancha se dijo de todo menos bonita a las corporaciones judiciales y no sólo mediante el discurso de Cristina Fernández. La gente se había indignado con esos algo más que “bolsones” de una justicia con la camiseta del monopolio.
 
 Esa masiva concurrencia y su aliento empezaron a surtir efecto. Se comprobó que la tribuna puede inyectar ánimo en un equipo que viene perdidoso. Primero hubo una declaración de 200 funcionarios judiciales aclarando que no se sentían para nada identificados con las corporaciones y la susodicha Comisión de Independencia Judicial. Los magistrados progresistas, junto a rectores y decanos de universidades y facultades de Derecho reclamaron una justicia independiente de los poderes del Estado pero también de las corporaciones y los intereses económicos. En lenguaje futbolístico, parecían reprocharles “El que no salta es de Clarín”.
 
 Y así llegó el primer gol nacional y popular. El martes 11 el fiscal Fernando Uriarte, ante el requerimiento del juez Horacio Alfonso, aconsejó rechazar los planteos de Clarín y declarar la constitucionalidad de los artículos cuestionados. Afirmó que esos artículos “no conculcan los derechos constitucionales de propiedad y de comercio del Grupo Clarín”. Añadió: “la admisión de la pretensión de los demandantes implicaría una invasión del Poder Judicial en la zona de reserva de otro poder del Estado”. A lo largo de 67 páginas, le cascoteaba el rancho a Magnetto. Con ese gol empezó a cundir la intranquilidad en la tribuna del monopolio y su cuerpo técnico. Ya “Olé” no estaba seguro de qué iba a poner en tapa al día siguiente. Triunfo seguro, no era.
 
 ¿Divisa o celeste y blanco?
 
 Lo mejor estaba por llegar. El viernes 14 Horacio Alfonso falló a favor de la constitucionalidad de los artículos de la ley de medios. Para el juez la mencionada norma es absolutamente legal y constitucional. Las licencias de Clarín son “concesiones otorgadas por la Nación cuya extinción, revocación o modificación por razones de oportunidad está sometida al criterio y apreciación de la Nación misma”.
 
 La resolución sostuvo que “ningún interés de orden privado puede sobreponerse a las consideraciones y voluntad del concedente de las licencias, que es el Estado, exclusivo responsable de considerar si subsisten o no los motivos de utilidad general que justificaron la concesión”.
 
 Alfonso le recordó a Magnetto que si su patrimonio sufre un daño, podría reclamar una indemnización, pero no ahora, cuando ese perjuicio no se ha consumado.
 
 La reacción del multimedios dominante fue histérica. No sacó un comunicado sino dos. En un lenguaje más de barra brava que de jurista, sus letrados vociferaron que “la decisión (del juez) desconoce flagrantes violaciones a los derechos constitucionales de libertad de expresión, igualdad ante la ley, legalidad, propiedad y libre competencia”. Era como escucharlos gritar, “Alfonso hdp, la madre que te parió” y otras consignas domingueras. Querían romper el alambrado. Tiraban bengalas al campo de juego y bombas de estruendo. Buscaban suspender el partido, como se ha visto en tantos campeonatos. Aún los menos entendido en la materia, saben que esos recursos son de los que van perdiendo y no lo admiten porque tienen miedo a una goleada. Los bufetes que defienden a esos inadaptados aseguraron que mañana presentarán una apelación. Con el ánimo por el suelo, confían en que los dos camaristas amigos, más un tercero, Ricardo Guarinoni, puedan revertir esa medida “alfonsinista”. Quieren anular ese gol nak&pop casi sobre el final del tiempo reglamentario, pero ni Julio Grondona se atrevería a tanto.
 
 “Se ha violado además la garantía del debido proceso”, denunciaron los letrados de Clarín y Cablevisión. Por fin se ha hecho justicia, replicaron desde las otras tribunas, donde se reavivó la esperanza de aplicar plenamente la ley 26.522. Sabbatella y AFSCA quieren salir ya y dar la vuelta olímpica. Lamentan que el Torneo Inicial hubiera finalizado el domingo pasado porque de lo contrario hoy se habrían hecho un picnic con los avisos en la televisión pública sobre el empate con sabor a triunfo.
 
 Este cronista, futbolero de alma, abre el paragüas, precavido del triunfalismo. Habrá apelaciones de Clarín ante la Cámara y luego seguirán su camino hasta la Corte Suprema, con las consiguientes pérdidas de tiempo adicional o “recuperado”, como se dice en “Fútbol para Todos”.
 
 Hoy está muy bien festejar. Se jugaba bien pero se perdía sólo por jueces comprados y se empató sobre la hora. La clave del cambio hay que buscarlo en la plaza de Mayo del domingo 9, la masividad y el discurso de la presidenta en contra de las corporaciones judiciales. El repudio social al fallo de la cámara tucumana en el caso Marita Verón acumuló en el tercer tiempo más material para un fallo justo como el de Alfonso.
 
 Algunos hinchas de Boca dirán que el empate 2 a 2 fue igual al último superclásico contra River. Error. En la ley de medios no hay camisetas partidarias, por importantes que sean. Está en la cancha la celeste y blanca contra el monopolio Clarín.
 
 
 
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