Las vallas y el típico “Yo no fui”
17/10/2012
- Opinión
A propósito de las vallas en las que aparecen J. Mahuad y un importante funcionario de su gobierno, el candidato Guillermo Lasso, cabe recordar algunas medidas perversas que asumió contra el pueblo y el país.
Nadie discute que Mahuad fue un presidente muy cuestionado, si no el peor. Junto a las mafias que lo auspiciaron, trepó al poder con fraude; entregó a los gringos la base militar de Manta, apoyándolos en su perverso Plan Colombia; cedió a Perú 16.000 km² adicionales a los que se nos arrebató con el Protocolo de Río de Janeiro, echando al traste más de medio siglo de luchas del pueblo.
Aplicó duros “paquetazos” económicos neoliberales del FMI, al que se sometió sin firmar ninguna Carta de Intención. Devaluó hasta la saciedad el precio del dólar, lo elevó desde 5.000 a 25.000 sucres, para imponerlo ilegalmente como moneda nacional, ya que la Constitución jamás se reformó, por lo que siguió constando el sucre como signo monetario del país. Cabe recordar que, antes, su líder y conductor Oswaldo Hurtado sucretizó la deuda externa de poderosos empresarios y banqueros; es decir la asumió indiscriminadamente, con dineros del BCE, tasas de interés subsidiadas, tipo de cambio fijo, provocando una pérdida del orden de $ 1.400 mill. A la época fue el mayor atraco oligárquico de la historia.
Solo fue superado por el salvataje bancario de unos $ 6.000 mill. de Mahuad, para asumir el atraco a los depositantes por parte de banqueros corruptos; para ello decretó abusivamente el congelamiento de depósitos. Crearon la AGD para “devolver” el dinero a sus socios vinculados. Agregaron nuevos robos, cuando en dación de pagos esta agencia aceptó activos “chatarra”, sobrevalorados; que luego, en beneficio de los atracadores, se los vendió a precios subvalorados.
Se perjudicó a las masas, con la dolarización y macrodevaluación, con lo que se licuó aún más la deuda de los banqueros con el público, al que se le devolvía por cuentagotas sus ahorros con dólares, 500% más caros. Redujeron, para establecerlos en dólares, los salarios, sueldos, pensiones, fondos de reserva, dividiéndolos para 25.000. Estatizaron 20 bancos quebrados.
Así y todo, jueces corruptos pretendieron exculparlo. Mahuad con el PSC eliminó el impuesto a la renta, para beneficiar a los poderosos que, aunque con trampas, tributaban por sus ganancias.
En septiembre de 1998, aprobó el “bono de la pobreza” para compensar, muy parcialmente, los efectos nocivos de los ajustes. Después le cambiaron el nombre a bono de la “solidaridad”, les dio vergüenza. Lasso, quien antes se opuso, propone ahora -por interés político- el aumento de $ 35 a $ 50; sin financiamiento serio, provoca la reacción del presidente Correa, que decide aumentarlo adecuadamente para que no se burlen de los pobres.
Fue un terrible gobierno al que sirvió el banquero Lasso como gobernador y súper Ministro. Era evidente que estaba en la línea neoliberal, aunque ahora diga “Yo no fui”. El pueblo sacó a Mahuad. Lucio Gutiérrez, ahora también candidato, ayudó a despacharlo, y cuando fue Presidente, nombró asesor y embajador itinerante al banquero y siguió la fiesta.
Por cierto, aquel que batió record mundial al suscribir con el FMI, meteóricamente, la famosa carta de entrega y se proclamó “el mejor aliado de Bush”, presidente guerrerista que tiene a su haber millones de muertos en Irak y Afganistán, por lo que casi lo nominan premio Nobel de la Paz, como ahora a la UE, que junto a Obama, otro premiado, han invadido Libia y Siria.
La destrucción de las vallas, en alusión a estos dos candidatos, no elimina su triste historia en contra del pueblo.
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