La ola de protestas en México

14/10/2012
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
(Reporte. Ciudad de México. 10/012) Decenas de miles de mexicanas y mexicanos se movilizan durante los últimos meses de este año. Las protestas incluyen el rechazo “a la imposición” del nuevo presidente, Enrique Peña Nieto, del PRI (Partido Revolucionario Institucional) quien habría ganado gracias a una maquinaria de fraude electoral; la oposición a una reforma laboral de corte neoliberal/pinochetista impulsada por el PRI, el PAN (Partido Acción Nacional), el empresariado y la derecha; el enojo por la “guerra contra el narco” que suma 80 mil muertos y unos 20 mil desaparecidos en todo el país. Sellos lacerantes que marcan la realidad de México.
 
La batuta de las manifestaciones la llevan organizaciones estudiantiles, sindicales, campesinas, políticas y de colonos (pobladores).
 
Aunque hay actividades programadas sectorialmente, en la ciudad de Oaxaca todas las agrupaciones coordinadas en la Convención Nacional Contra la Imposición (del nuevo gobierno del PRI que encabezará Enrique Peña Nieto), acordaron el 23 de septiembre efectuar una seguidilla de manifestaciones de todo tipo, lo que incluyó paro nacional y marcha el 2 de octubre; tomas de plazas públicas y medios de comunicación; declarar el 2 de noviembre Día de Luto Nacional por los ejecutados en la “guerra antinarco” desatada por el derechista gobierno de Felipe Calderón; marchas en distintas ciudades contra el fraude electoral y la reforma laboral; cerco a la Secretaría de Hacienda; una actividad definida como “Ocupa Cervantino” que consistirá en protestar durante el desarrollo del Festival Internacional Cervantino en Guanajuato; bloqueo de la Bolsa de Valores en la avenida Reforma.
 
El primero de diciembre, cuando asuma Peña Nieto la Presidencia de la República, la Convención Nacional Contra la Imposición acordó efectuar movilizaciones en todo el país, lo que incluirá las avenidas adyacentes al Congreso de la Unión donde se realiza la ceremonia de toma de posesión.
 
En toda esa ola de protestas están participando el movimiento estudiantil/juvenil #YoSoy132, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, el Sindicato Mexicano de Electricistas, Sindicatos de las Universidades Nacional Autónoma de México y Autónoma Metropolitana, del Instituto Politécnico Nacional, empleados del Instituto Nacional de Bellas Artes, sindicato de Nissan, agrupaciones femeninas, entre otras.
 
En la reunión de Oaxaca estuvieron unos mil 400 delegados de 300 organizaciones de 20 provincias mexicanas.
 
Se espera que sean cientos de miles las mexicanas y los mexicanos que se estén movilizando durante los últimos tres meses de este año.
 
Las primeras marchas se produjeron las últimas semanas de septiembre, donde más de una decena de sindicatos de distintas áreas productivas, universitarias y de servicios  tomaron avenidas céntricas como Reforma y Balderas, marcharon desde el Monumento a la Revolución, el Zócalo, lanzando consignas y explicando su rechazo a la reforma laboral de corte neoliberal/pinochetista (porque es muy similar a la que impuso en Chile la dictadura a través de José Piñera, hermano del actual Mandatario chileno).
 
Miles de trabajadores -hombres y mujeres- participaron en activos plantones en torno de la Cámara de Diputados y del Senado que es donde legisladores del PRI y el PAN, principalmente, están aprobando el cambio de reglas para los trabajadores.
 
Los principales cuestionamientos a la reforma laboral que presentó el saliente Mandatario, Felipe Calderón, y que apoyó el entrante Enrique Peña Nieto, apuntan a que se establecerá los contratos por hora fragmentando el salario; contratos “a prueba” dejando la inestabilidad sobre todo a jóvenes trabajadores; eleva la edad para jubilarse; elimina la antigüedad como factor para ascenso en una empresa o servicio público; se podrá despedir por necesidad de la empresa, sin notificación o aviso por correo; se legaliza y amplía la subcontración o outsourcing como le llaman acá en México; flexibilización del “mercado laboral”; eliminación paulatina de beneficios sociales y sindicales; limitaciones legales a ejercer el derecho a huelga, implantando procedimientos para poder realizarla; nula participación de representantes sindicales y sus organizaciones en la elaboración de la reforma.
 
En cuanto a la imposición de Peña Nieto -que representa el sector neoliberal y derechista del PRI- pese a que ya está legalizada su elección, diversidad de partidos políticos, intelectuales y el movimiento #YoSoy132 plantean que hubo compra de votos, se captó votación con el regalo de miles de tarjetas de consumo de una cadena de supermercados, hubo alteraciones en casillas de electores, no hubo control ni regulación de los gastos de campaña, las televisoras privadas armaron operativos mediáticos para beneficiar al candidato del PRI y hubo un alto abstencionismo. Lo concreto es que muchas y muchos mexicanos no reconocen a Peña Nieto como Presidente legítimo.
 
En el plano institucional, esos planteamientos -de la reforma laboral, imposición de Peña Nieto y crítica a la fatídica “guerra contra el narco”- son levantados por el Partido del Trabajo (PT), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento Ciudadano. También se sumó la nueva coalición que lidera el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, llamada Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). También participan el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y el partido de Liberación Nacional, entre otros.
 
https://www.alainet.org/es/active/58827?language=en
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS