Recuperemos la soberanía sobre nuestro cobre. Aprovechemos el aumento del precio del cobre para los chilenos.
Cobre: Royalty a las transnacionales
16/03/2004
- Opinión
El 18 de Febrero, el precio del cobre llegó a US $1,35 la libra, y
se ha mantenido en torno a 130 centavos a partir de ese momento,
concordando analistas de diverso signo que se mantendrá así por un
tiempo.
Esto se explica por las demandas mayores del mineral en el mundo y
por la atinada –aunque insuficiente- medida de Codelco de mantener
en bodega, sin vender, 200.000 toneladas de cobre. Se da así la
razón a quienes hemos venido desde hace varios años planteando, en
el marco de una propuesta integral de política del cobre, la
necesidad de regular la producción y detener la desenfrenada
explotación de los yacimientos que llevan a cabo las
transnacionales.
Esta alza del precio del cobre significa el ingreso al fisco de
elevados excedentes. Como se sabe, el Presupuesto 2004 fue elaborado
considerando un precio promedio de 83 centavos de dólar la libra, y
ahora, con el alza, el precio promedio va en 113,9, 30 centavos de
dólar más. Se estima que por cada centavo de dólar adicional entran
por lo menos 30 millones de dólares adicionales, lo que significaría
por lo menos 900 millones dólares suplementarios hasta ahora, es
decir, unos 522.000 millones de pesos.
Con razón entonces, diversos dirigentes sociales han hecho la
propuesta de que esos excedentes se destinen a un Fondo Nacional que
alivie la grave crisis social que vive la mayoría de los chilenos,
rechazando el planteamiento del Ministro Eyzaguirre de que se
"ahorrarán" íntegramente.
Este "momento de fiesta de la industria del cobre" -como lo califica
el Vicepresidente Ejecutivo de Cochilco, Patricio Cartagena- debe
servir para planes de empleo de emergencia; para satisfacer las
justas demandas salariales de los trabajadores –entre los que están
los mineros y trabajadores del subcontrato-; para construir
viviendas sociales para los cientos de miles de allegados; para
aliviar la crisis presupuestaria de la educación superior pública; y
para financiar programas de industrialización y modernización
productiva del cobre en Chile que nos permitan poner fin a la pobre
condición de exportadores de concentrados.
El Ministro Eyzaguirre declaró asimismo que las grandes compañías
mineras -casi el 70% de la producción de cobre corresponde hoy a
empresas transnacionales- evaden el pago de impuestos con
triquiñuelas tributarias y deberían ¡¡"renunciar voluntariamente"!!
a los beneficios tributarios que tienen a través del Decreto Ley 600
sobre inversión extranjera.
Mientras Codelco ha aportado más de 23.000 millones de dólares en
impuestos al fisco, por un monto similar de cobre, las
transnacionales han aportado solo 1.100 millones de dólares usando y
abusando de esos y otros privilegios. Ahora recibirán la mayor parte
de los beneficios del aumento del precio. Es ilusorio pensar que
puedan renunciar a ellos "voluntariamente". La historia no conoce
ningún precedente.
Si ya existe una especie de royalty de 10% a las ventas de Codelco,
que van a las FF.AA., ¿por qué no podemos aplicar un royalty de 10%
a las empresas transnacionales?
Hay un amplio consenso para aprobar un royalty, incluyendo los
partidos de la Concertación. Estos han ingresado al Parlamento un
proyecto de ley de royalty, lo cual en sí es una medida positiva.
Pero hay que decir que recién lo vienen a hacer ahora, en el
contexto de un periodo electoral, y muy presionados por el
movimiento de defensa del cobre que se ha desarrollado en el país.
Incluso, un dirigente DC dijo que "si no se aprobaba ahora seguiría
como bandera para las elecciones presidenciales". Es decir, su
planteamiento, para muchos de ellos, es una medida demagógica y
electorera.
Se añade el hecho que el gobierno ha dicho que estudiarán hasta mayo
el tema, pero no es la mejor medida pues puede alejar a los
inversionistas. Es decir, el gobierno está dispuesto a pasar por
encima del clamor mayoritario del país, incluyendo los partidos que
lo componen, para defender los intereses de las transnacionales. ¡Y
así hablan de democracia!
Por ello es que hay que tener claro que cualquier medida que avance
en la recuperación de la soberanía sobre nuestros recursos
naturales, será resultado solo de la movilización y presión de las
organizaciones sociales y políticas, en general de todos los
chilenos patriotas, que obligarán a las transnacionales y al
gobierno a encuadrarse en una política soberana.
Así avanzaremos en la perspectiva de la renacionalización del
cobre.
Proponemos:
1) Aplicar un royalty de 10% a las transnacionales. Apoyamos el
proyecto de ley del Comité de Defensa del Cobre, que no solo plantea
el 10% de royalty sobre el precio de cobre fino extraído, sino que
está claramente argumentado, tanto desde el punto de vista político,
como económico, de los intereses de las regiones, y desde el punto
de vista jurídico.
2) Eliminar el Decreto Ley 600 y demás leyes entreguistas y
establecer una base tributaria adecuada
3) Regular la producción nacional y no seguir aumentándola, de
manera de conservar el precio. ¡Ojo! El vicepresidente ejecutivo de
Cochilco, en la misma entrevista en que elogia la medida de Codelco
de acopiar y no vender un stock de cobre, anuncia que la producción
nacional de cobre, que en 2003 fue de unas 5 millones de toneladas,
llegará este año a una 5,5 millones de toneladas.
4) Destinar los excedentes generados por el alza del precio al gasto
social y a inversión en refinación e industrialización del cobre.
Es momento de juntarnos todos las organizaciones y personas que
estamos por recuperar la soberanía de la patria y acordar un
itinerario de movilizaciones.
* Oscar Azócar, Director del Instituto de Ciencias Alejandro
Lipschutz
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