Sindicalismo 2000

27/10/1999
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Entramos al nuevo milenio con un concepto evolucionado o amplio de sindicalismo. Hoy el Movimiento Sindical se proyecta como una institución sociopolítica, amplia y multifacética más allá de la empresa tradicional y en función de toda la sociedad. El concepto tradicional de sindicato de empresa es limitado y entró a una etapa de agotamiento como institución de incidencia. La clase trabajadora no puede continuar subordinando su ámbito de organización al espacio cada vez más reducido del empleo formal, puesto que estamos frente a un proceso de transformación del mercado laboral, en donde los empleadores son cada día menos visibles, producto de la globalización. Por otro lado, la clase trabajadora, también ha dado saltos cualitativos en su proceso de desarrollo. Hoy cuenta con recursos altamente calificados en las distintas ciencias, capaces de incidir en todos los campos en beneficio de los trabajadores. Una parte de los trabajadores ha logrado accesar a la propiedad de los medios de producción, participando de diferentes formas en la gestión del capital, generando sus propios empleos y hasta compitiendo con las empresas capitalistas. Agenda renovada Hoy el Movimiento Sindical tiene presencia activa en todos los países del mundo con un progresivo nivel de articulación en la lucha por un mundo más humano y con justicia social. Los sindicatos hacia el nuevo milenio se han propuesto grandes retos, entre los cuales están: la defensa de los derechos humanos y laborales, protección y mejoramiento del medio ambiente laboral, en general, socialización del acceso al conocimiento científico técnico en beneficio de la humanidad, mejoramiento gradual y sostenido del nivel de vida de toda la población, la promoción de la cultura, el deporte y la recreación de todas las personas. Pese a la imagen negativa que proyectan los adversarios del sindicalismo, debemos reconocer que hay experiencias negativas y positivas, como en todo proceso, que son las bases para continuar trabajando por un mundo mejor desde la realidad que vivimos. Entre esas experiencias positivas cabe destacar: el establecimiento de algunas leyes nacionales y algunas normas internacionales, que si bien es cierto su no cumplimiento a cabalidad, son un instrumento para continuar luchando; la gestión sindical se expresa cada día más en los gobiernos locales, en los parlamentos nacionales, en las instituciones del estado y de alguna forma en los organismos internacionales. Hoy los sindicatos no solo se limitan a la gestión de mejores salarios y empleos permanentes, la gestión sindical es más amplia, puesto que las relaciones laborales solo son un aspecto de la vida económica y social. Además, las empresas al igual que los estados nacionales ya no definen las políticas económicas porque ahora las reglas del juego son impuestas por las transnacionales. Formas organizativas Organizacionalmente el movimiento sindical ha venido adoptando diferentes formas y métodos de actuación para defender sus intereses ante las instancias que corresponda. En las pocas empresas que contratan mano de obra permanente, los trabajadores se agrupan en sindicatos y establecen su convenio colectivo con el empleador. En el caso de los trabajadores "por cuenta propia o trabajo informal" estos se organizan en sindicatos territoriales o de oficios varios, así como en asociaciones por afinidad de profesión. Gran parte de los trabajadores calificados o profesionales han creado sus propias ONGs o sus propias empresas para mejorar su nivel de vida. Esto es un avance en el proceso de emancipación de la clase trabajadora. Los trabajadores que han logrado conquistar la propiedad de algunos medios de producción como: tierras, participación accionaria, negocios familiares etc. han adoptado formas de organización cooperativas, sociedades anónimas laborales, empresas familiares o particulares. Entre éstas modalidades de gestión económicas se han venido tejiendo sistemas de asociatividad y autogestion para sobrevivir e incluso para competir en el mercado. En cuanto a la gestión política, algunos sindicalistas han accesado a cargos públicos, incidiendo en alguna medida en la definición de políticas favorables a los trabajadores, sin dejar de decir que algunos se han olvidado de su clase y actúan como robots al servicio exclusivo de sus partidos. El sindicalismo en Nicaragua Nicaragua, al igual que todos los países centroamericanos ha experimentado el divisionismo o la atomización del movimiento sindical, producto de la manipulación por parte de los distintos grupos económicos para mantener subordinada a la clase trabajadora. Sin embargo ante las reflexiones hechas por el propio movimiento sindical, éste fenómeno está pasando a la historia ya que la tendencia es hacia la unidad en la acción sobre temas e intereses comunes a las partes. Esos temas coincidentes están siendo abordados en las reuniones de las Mesas Laborales, tanto a nivel nacional como a nivel centroamericano. En las Mesas Laborales participan todas las expresiones sindicales, sin distingo de siglas o tamaño. En Nicaragua las organizaciones sindicales forman parte del FODECA (Foro de Desarrollo por el Empleo y la Calidad) que es una instancia bipartita de empresarios y trabajadores, que funge como una antesala para realizar propuestas conjuntas ante el gobierno, ante otros sectores de la sociedad y ante la comunidad internacional. En esta instancia priva una mayor conciencia de nación. En otro orden, el movimiento sindical se prepara para participar en el Consejo Nacional de Planificación Económico y Social que el gobierno ha creado para concensuar su política económica. Los trabajadores queremos claridad en la aplicación de los fondos de reconstrucción post Mitch. Con la renegociación de la deuda externa requerimos participar como sujetos en los programas de desarrollo y de generación de empleos, junto con los empresarios debemos concensuar entre otros asuntos lo referido a la seguridad social, al código del trabajo, al sistema de educación técnico profesional, al régimen de zonas francas, al sistema tributario; debemos redefinir el sistema de tarifas de agua, luz, teléfonos, y transporte, todo lo cual está impactando negativamente en los costos de producción y en el nivel de vida de la población, lo cual hace que el país sea inviable económica y socialmente. Presencia regional A nivel regional centroamericano, La Mesa Laboral está participando en las conferencias del trabajo impulsadas por el PARLACEN, así como en la ICIC (Iniciativa Civil para la Integración Centroamericana) para incidir en las instancias del SICA (Sistema de Integración Centroamericana). Entre otros temas en este nivel se están discutiendo iniciativas para proteger los derechos de los trabajadores migrantes, la erradicación del trabajo infantil, la salud laboral y la no aplicación de plaguicidas altamente tóxicos, el problema de la vulnerabilidad de la región ante los desastres naturales, los efectos sociales de los Tratados de Libre Comercio, los efectos sociales de los planes de ajuste estructural, el problema agrario y la migración campo-ciudad, el tema de la producción de alimentos, la desarticulación del sistema agroexportador por la baja de los precios internacionales, etc. Dentro de este fenómeno de regionalización y globalización, el sindicalismo es una de las pocas instituciones que a nivel local, nacional, regional, continental y mundial, está trabajando en la búsqueda de una respuesta integral, objetiva y global ante la gran crisis que se esta viviendo en el mundo, en el que el 80% de la población vive con el 20% de los recursos y un 20% de población capitalista ha concentrado el 80% de la riqueza del mundo. Este fenómeno de desigualdad se está expresando en Nicaragua. José Adán Rivera C es dirigente sindical de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) de Nicaragua.
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