Peñarol y la bruja

05/09/2012
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Realmente este país es increíble, en lo bueno y en lo bizarro o de mal gusto.
 
Historietas y grotescos se intercalan en un desfile de absurdos con rating asegurado a raíz del caso Peñarol y una llamada “bruja” culpable de la mala racha deportiva del equipo.
 
La conclusión es fácil, no gasten en entrenamientos sino en hechiceros.
 
Importante resaltar el poder de captación del medio y la palabra escrita, y antropológicamente digno de observar el fenómeno -este sí- de repercusión en la gente. Podría deberse a que la situación se da en el ámbito del fútbol algo tan popular, o que la mezcla es explosiva al juntar lo esotérico con la actividad futbolística de un cuadro de masivo arraigo local.
 
También podría ser que no haya nada extra ordinario para mostrar y esto “prende” como fuego en pasto seco.
 
Lo que sea, es exagerado.
 
Total, la tele la pagamos todos..! (y todas)
 
El entretenimiento asegurado de lo superficial y efectista sin dudas es gran parte del gancho.
 
No voy a agregar nada al intríngulis pues no puedo evitar estar de alguna manera involucrada en estos avatares misteriosos en torno al club aurinegro, no sólo por lo que represento, sino porque la prensa nos entrevistó por esto en una oportunidad.
 
Sé que a mí me dicen “bruja” como brujos nos dicen a los afroumbandistas y no nos creen si decimos que no lo somos. También sé y lo diré siempre con la paciencia de quien tiene razón, que dada la connotación vulgar de la palabra, es denostativo llamarnos así al igual que cuando nos dicen “macumberos”.
 
Si lo será que hasta hay una ley que penaliza los actos de discriminación. Para colmo, los truchos y las truchas inmiscuidos en nuestra colectividad con tal de vender supuestos poderes y salir en televisión, alimentan el mito autodenominándose con lo que sería en realidad un insulto a la religiosidad de matriz africana.
 
¡Brujos tu madrina! Sería la contestación adecuada y más fácil de entender.
 
Ni siquiera tenemos un “diablo” en nuestra liturgia como tienen los cristianos. Claro que existe la maldad implícita en el alma humana como des virtud y nadie estamos libres de padecerla, siendo la envidia la peor “brujería” o maleficio, porque corroe las energías protectoras del aura y enferma el espíritu.  
 
Claro que nuestras creencias tienen aspectos mágico-religiosos en sus rituales. Este componente sumado a la tradición racista, hace que nos confundan a fundan en una misma conceptualización a clarividentes, videntes, espiritistas, umbandistas, Pais, Maes, magia negra, macumberismo, kimbanda, batuqueros, chamanes y así por delante, olvidando que los afroumbandistas integramos una cultura milenaria que debería ser respetada en su idiosincrasia y valores.
 
Llamar Juan a Pedro no creo que le guste a Pedro y menos si ese nombre es asociado a algo “malo” o al menos de dudosa legalidad o buen proceder.
 
Bruja significa “mujer sabia” y a eso, muchas y muchos le temen no porque haga daño, sino por decir verdades.
 
Yo creo porque las hay.
 
Por suerte, para mí, las hogueras se han quemado.
 
- Susana Andrade – Atabaque – 609 FA.
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