Bolivia: Mestizos
Cuando el censo se torna disenso
10/08/2012
- Opinión
El nuevo censo que se realizará a partir de noviembre del presente año permitirá la conformación de un nuevo mapa socioeconómico del país. El censo será un diagnóstico para reconocer los avances y los retos que debemos enfrentar como nación de naciones y un Estado Plurinacional en plena transformación, de Estado Neoliberal a Estado Integral.
Uno de las metas del censo es el rescate de la identidad de los pueblos originarios, de los pueblos indígenas. Y esto va más allá de ver el nombre de sus naciones plasmadas en la boleta censal; es una deuda histórica a los pueblos que fueron esclavizados, mutilados e incluso “culturizados”, que también es una forma de etnocidio, donde no se mata las colectividades étnicas, pero sí sus conciencias.
Con el argumento de que “todos somos mestizos”, la derecha hace una campaña mediática para la inclusión del término en la boleta censal. Intentan transformar el censo en un disenso. Pareciera que el gobierno esté negando el derecho de identidad a una colectividad. Aquí se trata de escaños en la Asamblea Plurinacional. Teniendo como base el resultado del censo el Ejecutivo deberá asignar 36 representantes indígenas en el Legislativo. Con el término “mestizo” en la boleta, la derecha haría una campaña mediática gigantesca para que hasta los ayoreos de Rincón del Tigre, marquen esta casilla; intentando alterar la composición de los escaños de diputados en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
En Bolivia el censo de población y vivienda, se realiza cada diez años, determinado en base al decreto de Ley Nro. 14100, el 05 de Noviembre de 1976, durante el gobierno del dictador Hugo Banzer Suarez. Durante el último censo efectuado en 2001 se vió que el país contaba con una población de 8.274.325 de habitantes de los cuales 3.108.443 pertenecen al área rural y 5.165.882 al área urbana, según los datos emitidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Demostraré en estas líneas, del por qué no hay bases sociológicas, biológicas, genéticas, étnicas ni culturales para que el término “mestizo” (que incluso es un anacronismo histórico) haga parte de la boleta censal.
Mestizo como sello del Imperio español
El término mestizo fue acuñado por el Imperio español en el siglo XVI, para clasificar a una de las "cruzas" o "castas" que hacían parte de la estratificación social de tipo racista impuesta en sus colonias en América: la del hijo de un padre de “raza blanca" y una madre de “raza roja". El sistema de castas español derivó de la doctrina medieval de los estatutos de limpieza de sangre. Las personas clasificadas como mestizas tenían un estatus social disminuido, que les impedía o limitaba su acceso a la educación y a posiciones de mando, propiedad o prestigio.
Con la independencia de la América española, los nuevos estados surgidos en el siglo XIX, no abolieron las "prerrogativas de sangre y nacimiento", perpetuando la desigualdad ante la ley. Se ha dicho falsamente que prácticamente toda la población hispanoamericana es mestiza, y se mantuvo un error de “clasificación”, que no tiene básica empírica, ni científica. A las clases dominantes les gusta resucitar exónimos (nombre con que una comunidad denomina a otra dada) y transformarlos en endónimos (la denominación con que se autodenomina una comunidad cultural, lingüística, étnica o nacional a sí misma) para intentar causar identidad con las clases que explotan. En el oriente la palabra “camba” era un exónimo, las clases dominantes, principalmente de Santa Cruz, utilizaban el término para denominar a los originarios del pueblo, de forma peyorativa, despreciativa. “Estos cambas patazas”, era una frase bien recurrente, tanto como las palabras “kunumis”, “paicos”, lo son ahora para la misma clase dominante. Para causar identidad con su pueblo, “ser camba” pasó de exónimo a autónimo, para la burguesía. En el oriente todos son cambas, unos más que otros, principalmente si son dueños de los grandes medios de producción.
Si alguien del occidente se identifica con el proyecto de clase de la “oligarquía camba”, lanzan el aforisma de que el camba nace donde le da la gana. La Nación Camba llevó estos devaneos a la máxima potencia, pero por la falta de criterio cientifico para justificar sus afirmaciones, perdió peso y anchura. Con la identificación de las clases explotadas hacia las clases explotadoras es más fácil para la última imponer su proyecto político. Ahora, resucitan una palabra del tiempo colonial, un sello del Imperio español, donde decir que “todos somos mestizos” tiene el fin último de intentar cambiar la correlación de fuerzas en la Asamblea Plurinacional, si logran imponer este falso concepto en la boleta censal. Hay que recordar a Marx & Engels de la Ideología Alemana: “Las ideas dominantes de una época, son siempre las ideas de las clases dominantes”.
Mestizaje, la subversión ideológica de la genética
Del cuestionario de los censores, la pregunta que la derecha está tornando capciosa es la siguiente:
“¿Se considera perteneciente a alguna nación, pueblo indígena originario, campesino o afroboliviano?”.
A continuación se ofrecerá un abanico de 56 posibilidades, entre raciales y culturales. Es por ésto que la derecha grita a los siete vientos y siete mares (a pesar de que estamos enclaustrados por el grillete chileno) que la palabra mestizo tiene que estar presente en el listado. Quieren transformar esto en un imperativo.
Los ilustrados teóricos y defensores léxicos del término mestizo afirman que esto es el resultado de la “mezcla de razas”. Y sin criterio científico alguno, utilizan todo su gigantesco aparato comunicacional para implantar esta idea. El término mestizo significa el etnocidio de las demás naciones, porque el mestizo no es un pueblo, no es una cultura, es sólo una opción que anula todas las anteriores, las suplanta, pues la determinación ideológica es: “Todos somos mestizos”.
En su origen histórico, la palabra mestizo, nació como una palabra despreciativa en el tiempo colonial, utilizarla sería un anacronismo. Mestizaje como “mezcla de razas” sería una subversión de las leyes de la genética, primero porque no existen razas humanas, sino un solo ser humano. Segundo, porque no hay parámetros científicos para clasificar “el grado de mestizaje”. Si de un lado los nazis intentaban probar la “pureza racial”, aquí quieren declarar la “impureza de la raza como mezcla de todas las otras”, pero de la misma forma racial quieren anular “el otro” indígena. Es una suerte de limpieza étnica.
En genética no existe la clasificación “mestizo”. La mezcla de “razas” no existe, lo que existe es una combinación de la genética, replicación, transcripción, procesamiento con las experiencias del organismo; lo que determina el resultado final: un ser humano. Los genes corresponden a regiones del ADN o ARN, dos moléculas compuestas de una cadena de cuatro tipos diferentes de bases nitrogenadas (adenina, timina, citosina y guanina en ADN), en las cuales tras la transcripción (síntesis de ARN) se cambia la timina por uracilo —la secuencia de estos nucleótidos es la información genética que heredan los organismos. El ADN existe naturalmente en forma bicatenaria, es decir, en dos cadenas en que los nucleótidos de una cadena complementan los de la otra. La mezcla de genes se denomina miscegenación. De cierta forma todos los seres humanos somos el resultado de una miscegenación diversa. En este sentido no existe una “pureza racial”. Pero cuando hablamos de pueblos indígenas ó originarios hablamos también de una identificación cultural, no de un determinismo biológico, genético. No existe parámetro científico para clasificar un “mestizo”, porque el “mestizo” no existe. Es un contra sentido querer suplantar la miscegenación genética con una palabra de los tiempos de la colonia como el de mestizo/mestizaje. Dicho de otra forma, ésta es solo otra manera de etiquetar a colectividades humanas, negando su identidad. El concepto de “mestizo” es un concepto ideológico que no tiene un cuerpo teórico definido, ni pies ni cabeza. Ni parámetro científico alguno. La derecha boliviana que gusta tanto subvertir las leyes de la razón, ahora intenta desesperadamente subvertir las leyes de la genética. “Ser mestizo” no es ni real, ni racional; y parafraseando a Hegel: “Todo lo que es real es racional, y todo lo que es racional es real”.
Mestizo: la mixofobia de la derecha
La mixofobia es el miedo a mezclarse con alguien diferente. El fomento de la mixofobia es otro punto preponderante en las clases dominantes. Va más allá del racismo, de la xenofobia, del etnocentrismo. Esta mixofobia y este rechazo al prójimo exceden de la dimensión racial. Si se rehúsa la sangre del otro para el matrimonio mixto, se rehúsa también su religión, su cultura y su manera de ser. La miscegenación es el mejor antídoto definitivo a largo plazo contra la discriminación racial y religiosa. Unamuno decía que “el fascismo se cura leyendo, y el racismo viajando”. El mestizo es superior a los “indios”; es la síntesis entre el europeo y el indígena americano, negando la identidad del segundo y haciendo “aleluyas” a la dominación cultural del primero. El “mestizaje” es la nueva eugenesia buscando la “mejora” de los rasgos hereditarios de los bolivianos mediante la inveterada exclusión del indígena. La derecha hace una suerte de “ingeniería mental” midiendo a todos con los mismos genes en sus acalorados discursos mediáticos. De esta ingeniería mental a la ingeniería genética, es un paso. Intentan con este discurso del “mestizaje” hacer parecer que todos somos iguales, todos somos mestizos. Este discurso, que es ideológico, esconde las diferencias de clase, esconde que no somos iguales, esconde la explotación humana. Esconde que los que se consideran mestizos en las clases dominantes quisieran ser europeos. Esconde un proyecto político, ideológico que tiene por fin último volver al control del Estado por parte de las castas neocoloniales tradicionales. Debemos ser consientes de que, en la realidad como han sido las cosas, el “ser mestizo” es tan solo una construcción ideológica.
¿A que etnia pertenecen los mestizos?
Ya vimos que el concepto de razas humanas es anticientífico. Lo que existe es solamente el ser humano, y dentro del mismo diversas etnias. La definición clásica de etnia : “es un conjunto de personas que comparten color de piel, rasgos culturales, lengua, religión, celebración de ciertas festividades, música, vestimenta, tipo de alimentación, una historia y un territorio. Dichas comunidades comúnmente reclaman para sí una estructura social, política y un territorio”.
Etnia es un factor sociocultural y escasamente biológico, refiriéndose a la adaptación al clima dependiendo del lugar donde se han desarrollado las generaciones anteriores. El ser humano es una especie sin sub grupos (homo sapiens sapiens). Generalmente se aprecia que los grupos étnicos comparten un origen común y tienen una continuidad en el tiempo, es decir, una historia o tradición común y proyectan un futuro como pueblo. Esto se alcanza a través de la transmisión generacional de un lenguaje común, unas instituciones, unos valores y unos usos y costumbres que los distinguen de otras etnias. Friedrich Engels, anticipándose ochenta años a la moderna teoría antropológica, en sus magistrales obras “El origen de la familia, de la propiedad privada y del estado” y “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”, deshace la idea de que la razón, característica exclusiva de nuestra especie, hubiera sido el motor de la evolución. Muestra cómo la sociedad primitiva, que era matriarcal, pasó a ser patriarcal con la aparición de la propiedad privada, cuando ciertos individuos de la comunidad se apropiaron del excedente económico, dando inicio a la sociedad de clases. En Bolivia todavía existe el ayllu en el occidente y la propiedad común en muchas comunidades del oriente. Los jesuitas fundaron Las Misiones, en la chiquitania, para salvar a los indígenas de la esclavitud del Imperio español, en cambio esclavizaron sus almas. Después de la expulsión de los jesuitas en el siglo XVI, los indígenas abandonaron las misiones y volvieron al bosque, fundando diversas comunidades. Hoy en día existen 36 pueblos originarios en Bolivia, que tienen su propia lengua, cultura, tradición, etc. 36 naciones, y muchas otras etnias; según el INE suman 56. ¿A que etnia pertenecen los “mestizos”? Dado que no hay un parámetro genético, biológico, cultural para tal definición, ¿cómo definir lo indefinible? ¿Cómo conceptuar lo que no existe? Tampoco la antropología puede hacerlo. Así como el mestizaje no existe como asociación de genes, los mestizos no existen como asociación de personas, ni como una colectividad, ni como una etnia.
No hay donde perderse aquí. Los “mestizos” no existen en el espacio ni en el tiempo. No conformaron comunidad alguna, porque nunca existieron concretamente. Siempre fueron los seres abstractos en las mentes del Imperio español y de la Real Academia de la Historia de Madrid . Es más fácil categorizar a los pitufos de etnia, que a los “mestizos”, que solo existen en la mente de sus defensores ideológicos, y en verdad es la nueva arma ideológica de la derecha para poner en marcha sus planes siempre neocoloniales, esclavistas, clasistas y racistas.
Los que no se identifican como siendo indígenas originarios ¿que son?
Todos son bolivianos, como dice el Sr. Vicepresidente de Bolivia. Pero también son el producto de la mezcla de varias etnias, culturas y contextos socioeconómicos. Esta mezcla, esta miscegenación es la que hace a Bolivia rica, en una cultura de culturas, una nación de naciones. Quien no se identifique con un pueblo indígena originario puede marcar la casilla “otro/ninguno”. Ya escuché también la otra falsedad por ahí de que en Bolivia no hay mestizos, solo indígenas. En realidad, yo, un “miscegenado”, nacido en la chiquitania boliviana (¿chiquitano?) con un tatarabuelo materno español, un abuelo paterno alemán, sin ser nada de todo esto, marcaré la casilla “otro/ninguno”, porque es irracional para mí utilizar la palabra mestizo, que por donde se la mire seguirá siendo una palabra colonialista y la nueva bandera ideológica de la derecha putrefacta. Marcando la casilla “otro/ninguno”, declaro también ser boliviano y que la única diferencia que hay entre nosotros es la diferencia de clase social, y ésta debe ser superada en base a la socialización de los medios de producción, la defensa de los recursos naturales ante la amenaza de los países vecinos, y la recuperación de nuestros puertos soberanos en el Océano Pacífico.
- Eduardo Lohnhoff Bruno, militante de la Juventud Comunista de Bolivia [Recopilado y corregido por el Ing. Jorge Edgar Zambrana, Analista de Historia]
El presente artículo, en su versión original, ha sido publicado en el portal http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/26232-bolivia-mestizo-cuando-el-censo-se-torna-disenso.html y, corregido en la versión que presentamos ahora, pidiendo las debidas disculpas al autor.
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