Un nuevo lock out agrario I

Ni democracia ni distribución: renta sin moderación

03/06/2012
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Las patronales del agro argentino proponen, de nuevo, un lock out en contra de las medidas redistributivas tomadas y debatidas en el seno de gobiernos democráticos. Ante la sanción de una ley de revalúo de tierras, las entidades empresarias del campo se alzaron contra normas de la democracia.
 
En la provincia de Buenos Aires, la más ampulosa en el población, tierras fecundas y recursos en Argentina, se sancionó una norma que dicta el revalúo de tierras.
 
Los grandes propietarios "del campo", los mismos que pergeñaron la movida destituyente en 2008 contra la presidenta Cristina Fernández -ni más ni menos porque se pretendió regular el impuesto a la agro exprotación- se opusieron a la medida y reeditaron el lock out patronal.
 
En el artículo "Sí, sí; los gauchiturros seguirán pagando menos de lo que dicen", publicado en la Agencia Periodística de Buenos Aires (AgePeBA), Víctor Ego Ducrot afirma: "Las patronales del campo decretaron un “lockout” en rechazo al revalúo, pero el 62 por ciento de los propietarios, en su mayoría pequeños y medianos, tendrán una reducción o mantendrán los valores que pagaban por el tributo".
 
Según Hugo Biolcati, titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA) -eterna aliada de los golpes militares y los proyecto oligárquicos en Argentina- lo que sucede es que “se aprobó un impuestazo brutal”.
 
Según información recogida por el diario Tiempo Argentino, y retomada por Ducrot, “la provincia cuenta con 19 millones de hectáreas de las cuales 4 millones están en manos de pequeños productores (...) que aportan el 62% de las partidas. La presión impositiva sobre este sector se reducirá o quedará igual".
 
"Los cambios apuntan al núcleo concentrado que acumula las 15 millones de hectáreas restantes e implican el 38% de las partidas rurales provinciales”, publica el diario citado. Esa afirmación cuadra a la perfección con lo dicta cualquier manual de gestión de tendencia popular. De allí la sublevación de la oligarquía agraria.
 
Desde el ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires estiman que "con el revalúo, los ruralistas más pudientes deberán pagar en 2013 por Bienes Personales entre 300 y 600 millones de pesos en total, esto varía si un productor tiene tierras en otras provincias. Este año el gobierno nacional recaudará por ese impuesto unos 8000 millones de pesos", repone Ducrot en su artículo.
 
Con la arrogancia de 2008, pero una merma más que considerable en la expresión de apoyo en la calle -vale recordar el 54 por ciento de los votos que recibió en las elecciones de 2011 la presidenta Cristina Fernández y el proyecto nacional y popular que lidera- el titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), el otrora "progre" Eduardo Buzzi, afirmó que “es muy grande la bronca que hay en el campo, no sólo bonaerense.” Claro, también se quejó de que los valores de la tierra bonaerense se irán a la “estratosfera”.
 
Ducrot recuerda que, según datos oficiales "en la última década el precio de la tierra provincial aumentó en promedio un 570 por ciento sin que existiese un correlato en la valuación fiscal". A la vez, "el Impuesto Inmobiliario Rural representó, el año pasado, el 2 por ciento de lo recaudado por la provincia. Una caída significativa si se considera que en 1955, con el último revalúo completo de la tierra, el impuesto aportaba el 15 por ciento de la recaudación".
 
Biolcati, montado en la ira de quien no quiere dejar de ganar ni un céntimo, le advirtió a la presidenta Cristina Fernández que no “irrite” al campo como lo hizo en 2008 durante el conflicto por las retenciones móviles.
 
Respecto del lock out convocado, es incierto el acatamiento y las repercuciones. Ducrot afirma que desde el gremio de recibidores de granos que desempeña tareas en puertos y plantas de acopios (URGARA) "manifestaron que durante la jornada de ayer la actividad se desarrolló con absoluta normalidad y que no se sabe cuál será el nivel de decisión de los productores en este tema, porque tienen compromisos para cumplir, hasta que no pase la primera semana no vamos a saber el impacto”.
 
En la nota "Los `gauchiturros` al ataque", publicada en esta edición de APAS, Ducrot 
describe por qué bautizó como “gauchiturros” a los crispados que llaman a repeler las normativas de una democracia que apela a la redistribución.
 
En ese mismo sentido, en el artículo "Dólar, gauchiturros, cacerolas garcas y patéticas; ¿qué más?", el periodista retoma esa definición y la deriva hacia la la situación generada -fogueada vale decir- desde los medios hegemónicos contra la decisión del gobierno nacional de ampliar el control del movimiento de dólares en Argentina -país que tiene la mayor circulación de billetes verdes per cáppita fuera de Estados Unidos-. 
 
"Continuando con esa suerte de declinación burlona", escribe Ducrot, "también podríamos interpelar a los “dolarturros”, a los turros de las cacerolas, y al turraje de los medios concentrados, especialmente a ese ejército de desalineados sirvientes de Héctor Magnetto que usan micrófonos, diarios y pantallas de televisión para desinformar hasta el hartazgo; sin que sus actitudes merezcan análisis ideológicos – aunque responden objetivamente a los mismos sistemas de ideas de los legendarios golpistas de este país -, simplemente porque son turros. “Rajá, turrito, rajá”, escribió Arlt en “Los siete locos”.
 
"¿Cuáles son los datos de la economía real para inferir una estampida del dólar o una devaluación con todo por parte del gobierno nacional?", se pregunta en la nota publicada en AgePeBA. "Ninguna. Allí están las cifras del Banco Central y las incansables explicaciones de técnicos y funcionarios; pero no, la derecha y sus múltiples voces insisten; insisten", se responde.
 
"Las decididas acciones de Estado del gobierno nacional, las intervenciones políticas de los actores sociales que impulsan en todo el país al proyecto encarnado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y la fuerte militancia que el mismo supone, hacen que las maniobras de la derecha aborten una y otra vez; pero ello no quiere decir en forma alguna que la democracia duerma sobre un lecho sereno. Están nerviosos y desmadejados, sí; pero continúan agazapados, conspirando. Son peligrosos", recuerda Víctor Ego Ducrot.
 
APAS | Agencia Periodística de América del Sur | www.prensamercosur.com.ar
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.
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