Es hora de indignarnos

14/05/2012
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Los acontecimientos de Alto Laguna, Cuzco y la huelga de los mineros  informales, han hecho que la renuncia de la vice ministra de Pesquería, Patricia Majluf, pase casi  inadvertida. Si no fuera por la entrevista  que le hiciera Rosa María Palacios , el diario El Comercio  y  la reflexión de Cesar Lévano en su columna titulada Piratas en el mar peruano, la renuncia podría quedar solo como  un tema mediático, sin mayor repercusión política y social. Sería una más de las tantas que se están  dando en el gobierno de Humala, y el peligro es que sea así: una más.
 
La renuncia y las posteriores declaraciones de Patricia Majluf, dejan al descubierto  la podredumbre, el robo y expoliación de la biomasa marina por parte de los  “barones” de la pesca. Dice ella: “los GPS no funcionan, las balanzas engañan, bodegas falseadas, bloqueo de acceso a los inspectores, licencias para anchoveta y pescan sardina, licencia para anchoveta destinada al consumo humano pero que se usa para harina. Hay trampa para cada una de las etapas...calculaba que había un 20% o 40% de pesca no declarada sobre la cantidad de anchoveta que se pesca, me pusieron el grito en el cielo porque era admitir que estábamos sobrepescando”. ¿Quiénes? Los industriales, por supuesto, toda la industria pesquera. Toda. No solo la anchovetera, también la que se hace llamar de consumo humano directo, la Sociedad de Pesquería y la Sociedad Nacional de Industrias (diario El Comercio)”.
 
Lo que hoy denuncia la ex viceministra,  lo ha venido denunciado reiterativamente IDL Reprotero meses atrás. Entonces, deduzcamos quienes son los piratas (RAE: pirata, aquel que se dedica al abordaje de barcos en el mar para robar). En este caso, el abordaje se ha dado al  ministerio de la producción por los “barones” de la pesca, delincuentes de cuello y corbata, reloj Rólex, automóvil Audi e integrantes de la “alta sociedad”, en cooperación con  autoridades y políticos serviles y genuflexos de un gobierno que para ser elegido, enarboló la lucha frontal contra la corrupción.
 
Pero  como los  protagonistas son los “barones” de la pesca, la cobertura mediática pronto cesará, para luego pasar al olvido. Esto, si el movimiento ciudadano no expresa indignación, coraje e  ira al ver que las prácticas fujimoristas y apristas se reviven en el gobierno “nacionalista” de Ollanta Humala, a quien la denuncia de la vice ministra lo tiene sin cuidado, al haber ratificado su confianza a José Urquizo, el mismo que como Ministro de la Producción boicoteó la labor de Patricia Majluf. Hoy, Humala, lo ha nombrando como flamante Ministro de Defensa, pero “Gallina que como huevos, aunque le quemen el pico”.
 
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