El valor del trabajo

02/02/2012
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Muy gratificante la experiencia vivida en Brasil a través del MST (Movimiento Sin Tierra) que a punto de luchas, perseverancia y trabajo ha logrado la conformación de verdaderos asentamientos productivos autosustentables, el rescate de tierras para hacerlas productivas y el desarrollo de la cadena de valor agregándole transformación a la materia producida es la constante.

En el asentamiento nueva Santa Rita en el estado Rio Grande do Sul, 100 familias  asentadas conformaron una cooperativa  hace 17 años,  producen arroz, carne de puerco y las hortalizas, frutas y leche para su consumo. La cadena del arroz está desarrollada desde su cultivo hasta el empaquetado de arroz blanco y arroz integral al vacio. La cría de puercos esta tecnificada, buenos controles sanitarios, inseminación artificial, protección del ambiente, tratamiento de aguas servidas, cero uso de agro tóxicos ni de fertilizantes químicos por lo tanto se trata de producción agroecológica. De esta manera las 100 familias han logrado a través de su propio esfuerzo y mucho trabajo una vida digna: vivienda, educación, salud y un asentamiento humano donde la convivencia esta signada por la cooperación, solidaridad, la complementaridad.

En el cortísimo tiempo que compartí esta extraordinaria experiencia saque la conclusión que el secreto de estos éxitos se basa en el valor que el MST le da a la tierra y al trabajo, es notorio que para ellos y ellas el trabajo no es un castigo si no la forma de realización personal y colectiva. En cada asentamiento el movimiento tiene su propia escuela donde la formación para el trabajo empieza desde el primer grado, ellos financian sus escuelas para formar sus técnicos y técnicas y hasta profesionales: veterinarios, agrónomos, técnicos en salud comunitaria, etc.

 Es importante señalar que las luchas del MST tienen más de 30 años y en su gran mayoría se han dado enfrentando al Estado brasileño que hasta hace menos de 10 años solo favorecía a los poderosos y perseguía a los sin tierra, en esta experiencia hay cero paternalismo y tal vez sobre ello debemos recapacitar. En nuestro país tenemos un gobierno comprometido con la justicia social, rescata tierras las entrega a los campesinas y campesinos, da créditos, maquinarias pero ¿hemos logrado asumir el valor del trabajo? ¿No solo esperamos que el papá Estado lo resuelva todo? Puntos para la reflexión.

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