Argentina

Ganó Cristina: se profundiza el cambio, se afirma la integración

Oscar Laborde

23/10/2011

Opinión

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Miles de argentinos se convocaron anoche en el centro de la ciudad de Buenos Aires expresando una gran alegría y felicidad, a partir del triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones presidenciales realizadas ayer en nuestro país. Es la diferencia de adhesión más grande que ha logrado un Presidente con los otros candidatos, en tiempos de democracia. Éste ha sido un logro indiscutible, no sólo por el apoyo masivo a la figura de la Presidenta, sino por la importancia política que tiene la continuidad del gobierno a nivel nacional y regional.

Pero es válido preguntarse: ¿por qué ganó Cristina? Pues no puede evitarse en este momento histórico mirar hacia atrás el camino recorrido, pero también reflexionar sobre el futuro para reafirmar y profundizar este rumbo, pensando en perspectiva a mediano y largo plazo.

Este proceso comenzó en el 2003 con la presidencia de Néstor Kirchner, quién se hizo cargo de un país en estado “terminal”, debido a las políticas recomendadas desde los centros financieros e implementadas por gobiernos en detrimento de sus pueblos. Como siempre decía Néstor: “estamos saliendo del infierno”; y realizó cambios rotundos en políticas de Derechos Humanos, en el aumento a los jubilados y los trabajadores, en un mayor presupuesto para la educación y el desendeudamiento externo con el FMI y organismos internacionales de crédito.

Luego, lo continuó Cristina en su primer mandato, con la disposición de profundizar el modelo. Y por esta decisión, tuvo que enfrentar una oposición irracional y agresiva, que no sólo puso trabas a toda política de gestión sino que utilizaron los medios de comunicación hegemónicos para y así no permitir la aplicación de políticas para mejorar la redistribución de la riqueza. El poder concentrado decidió disputar la rentabilidad de este modelo y trabajó permanentemente para derrotar al gobierno.

Esta oposición política y económica, también, se opuso al nuevo enfoque de política de integración regional: siempre prefirieron mirar a Estados Unidos y Europa. Siempre obedecieron las órdenes de dominación del imperio. Nunca estuvieron de acuerdo con el MERCOSUR ni con la UNASUR.

¿Porqué a pesar de estos ataques la mayoría de nuestro pueblo opta por la continuidad de este modelo y de Cristina? Porque elige un país que prime la democratización del acceso a los medios de comunicación; la asignación universal por hijo; la incorporación de dos millones y medio de jubilados al sistema; un crecimiento del 9,1 por ciento en este año de crisis internacional con una desocupación que en el tercer trimestre cayó de 7,3 por ciento a 7,2 por ciento, para ubicarse en su nivel más bajo de los últimos veinte años.

Nuestro pueblo votó a Cristina porque hoy tenemos una oportunidad histórica para la Argentina. Por primera vez en nuestras vidas podemos pensar y proyectar nuestro futuro a mediano y largo plazo y también se apoyó lo que prometió en su campaña de profundizar aún más, “las políticas que incluyan más pluralidad y derechos humanos”. Y como dijo al final: Vamos por más patria, más libertad y más igualdad”.

Todo este proceso en nuestro país, se hizo articulando mecanismos de integración regional con nuestros pueblos hermanos, siendo ésta una de las claves del crecimiento de la región y cuidando lo que obtuvimos y poseemos como suramericanos: nuestros recursos naturales, nuestras materias primas, nuestras reservas acuíferas, nuestra productividad de la tierra.

Regionalmente, podemos simbolizar en el NO al ALCA del 2005 la decisión histórica de soberanía e independencia junto a nuestros hermanos latinoamericanos ante el delegado del imperio, Jorge W. Bush. Ese momento en que Néstor Kirchner presidió la Cumbre de las Américas y supo encarnar la voluntad popular de toda la Patria Grande que aspiraba a un proyecto regional, integrador de nuestras economías y sociedades y que hoy se encarna en el UNASUR, iniciativa que nuestro gobierno apoyó en todo momento.

El triunfo de Cristina no es solamente un logro para el pueblo argentino, es un logro para todos los pueblos de Suramérica totalmente convencidos que no hay futuro ni proyecto viable en un solo país. Es también el reaseguro de que continuaremos el camino de unidad que hemos iniciado.

Como bien lo definiera Cristina: “Esta es nuestra casa, la América del Sur, por eso somos MERCOSUR, por eso somos UNASUR, por eso somos orgullosamente sudamericanos. Nos da mucho orgullo también la actuación en materia de política internacional que nos ha colocado en el lugar del cual nunca debimos salir”.

- Oscar Laborde, Embajador, Representante Especial para la Integración y la participación social de la Cancillería argentina

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