El presidente Evo Morales manifestó ayer que jamás instruyó los excesos que se cometieron en contra de los marchistas que rechazan el proyecto de construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, a los que calificó de “imperdonables”.

 

La reacción del Jefe de Estado se produjo tras las acciones de la Policía el domingo que, en un afán de impedir un enfrentamiento entre los marchistas indígenas del oriente y los colonizadores de Yucumo, decidió trasladar a los primeros inicialmente a San Borja y con posterioridad a Rurrenabaque.

 

Reiteró que también fueron maltratados y agredidos el canciller David Choquehuanca y otras autoridades, además de los policías, el sábado, “pero lo que pasó el domingo ha sido imperdonable”, calificó.

 

El mandatario sostuvo en forma reiterada que jamás va a permitir que se cometan abusos contra el pueblo y que si se producen ordenará las sanciones que correspondan.

 

Por otro lado, sostuvo que ante reportes de algunos medios de comunicación, de que había varias personas desaparecidas y un muerto, aseguró que ordenó que se realicen las investigaciones necesarias y, por los reportes que tiene, no existe ninguna persona fallecida.

 

“Viendo algunos informes, dijeron que murió un bebé en la violencia. Hasta ahora por las informaciones recabadas tras la investigación no se supo de ese hecho, espero que no haya pasado ese exceso”, afirmó Morales ante las varias especulaciones que fueron difundidas.

 

Tanto el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, como el comandante general de la Policía, general Jorge Renato Santiesteban, anunciaron ayer el inicio de investigaciones para sancionar los excesos que cometieron los uniformados al trasladar a los marchistas a otra población.

 

Asimismo, Sacha Llorenti informó que cuatro efectivos policiales fueron heridos durante los actos de violencia generados en el reinicio de la marcha en defensa del Tipnis en Chaparina, departamento del Beni.

 

Recordó que grupos de indígenas marchistas retuvieron contra su voluntad, el sábado, al canciller David Choquehuanca, al viceministro César Navarro y al general Edwin Foronda.