También Brasil quiere más democracia

Buscan sancionar una Ley de Medios

11/09/2011
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El PT lleva adelante una iniciativa para que se debata en el congreso un nuevo marco regulatorio de la comunicación.
 
El marco legal regulatorio de las comunicaciones vigente en Brasil data de 1963 y ha permitido la formación de grandes monopolios que priorizan la cuestión empresarial a la tarea de informar, difundir, y compartir información. 
 
Como en el caso de la Argentina previa a la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la concentración mediática en Brasil, además de ser un gran negocio, es una fuente de poder político, que difunde el discurso de los más poderosos y defiende sus intereses
 
El Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece la presidenta Dilma Rousseff, presentó durante su cuarto Congreso realizado a principios de septiembre, un documento que plantea someter a debate en el Congreso un nuevo marco regulador de comunicación social, luego de conocidas las maniobras de varios medios conservadores para criminalizar a los militantes del partido y a varios funcionarios, entre ellos tres ministros.
 
Así, la resolución final del IV Congreso del PT define que “Las reformas institucionales no estarán completas si no son acompañadas por una profunda democratización de la comunicación. La convergencia de medios necesita ser seguida con medidas que amplíen el acceso, rompan monopolios y garanticen la efectiva pluralidad de contenidos”
 
Por supuesto, tal como sucedió en Argentina, no se hizo esperar la reacción crítica de los monopolios, que ven en la iniciativa un ataque a sus intereses en caso de convertirse en ley. 
 
Las corporaciones no ahorraron calificativos para denostar la propuesta. La trataron de autoritaria, y apelaron a la idea de la censura. Frente a las críticas, el secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, respondió: “Me extraña que alguien piense que democratizar la comunicación es autoritarismo. Todos los países tienen reglamentación. Eso es bueno para Brasil, para la democracia, para los medios y para la libertad de prensa”.
 
La ministra de Relaciones Institucionales, Ideli Salvatti, también defendió la nueva propuesta: “Todos los sectores tienen un marco regulatorio y la comunicación en Brasil no. La mayoría de los países tiene y tienen que quedar establecidos en una ley los límites y los derechos de la comunicación. Eso deberá definirlo el Congreso Nacional”
 
Además Salvatti agregó que “la libertad de prensa debe mantenerse a cualquier precio y no hay contradicción entre este principio y la reglamentación”.
 
Desde el gobierno brasileño se trató de bajar el nivel de la polémica que causara la propuesta del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), y se descartó cualquier censura o control de contenido sobre las empresas periodísticas.
 
Así, el ministro de Comunicación brasileño, Paulo Bernardo, aseguró que la normativa que el gobierno maneja para enviar al Congreso es la reglamentación de la comunicación electrónica, de radio y TV. De esa forma Bernardo se distanció del apurado apoyo que pares de su gabinete dieran públicamente a la resolución sobre medios del PT.
 
Bernardo intentó aplacar los ánimos al sostener que “Es importante diferenciar la posición del partido de la posición del gobierno. El PT tiene sus posiciones y el gobierno tiene un programa”, y destacó que el gobierno trabaja en un proyecto de ley para crear una agencia encargada de vigilar que la radio y la televisión incluyan programación nacional, pero sin interferir en los contenidos.
 
“La Constitución prohíbe la censura o el control de contenido, lo que sí hay que vigilar es que las empresas de comunicación eviten los contenidos racistas o que atenten contra los derechos de los chicos y los adolescentes, pero nadie va a espiar a los medios”, dijo el ministro. 
 
Aparentemente, la cuestión quedaría planteada en Brasil con dos miradas distintas pero el Partido de los Trabajadores y el Poder Ejecutivo coinciden en la cuestión fundamental:la necesidad de una reglamentación de la comunicación. Incluso Bernardo defendió al PT. "No se habla del control ni significa un atentado a la libertad de prensa" dijo el ministro. 
 
Por otra parte, el gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos, presidente del Partido Socialista Brasileño (PSB) y aliado del gobierno, se pronunció en contra de la propuesta del PT. "En nuestro congreso esas cuestiones no está en agenda porque estamos preocupados con la economía, la exportación, la salud y educación públicas. El control de los medios debe hacerlo la ciudadanía. Si a mí no me gusta un medio, no lo consumo”, dijo.
 
Como ha quedado demostrado en Argentina, democratizar la comunicación resulta casi tan difícil como transformar un Estado dictatorial en otro democrático y eso hace pensar que, en Brasil, la lucha por democratizar los medios será otra edición de “la madre de todas las batallas”.
 
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