Los movimientos sociales afrodescendientes, actores de cambios
05/09/2011
- Opinión
Para contribuir a este importante debate, nos toca en esta oportunidad plantear unos líneas generales del tema sobre los movimientos sociales afrodescendientes como actores de cambios, el papel jugado en los procesos de transformaciones de las realidades políticas en América Latina, hacemos la salvedad que los movimientos sociales en el Caribe no lo atendemos en esta oportunidad.
Es obligatoria una mención a los antecedentes del surgimiento de los movimientos de resistencia cultural convertidos en movimientos políticos de las comunidades afrodescendientes con acciones contundentes. En análisis que compartimos de Chucho García; estas voces de resistencia y lucha comienzan a recoger sus frutos en torno a la visibilización del hecho de discriminación racial y étnica, a partir de los años 70 donde se concreta y organiza el Primer Congreso de la Cultura Negra de las Américas, donde asistieron representantes afrodescendientes de Honduras, Ecuador, Perú, Panamá, Venezuela y Estados Unidos. Donde se condena de la manera más enérgica todas las prácticas, tesis e interpretaciones históricas del neocolonialismo que pretenden minimizar la rica participación creadora del negro en nuestras nacionalidades, proscribiendo su historia de los pensum de enseñanza, manteniendo barreras socio-económicas que lo marginan geográfica y culturalmente de los centros de estudios, imponiéndole salarios ínfimos y de más formas discriminatorias. En consecuencia invita a todas las comunidades negras del continente, a sus escritores, artistas, antropólogos y educadores, así como a los intelectuales y gobiernos demócratas, que organicen la lucha contra los rezagos de la esclavitud en América para asegurar a los negros y sus descendientes en pleno goce de sus derechos ciudadanos (Fundación Colombiana de Investigaciones Folklóricas, 1988: 165 y 166).
El movimiento de la década de los años ochenta va a reafirmar esta tendencia. Comenzando esa década de 1980, la UNESCO organiza en Barbados el Encuentro Presencia Cultural Negro Africana en el Caribe y Las Américas, donde logran participar algunos afrodescendientes militantes de movimientos afro como Descoderedes Dos Santos o Manuel Zapata Olivella e intelectuales y académicos africanos como Olabi Yai, quienes establecen puentes entre los saberes y la relación ancestral (África-América), destacando este encuentro que el objetivo de la reunión era el estudio de aquellos factores que vinculaban a los africanos de África con los del nuevo mundo. La ruptura entre África y sus descendientes en el Nuevo Mundo fue considerada como la causa de la gran ambigüedad que caracteriza el concepto de diáspora (UNESCO, 1980). Más tarde, bajo los auspicios de la misma UNESCO, los intelectuales y académicos afrodescendientes y africanos promueven un encuentro en Cotonou (República Popular de Benín) para estudiar los aportes culturales de los negros de la diáspora negra a África, abriendo un campo de estudios virgen y donde las relaciones entre ambos estudiosos se van a reforzar y van a establecer relaciones de contactos e intercambios permanentes con la finalidad de reconstruir discursos, conceptualizaciones y reapropiaciones que conducirán al autorreconocimiento con sus semejanzas y diferencias. Se trataba de un desmontaje de visiones, ya que hasta ahora eran los europeos los que atravesaban el Atlántico para estudiar a África y su diáspora; ahora se estaba abriendo el camino para que los afrodescendientes en las Américas fuéramos a África y los africanos vinieran a América para hacer estudios de reconstrucciones etnohistóricas y culturales. (García: 2005.11)
Ciertamente muchos estudiosos han trabajado el tema de los movimientos sociales afrodescendientes, deteniéndose en distintas variables y competencias. Queremos resaltar el rol protagónico de estos movimientos sociales organizados en la Alianza Estratégica Afrolatinoamericana constituida en San José de Costa Rica el 30 de septiembre de 2000, se agruparon distintas agrupaciones de los llamados movimientos negros o afroamericanos, hablamos de Brasil. Venezuela, Uruguay, Argentina, Ecuador, Perú, Nicaragua, Costa Rica, Colombia y otros países. En el mes diciembre de 2000 la Alianza estratégica Afrolatinoamericana conjuntamente con la Fundación Ideas de Chile, promueven ante la pre-conferencia de Naciones Unidas contra el racismo, la conferencia ciudadana contra el racismo, realizada en Santiago de Chile del 3 al 4 de Diciembre de 2000, donde se analizaron las nuevas forma de racismo y las ONGS del continente asumieron una posición: que el racismo tiene nuevas formas y además se había agudizado en muchos países del continente (García: 2005.85).
Compartimos la evaluación de la participación de la Alianza estratégica Afrolatinoamericana desarrollada en el trabajo de Agustín lao-Montes Titulado Cartografías del campo político Afrodescendiente en América Latina. El proceso de Durban sirvió de espacio organizativo y pedagógico para la formación y consolidación de redes afrolatinas de movimientos sociales, como la Alianza Estratégica y la Red de Mujeres Afro-Latinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora. La Red de Mujeres se organizó en 1992 en un congreso en la República Dominicana, lo cual revela un proceso organizacional de redes de mujeres negras que tienden a organizarse primero, e indica también que las mujeres afrolatinas jugaron un papel importante en colocar la cuestión de la raza en el centro del debate feminista incluyendo las conferencias mundiales de mujeres como el encuentro de 1992 en Pekín. Fue en este proceso de organización hemisférica (desde escalas locales y nacionales local hasta niveles trasnacionales) donde el movimiento desarrolló un liderazgo colectivo y una identidad política. Como lo planteó Romero Rodríguez, líder de la organización Mundo Afro en Uruguay, en uno de los encuentros más importante de la red en el 2000 en Santiago de Chile “entramos Negros y salimos Afrodescendientes”, queriendo decir que el movimiento acuñó el término afrodescendiente como una nueva identidad política con el propósito de incluir a las personas de descendencia africana de todos los colores y a pesar de una infinidad de diferencias. El término Afrodescendiente, gestado y negociado por las redes trasnacionales de movimiento negro en América Latina, fue adoptado posteriormente por la ONU, por ONGs, y por organizaciones internacionales de diversa índole (desde la Fundación Ford hasta el Banco Mundial). Como categoría política el significante afrodescendiente también representa la voluntad de desarrollar lazos diaspóricos con miembros de la diáspora africana global a través de las Américas y en otras partes del mundo.
La Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia, y Formas Conexas de Discriminación, organizada por la Organización de Naciones Unidas, en Durban, Sudáfrica, entre el 31 de agosto y el 8 de septiembre del 2001, fue de enorme importancia para las causas contra el racismo y por la democracia, a la vez que fue motivo de gran controversia. Como hemos observado, el proceso hacia Durban revitalizo la agenda mundial contra el racismo a la vez que facilito la emergencia de un campo político Afrodescendiente en América Latina. Sin embargo, los Estados Unidos (acompañados principalmente por Canadá e Israel) abandonaron la conferencia en protesta por dos elementos que claramente habrían de aprobarse en el documento de consenso, estos fueron: la declaración del sionismo como una forma de racismo (específicamente contra los Palestinos), y la defensa de medidas de justicia reparativa a partir del reconocimiento de la esclavitud transatlántica y sus efectos históricos como un crimen de lesa humanidad. La Declaración y Plan de Acción de Durban, el documento aprobado en la conferencia y sus mecanismos de implementación, representa un acuerdo sumamente democrático con un programa práctico claro y viable de medidas concretas contra el racismo y a favor de la justicia y equidad racial. Después del boicot de varios poderes occidentales al encuentro de Durban y su pacto, liderado por los Estados Unidos, la región del mundo en la que sobresalieron más las pautas de Durban contra el racismo fue Latinoamérica. Los movimientos negros de la región ya habían logrado importantes avances como la Ley 70 de 1993 en Colombia y los derechos a la tierra de los Quilombolas en Brasil, ambos logros significativos en tanto políticas de afro-reparaciones, pero la agenda de Durban represento un salto cualitativo en la política afrodescendiente en América Latina. Los esfuerzos organizados y las acciones colectivas de los movimientos llamaron la atención de los gobiernos de la región, la gran mayoría de ellos signatarios del pacto de Durban y de instituciones transnacionales importantes, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. En consecuencia, existe ahora una tendencia general hacia el reconocimiento por parte de los gobiernos de la especificidad de las identidades y culturas negras en la región, en varios países hay legislaciones especiales dirigidas hacia los afrodescendientes, declaraciones y/o medidas contra el racismo, y ramas institucionales del estado que elaboran políticas específicas para las poblaciones negras. Existe además un aumento de la cantidad de dirigentes afrodescendientes tanto electos como nombrados, lo cual ha permitido la organización de un Parlamento Negro en la región. Existen programas de Acción Afirmativa desarrollándose en Brasil y Colombia, así como esfuerzos legislativos y políticos para documentar y combatir el racismo institucional y cotidiano en Brasil, Colombia, y Ecuador. En diciembre del 2007, se realizó un encuentro en Ecuador para discutir y coordinar iniciativas para la equidad racial en varios países. Con respecto a la institucionalización gubernamental de políticas para la equidad racial y contra la discriminación es en Brasil donde el movimiento ha obtenido los mayores logros, dado que es el primer país de la región con un ministerio para la equidad racial a nivel del poder ejecutivo. (Lao-Montes: 2009.24).
Afrodescendientes en Venezuela
Ante este impulso de la luchas de los movimientos afrodescendientes en América, sin entrar a analizar logros de cada movimientos en sus país, nos obliga reseñar a Venezuela en este marco histórico de cambios políticos que suceden en nuestro continente. Específicamente subrayar los logros de los movimientos afrodescendientes en Venezuela. En la década de los 90 se abre en nuestro país un proceso de construcción de la democracia participativa, liderizada por nuestro presidente Hugo Chávez Fría; con la instalación de la Asamblea Constituyente y la convocatoria al referéndum para la reformulación de una nueva constitución con la finalidad de refundar la república y establecer una sociedad democrática, participativa, y protagónica, multiétnica y pluricultural con valores de libertad, igualdad y paz abriéndose de esta manera espacios y mecanismo de participación que han facilitado y contribuido a visibilizar de manera contundente el abordaje de la Afrodescendencia en Venezuela; y que se han manifestado paso a paso en LOGROS PARA EL MOVIMIENTO SOCIAL AFRODESCENDIENTES VENEZOLANO
1- Impulso a la Creación por parte del Presidente Hugo Chávez del decreto 3645 a través del cual se crea con carácter permanente la COMISIÓN PRESIDENCIAL PARA LA PREVENCIÓN Y ELIMINACION DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN RACIAL Y OTRAS DISTINCIONES EN EL SISTEMA EDUCATIVO VENEZOLANO.
2- Impulso a la Creación por parte de la Asamblea Nacional DEL 10 DE MAYO COMO DIA NACIONAL DE LA AFROVENEZOLANIDAD
3- Impulso a la creación de la oficina de enlace con comunidades afrodescendientes dentro del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
4- Impulso a la transformación del Instituto Tecnológico de Barlovento en UNIVERSIDAD POLITECNICA ARGELIA LAYA
5- Creación por decreto presidencial de la ORDEN JOSE LEONARDO CHIRINO
6- Reconocimiento por parte del Estado venezolano de los derechos ancestrales de las comunidades afrodescendientes en la LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN, Ley de la Juventud y la ley de defensa pública
7- Logramos conjuntamente con el gobierno nacional la creación del espacio Cultural Comunitario que lleva por nombre ANDRESOTE, Afrodescendiente cimarrón que se rebeló contra el colonialismo español en el siglo XVIII, en Yaracuy. Este centro ubicado en Palmarejo. Estado Yaracuy. Igualmente la Orden Andresote en el Estado Yaracuy.
8- Realización de múltiples Encuentros regionales en las áreas de Educación, Ruralidad, Desarrollo sustentable, Religiosidad, Turismo cultural, Violencia y Cultura de Paz, Jóvenes, Mujeres, Joropo afrosucrense, Religiones afrodescendientes, con apoyo del extinto CONAC.
9- Organización del FORO ANDINO CONTRA EL RACISMO, conjuntamente con la Comisión Quinta del Parlamento Andino.
10- Participación en la Cumbre Mundial Contra el Racismo convocada por las Naciones Unidas en Durbam, Suráfrica, septiembre 2001.
11- Denuncia ante la comisión interamericana de derechos humanos de la O.E.A (5 de Marzo 2002) en Washington sobre el racismo en los medios de comunicación venezolana y la creación de una relatoría sobre Derechos Humanos de las comunidades afrodescendientes ante la COMISION INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS (OEA).
12- Participación activa en el área Andina (Ecuador y Colombia) contra el Plan Colombia y el efecto negativo del militarismo en las comunidades afro colombianas.
13- Edición de siete volúmenes de la música afrovenezolana conjuntamente con el CONAC.
14- Edición de ocho volúmenes de la historia de los afrodescendientes en los Estados Falcón, Vargas, Aragua, Lara, Yaracuy, Miranda, Sucre y Zulia.
15-Impulso a la creación del sub comité de Estadísticas afrodescendientes con miras al Censo nacional de población y vivienda 2011, donde por primera vez se contará a la población afrodescendientes de Venezuela.
16- Creación del FRENTE AFRODESCENDIENTE POR EL SI A LA ENMIENDA CONSTITUCIONAL EN ENERO DE 2009
17- Nombramiento de algunos dirigentes afrodescendientes como representantes diplomáticos de Venezuela en África.
18- Logramos impulsar la creación del vice ministerio para la atención de la mujer afrodescendiente, en el seno del Ministerio del Poder Popular para la mujer y la igualdad de género.
19.- La aprobación de la Ley Orgánica contra la Discriminación Racial por la Asamblea Nacional de Venezuela.
Por estos logros del movimientos social afrodescendiente y su reconocimiento del gobierno Revolucionario encabezado por el presidente Hugo Chávez Frías, llamamos a la reflexión de alguna medida que afecte los logros, inspirado en nuestra constitución nacional, lo multiétnico y pluricultural de la nación venezolana, la visión revolucionaria de esta concepción debe ser consolidada con políticas afirmativas en el marco del próximo año 2011, año mundial de los afrodescendientes decretado por la Organización de las Naciones Unidas y ratificado por la Organización de los Estados Americanos.
La contrapropuesta de los enemigos de los pueblos a este crecimiento de una conciencia política colectiva, particularmente de las comunidades afrodescendientes, mayoría importante en el continente, se concreta en una agresiva propuesta de penetración de las comunidades y captación de sus líderes y dirigentes, los EEUU principalmente por la vía de sus parapetos de programas sociales, USAID y la Fundación Interamericana, encabezada por el rechazado Larry Palmer dividieron, confrontaron y fragmentaron los movimientos sociales en Ecuador y Colombia. En un informe sobre la actualidad de los movimientos sociales realizado por encargo de PNUD y la secretaria Iberoamericana de 141 organizaciones que abordaron para su estudio, faltaron muchas organizaciones, el 52 por ciento de ellas reconocen acuerdos con Organismos de Cooperación internacional, entre las cuales se encuentra la Fundación Interamericana de Palmer.
La Red afrodescendientes de Venezuela públicamente respaldo al Presidente Chávez de su rechazo al designado Embajador de los EEUU en Venezuela, Larry Palmer. El argumento de dicha organización se basaba en los antecedentes de penetración a las comunidades afrodescendientes en Colombia y Ecuador, para este año 2011, año mundial de los afrodescendientes se plantea un reto, el reimpulso de sus luchas. La afroderecha como hemos denominado este sector estimulado por la Casa Blanca, trabajara en una opción de castración de las luchas políticas necesarias de nuestros pueblos, en nombre de la ciudadanía, gobernancia y democracia.
Los Afrodescendientes entre la Discriminación y la Pobreza
El 2011 las Naciones Unidas decreto el año mundial de los afrodescendientes, cualquiera pensaría que es un exceso de benevolencia o concesiones de quienes dirigen ese insípido, falso y poco creíble organismo multilateral. La actuación de los movimientos sociales afrodescendientes en el año 2001 en la Conferencia de Durban, espacio para confrontar el racismo y la discriminación social, se logro un protagonismo y se alcanzo la victoria de mayor importancia política de los últimos tiempos en reconocimiento de sus reivindicaciones y la defensa de sus derechos. Los voceros y voceras de las comunidades afrodescendientes solicitaron un decenio para borrar las asimetrías y desigualdades que afectan las comunidades con ese referente histórico, petición negada y endulzada con el decreto del año mundial. Después de diez años por cumplirse de ese escenario de Sudáfrica, el mismo Director general de Naciones Unidas en declaraciones realizadas este principio del año nos reconoce esta amargura de realidad “Este año, el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial está consagrado a combatir la discriminación de que son objeto los afrodescendientes. Se ha elegido este tema para reflejar la proclamación por la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2011 como Año Internacional de los Afrodescendientes.
La discriminación de que son objeto los afrodescendientes es perniciosa. A menudo, están atrapados en la pobreza en gran medida a causa de la intolerancia, y encima se utiliza la pobreza de pretexto para excluirlos todavía más. Muchas veces, no tienen acceso a la educación a causa de los prejuicios, y luego se alega su insuficiente instrucción como motivo para negarles puestos de trabajo. Estas y otras injusticias fundamentales tienen una larga y terrible historia, comprendida la trata de esclavos transatlántica, cuyas consecuencias aún se hacen sentir hoy día.
Hace un decenio en Durban, la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia aprobó un programa de lucha contra el racismo con visión de futuro y amplio en el que figuraba en lugar destacado el fomento de la plena participación en la sociedad de los afrodescendientes. El Año Internacional ofrece la oportunidad de progresar en ese combate y de reconocer las vastas contribuciones que han hecho los afrodescendientes al desarrollo político, económico, social y cultural de todas nuestras sociedades.
Para derrotar al racismo tenemos que acabar con las políticas públicas y las actitudes privadas que lo perpetúan. En este Día Internacional, hago un llamamiento a los Estados Miembros, las organizaciones internacionales y no gubernamentales, los medios de información, la sociedad civil y a todas las personas a participar activamente en la promoción del Año Internacional de los Afrodescendientes y a combatir mancomunadamente el racismo cuando y donde surja”. Definitivamente o las agendas de los llamados organismos multilaterales son epilépticas o los intereses que se mueven impiden transformar las tragedias que viven una mayoría.
Mayor cinismo nos presenta en Secretario de la OEA cuando admite “aseguró que más del 90 por ciento de los 170 millones de afrodescendientes en América viven “por debajo de los umbrales de la pobreza”. La gran mayoría de las personas de origen africano en las Américas viven “sin participación o incidencia alguna en el desarrollo de sus países”, dijo Insulza en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA por el inicio del Año Internacional de los Afrodescendientes”. El perfil de la tragedia de las comunidades afrodescendientes está bien definido para estos personajes claves. Los descendientes de africanos, que constituyen el 30% de la población de América Latina y el Caribe, continúan siendo víctimas de niveles desproporcionados de pobreza y exclusión, agravado por una discriminación racial abierta. Así destaca un artículo del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) que recoge los esfuerzos de varios activistas contra la discriminación racial en América del Sur. Para describir mejor el drama la pobreza en América latina, tiene rostro indígena y afrodescendiente, además rostro de mujer. Según activistas de las luchas de las mujeres afrodescendientes, son la mayoría que recibe los embates del racismo, el patriarcado y la explotación capitalista. Todo el peso del sufrimiento de la pobreza marcha sobre los hombros de las mujeres, el tranquilizar el hambre, la deserción escolar, la delincuencia y la cárcel, la prostitución y el tráfico infantil.
La experiencia de la lucha en diez años son de avances importantes en espacios conquistados y colocación del tema afrodescendiente en las agendas de los gobiernos, particularmente de los gobiernos progresistas. Loa avances contrastan con los cambios en la calidad de vida o mejoramiento de las condiciones sociales, los territorios de las comunidades afrodescendientes son blanco de las miradas y garras de las empresas capitalistas. Espacios de potenciales naturales y turísticos, actividad comercial y riquezas naturales estratégicas, algunos de reservas petroleras probadas y otros minerales del futuro. Las comunidades afrodescendientes y su pobreza estorban a sus planes en algunos casos como Colombia son desplazados por la guerra en la mayoría de los casos son penetrados por Misiones religiosas, Partidos políticos y ONGS que intervienen con el interés de obstaculizar la toma de conciencia sobre la defensa de sus tierras, sus derechos y ancestralidad cultural.
La afroderecha toma la ofensiva, los afrodescendientes llamamos al Encuentro Internacional.
La afroderecha seducida por el gobierno de facto de Honduras utilizando la llamada organización de desarrollo étnico comunitario (ODECO), los días 14 y 15 de enero de 2011, convocaron a una reunión internacional de coordinación para la preparación de su Cumbre Mundial de los Afrodescendientes que realizaran en La ceiba, Honduras entre el 18 y 21 de agosto. El presidente Porfirio Lobo cumpliendo con su estrategia de reconocimiento de su gobierno ilegitimo, presento sus saludos y compartió con los oportunistas, hay una mala costumbre practicada por los derechistas de olvidar la historia, el presidente Zelaya fue destronado por un golpe de estado, dirigido desde la Casa Blanca, se convoco a una falsa elección presidencial y apareció de los laboratorios el nombre salvador de Porfirio Lobo. La iniciativa de la Casa Blanca usando los escenarios de Centroamérica no es casual, el movimiento de Marines a Costa Rica, la provocación limítrofe a Nicaragua, recordemos la contra en los tiempos de la revolución sandinista, Panamá convertida en un refugio de corruptos y exilio derechista. El imperio y sus lacayos abrieron un frente de batalla por esa región, la sede de esa cumbre tiene una razón, jamás podrán hacerla en el Caribe y menos en los países de América del sur donde se viven las transformaciones radicales. Tienen que pisar el terreno que conocen y dominan. Nosotros vamos a la confrontación directa con el enemigo no se concilia ni se sienta uno en la misma mesa.
La declaración del año mundial de los afrodescendientes ya tomo el rumbo de lo político, hablamos siempre que es una coyuntura importante para el debate, el reimpulso de la lucha y la reordenación de las alianzas. Esencialmente es un problema político, la Red de Afrodescendientes de Venezuela define claramente como una coyuntura para deslindar con la afroderecha a nivel internacional, demarcar nuestros objetivos y desenmascararlos como enemigos de las comunidades afrodescendientes, el debate principal es el rumbo que debemos tomar como movimientos sociales en este momento histórico importante para el continente y el mundo, o nos sentamos a contemplar los desfile con tambores desentonados y desafinados o contrariamente activamos un movimiento social a tono con las transformaciones políticas y sociales que vivimos. Convertimos el año mundial de los afrodescendientes en un tiempo para los negocios y recibir recursos en nombre de los afrodescendientes o exigimos a los gobiernos esos recursos y grandes inversiones para programas sociales, el dilema es si seguimos sustituyendo los liderazgos de los pueblos o fortalecemos el liderazgo sobre la base de un nuevo modelo político, luchamos por el socialismo o seguimos siendo cómplices de las democracias arrodilladas al imperialismo. Definitivamente en ese debate bien definido, no hay consenso, debemos desenmascarar la conducta de la afroderecha que negociando en nombre de las comunidades afrodescendientes se ha enriquecido, denunciar una elite entregada a la casa Blanca y sus planes de penetración, que casualidad que la Fundación Interamericana de Larry Palmer y la Fundación Ford financian ese evento, corporaciones que tienes planes de adoctrinamiento y control social, mediatización de la luchas políticas, con amplia experiencia de fractura de los movimientos sociales en Ecuador y Colombia, se reitera ese divisionismo en entregarle los recursos a esta cumbre afroderechista, ya es hora de detenerlos y es tiempo de denunciarlos. Aquí se trata de la lucha real en el escenario internacional, la orientación política de los afrodescendientes en los procesos revolucionarios que vivimos en nuestros países.
Nadie puede seguir justificando que los Gobiernos progresista de este lado sigan dudando en la elaboración de políticas afirmativas, debemos exigir a quienes en posiciones de poder concilian y son cómplices con los desaciertos y posiciones excluyentes, El reto en Venezuela es que la propuesta de un encuentro internacional de las y los afrodescendientes se realice entendiendo que la experiencia de la revolución Bolivariana es vista como un ensayo de cambios sociales y políticos que marcan la pauta para el avance de otros países. Dicho encuentro fue realizado en el mes de Junio con una participación cualitativa de los mejores voceras y voceras del movimiento social afrodescendientes de América latina y el Caribe, mas adelante ampliare el comentario sobre dicha cita histórica.
Afroderechista contra afrodescendientes, el debate urgente.
La afroderecha arrinconada manipula el debate hablando que nuestra lucha como comunidad afrodescendiente no tiene ideología ni se trata de posiciones políticas sean de derecha o de izquierda. Una lucha neutra por nuestros derechos, asexuada, inodora. Todo aquel que arrime una voluntad por realizar un evento por el año mundial de los afrodescendientes, bienvenido sea. Sin cuestionamientos. Olvidemos la historia, mayor torpeza intelectual que valoremos nuestras metas no por la dinámica histórica y la realidad social cruda y trágica de nuestras comunidades afrodescendientes. Solo por el que hay que hacer y quien nos ayude no hay que rechazarlo. La ambigüedad de la afroderecha no es inocente, ingenuos son los que creen en sus argumentos sin polémicas y de consenso.
La afroderecha es de una amplia definición, en primer lugar, aquel sector que se reconoce con una ideología reaccionaria y acompaña en sus acciones un sistema político que basado en la desigualdad y la explotación se ha reproducido en su estructura de dominación. El sistema de explotación de la colonia renovado en el presente, tiene su paisaje en los barrios y favela actuales, imagen real del sufrimiento de los esclavizados en los barcos negreros. La situación de pobreza y la condición de marginados no deviene por una forma cultural que trae el africano, muchos creen que eran esclavos, fueron esclavizados. La pobreza de los afrodescendientes es consecuencia del desequilibrio social producido por ese sistema social, que tiene nombre y apellido, el sistema capitalista. Los afroderechistas piensan que toda la herencia colonial discriminatoria y racista, se transforma en otros discursos en el ahora, oportunidades de ascensos, nuevas formas de vida y posturas, olvidando tu principio histórico. El rechazo a ese pasado, la vergüenza cultural de esa elite que encontramos esparcida, prepotente porque estudio en universidades prestigiosas o por alguna posicióneconómica, un puesto en el alto o medio gobierno, orgullosa porque se sienta con la casta de los partidos políticos en el poder, pretensiosa por salir del barrio o el campo y ahora siente que en la ciudad camina con la serenidad de su nuevo status. Pero como no se puede despimentar, elabora un discurso de defensa de sus derechos ancestrales, pero mantiene una larga distancia con su realidad. La afroderecha como no tiene ideología, sin postura política, mentira que no creemos, ellos contribuyen a fortalecer el sistema político porque sus acciones no pretenden transformar absolutamente nada. Quienes dicen no ser políticos son políticos en su práctica diaria.
La afroderecha como forma de vida asume la ideología neoliberal y entra a juego del mercado, entiende que la defensa de los derechos afrodescendientes es un negocio. Como se creen elite, asumen que son representantes o interpretan las comunidades, crean espacio institucional, llamasen ONG, Fundaciones o Juntas de Beneficencia. Comprenden que su obligación de diferenciarse, muchos asumen el discurso de líderes o lideresas, por cierto, la mayoría de estas instituciones con sedes físicas alejadas de las comunidades, generalmente, tiene sus bases de operaciones en las capitales políticas de los países, allí donde el poder político y económico se desenvuelven. En otras palabras si me considero una elite entre los “negros” qué sentido tiene vivir en las mismas condiciones que vive la mayoría. Aquí entra en juego los laboratorios de políticas de los centros de poder, la conexión con quienes y quieren vivir del discurso de las necesidades y la pobreza de los afrodescendientes. Aparecen USAID y la Fundación Interamericana de Larry Palmer, ambas del Departamento de Estado de USA. Una posibilidad de buscar como mantenerme y darme ciertas facilidades de ingresos es cohabitar con los intereses del imperio que usando un discurso de entender las necesidades y la pobreza, no directamente el imperialismo participa, utiliza estos voceros que sustituyen las comunidades y elaboran una práctica y presencia por todos conocidos. Actividades donde se captan líderes naturales de las comunidades, sacados de su vida rural y llevada a grandes salones de hoteles lujosos, los presupuestos de las corporaciones imperiales dan para todo, charlas sobre democracia, auto reconocimiento y oportunidades sociales. Video beam, folletos, carnets de identificación de participantes, alojamiento y comidas garantizados, Todos dirigidos por los brillantes ponentes dueños de la fiesta y quienes a pesar de todos estos gastos siempre quedan con cierta ganancia. Curiosamente si revisamos la lista de participantes en la Conferencia Mundial de Afrodescendientes en Honduras, la mayoría, recibieron financiamiento de la Fundación Interamericana y USAID, como ellos hablan de manipulación y confusión los invito a revisar la página web de esta prestigiosa fundación derechista de los EEUU. Por ejemplo la Fundación Azúcar en Ecuador recibió más de 90 mil dólares en el año 2009.
Quiere decir que la afroderecha es de derecha porque tiene una postura política que se observa en sus prácticas y se articula a una estrategia del Imperio. La afroderecha se instala en los gobiernos progresistas en América latina, pero se instala como burocracia, asesores y consultores, cuando los “negros” se pusieron de moda también surgió los privilegiados que estudiaron los afrodescendientes y entraparon la lucha en las oficinas frías y en los largos pasillos de los ministerios, lentitud y obstáculos encontraron respuesta y preguntas sobre reivindicaciones de nuestras comunidades. Realmente esta práctica es causa de una estructura castradora de los aparatos estadales que heredamos de las llamadas democracias burguesas. No puede hacerse solo las transformaciones a nivel económico hay que desmontar el aparto burocrático, construir un nuevo estado y la participación de la mayorías con mayor protagonismo. Eso no exculpar a quien teniendo en sus manos una maniobra para beneficiar a la mayoría se ahoga en su propio guiso, permitiendo las torpezas presidenciales y los desaciertos gubernamentales en políticas públicas afirmativas. La afroderecha es una elite con un discurso afinado, en buenos negocios y conectado con ciertos grupo de poder político, llego la ahora de confrontar esa práctica como concepción de vida y como conducta política castradora de nuestras luchas, argumento principal para impulsar nuestros derechos es reconocer ese sector heterogéneo y precisar esas prácticas que hemos denominado afroderecha.
Ante ese cuadro planteamos desautorizar las elites que se convirtieron en representantes de los pueblos afrodescendientes, quienes asumieron la vocería desde las capitales políticas y la mayoría sufriendo y viviendo la tragedia. Construir una forma de organización y participación directa de las comunidades y su legítima representación, construir un modelo organizativo que permita el ejercicio de las decisiones políticas por quienes realmente lo deben solicitar. Eliminar los intérpretes, consultores y asesores, solo el pueblo es quien decide, quien conoce sus necesidades, sabe sus dolores y los padece. Las elites solo sean escribientes de las decisiones de las mayorías. Una nueva versión del Estado que conocemos significa lo que planteamos, desmontar este Estado y construir nuevas formas. En Venezuela cuando se planteo un debate sobre este tema, recurrimos a la experiencia histórica de nuestros ancestros cuando en los Cumbes, el palenque y quilombos propusieron una nueva forma de organización ante el sistema colonial, nuestra historia es una fuente. El debate político se hace obligatorio sobre todo con las viejas y ortodoxas concepciones de la izquierda, racista y excluyente. Reconocer la desigualdad social sin entender las diversidades culturales y los sectores que participan en ella se convierte en una traba reaccionaria. Queremos decir que cierto marxismo y sus seguidores no son aliados de las luchas afrodescendientes, lo encontramos coqueteando con la derecha.
Cuando profundicemos sobre la organización y su legitima representatividad muchos de los quienes se asume como líderes o lideresas afrodescendientes tendrán que buscar otro oficio, hay que encontrarnos con quienes realmente representan las mayorías. Para salir de esa lógica que nos amordaza, solo un cambio político de nuestros sistemas sociales erradicaría completamente la pobreza, la discriminación y la exclusión social. Ahora solo activando nuestras comunidades y entregándole el protagonismo verdadero se alcanzara la madurez que la lucha es estructural, profunda, haciendo censos exitosos con la variable afrodescendiente no tiene sentido sin el gobierno no está claramente consiente de las razones políticas, económicas y sociales del problema. Abriéndonos oficinas y entregándonos cuotas de cargos no solucionaremos, hay que erradicarlo colectivamente con cambios radicales impulsados desde los colectivos no en los salones de los hoteles siete estrellas.
Asumir este debate no es desviar la atención ni confundir, ni entrar en una red interminable, sola quienes reaccionan así está defendiendo sus parcelas, sus formas de vida y negocio. La coyuntura de cambios políticos que vive América Latina y el Caribe obliga a nuestras comunidades afrodescendientes a participar de esa dinámica, colectivamente somos parte de la historia de continente. Quienes desde una mirada amplia miramos la pobreza, la exclusión social, la violencia de género, el racismo como producido por los sistemas sociales de explotación debemos optar por un encuentro donde se conjuguen las mujeres y hombre progresistas, avanzada y transformadores de nuestros modelos políticos. El IV encuentro internacional de afrodescendientes y las transformaciones revolucionarias en América y el Caribe realizado en Caracas fue el espacio para conjurar eses sueños. En primer lugar deslindamos con quienes le hacen juego al Imperialismo y los organismos que obedecen los mandatos de la Casa Blanca. Precisamos que quienes se asumen como defensores de las comunidades afrodescendientes son un instrumento de las Corporaciones y organismos dirigidos por las orientaciones de la política de cooperación de EEUU, la CIA y la USAID. Quien dividió el movimiento social afrodescendiente para captar la fuerza transformadora de nuestras comunidades. Por otro lado, se reactivo una alianza regional afrodescendientes que se extravió en el camino y retomo el carácter revolucionario del movimiento. Dejamos sentando varias propuestas importantes;
1-La creación del Consejo Nacional de Comunidades Afrodescendientes en Venezuela.
2-La creación del Fondo Alba para el desarrollo de las comunidades Afrodescendientes, incluyendo en una primera etapa comunidades que sus gobiernos no participen en esta agenda alternativa de integración.
3-La creación del Fondo de Solidaridad con Haití.
4-Impulsar la campaña del censo 2011 con la inclusión afrodescendientes.
5- Retomar el plan integral de educación articulando aplicación de la ley de educación, curriculum y redimensión de la interculturalidad en el caso de Venezuela. .
6-Que la próxima creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe se cree un consejo consultivo afrodescendiente, previo el reconocimiento de los afrodescendientes y sus aportes Sociales, culturales, históricos y morales a la construcción de la gran nación americana.
7-Exigir ante la ONU el decenio de los afrodescendientes. Estas siete aspiraciones están, en su mayoría, en la toma de decisión política del Gobierno Bolivariano consensuada los movimientos afro de Venezuela y de América Latina y el Caribe.
Los afrodescendientes y movimientos sociales
Nadie debe poner en duda el papel jugado por los movimientos sociales como actor principal en los cambios políticos y transformaciones en América y particularmente en Venezuela. Las imposiciones de los paquetes neoliberales y sus agendas de pobreza encontraron un muro para avanzar en los movimientos sociales, principalmente en la década de los ochenta en adelante, la respuesta de los sectores populares aisladas, colectivas como nuestro 27 de febrero, forman parte de la contracorriente que la historia debe registrar como la recuperación de las derrotas recibidas en las décadas anteriores. El pesimismo y la dispersión encontrarían en los movimientos sociales otro enemigo, mientras algunos se pasaban por el enemigo porque ya no tena sentido esta lucha, tengo que terminar mis estudios, la familia no puede seguir pasando hambre, estoy mal de salud, argumentos desleales con el pueblo. Voluntariados de inquebrantables manteníamos en distintos espacios una lucha, cualquier lucha, claramente una lucha contra el orden social y sus desigualdades. Movimientos culturales populares, cantores comprometidos, cooperativistas, campesinos, sindicalistas revolucionarios y hasta militares nacionalistas, caso MBR-200, bases estudiantiles con autonomía, fueron evidencias del tema que hablamos. La legitimidad de ellos reconocidas por sus comunidades y despreciada por los partidos políticos del status con la comparsa de los partidos ortodoxos de izquierda, aferrados a solo ver la lucha social en la rígida lucha de clases.
Desde el inicio denominamos todo el voluntariado de fuerzas en la sociedad que respondieron a las políticas de la globalización como movimientos sociales, desechamos la trampa de los términos sociedad civil por tener una carga dominadora, menos la clientelar definición de ONG, el primero, es una herramienta política de los sectores dominantes para justificar su extensión de democracias en crisis, igualmente un elemento de desestabilización a los ensayos de gobierno progresistas, la denominada sociedad civil es la carne de cañón de la CIA y la USAID. Las ultimas, nos referimos a las ONG, son los espacios para negociar las luchas sociales y obstaculizar las iniciativas para crear una conciencia colectiva de los problemas locales o sociales de las minorías que superan sus propias luchas y las enmarcaran en la ruptura con el sistema capitalista. Seremos movimientos sociales con pensamiento político propio, agenda nuestra y una soberanía intelectual como afirma nuestro solido intelectual Jesús Chucho García. Retomando, creemos firmemente que consolidar los movimientos sociales son garantías que los cambios políticos avancen al fondo, debemos asumir una posición crítica y autocritica de ellos mismos. Apostamos a fortalecer a los movimientos sociales afrodescendientes en América y el Caribe como protagonistas importantes en las transformaciones que vivimos.
Los movimientos sociales afrodescendientes deben tener consolidada su memoria histórica, reconocerse en la luchas de los africanos esclavizados, el peor genocidio de la humanidad, reivindicar las insurrecciones de cimarrones y cimarronas como los primeros avances de una propuesta anticolonial y pensar de una nación independiente, caso Haití de 1804, el papel jugado en los ejércitos independistas y su actuación en las luchas por la liberación de América, las luchas obreras de finales del siglo XIX y la conformación de movimientos sindicales y campesinos, su heroica participación de sus hombres y mujeres en las luchas guerrilleras de la década 60 pasada, el frente guerrillero de mayor actividad en Venezuela se llamaba José Leonardo Chirino, zambo que se levanto un 10 de Mayo de 1795 contra la colonia. Las recientes luchas de consolidación de nuestras revoluciones debe ser incluida en esa fuentes de inspiración protagónica, las luchas de los afrodescendientes no es de ahora, inventadas circunstancialmente, hay una tradición guerrera que debe continuarse, tragarse cada proceso y asimilar su valor es la base de una actuación política certera en la actualidad. Permitiendo un discurso político propio que dé respuesta a las problemáticas locales pero no pierda de vista el contexto político nacional y mundial. Los afrodescendientes deben contribuir a la construcción de una sociedad justa, igualdad y equidad social. Conjugando su participación en una alianza con sectores sociales minoritarios y movimientos populares que desmonten toda la estructura de un estado dominante que contribuye a su situación de pobreza, debe ser obligatoria la acción de ellos en la consolidación del poder popular y el ejercicio de la democracia protagónica, acompañado de un claro discurso antiimperialista, la lucha de los afrodescendientes en el mundo se reproduce, los rostros de pobreza son de tez oscura y las cárceles están llenas de afrodescendientes, evidencia de la marginalidad social y desigualdad. Favelas y Barrios son espacios donde la muerte te espera en la esquina para rumbear.
Debemos elaborar nuestra propia agenda política basada en una mirada profunda de nuestras realidades; la propiedad de la tierra, la organización social de la economía en base a nuestra tradición, la violencia contra la mujer, el racismo, la educación intercultural, la consolidación del poder popular, la cultura y nuestra memoria ancestral, las religiones populares, la ecología, las cárceles y la droga. Podríamos hacer una lista inmensa que podría fallar si no hay una autonomía y soberanía intelectual, sino tenemos organización y claridad política. Hemos creado un frente contra la afroderechistas como expresión deteriorada de nuestras comunidades y ejercicio del oportunismo, pero el oportunismo de quienes se denominan revolucionarios es peor. La práctica es conocer todos los pasillos y oficinas de los entes gubernamentales buscando recursos para la lucha, todos esas diligencias sin línea directa con una base con fortaleza política ni estructura organizativa. Una postura exageradamente adulante con el gobierno. Tenemos una elite profesionalizada en solicitar recursos en nombre del pueblo afrodescendiente, que no tiene nada que ver directamente ni es reconocido como líderes o lideresas. Otra típica conducta es secuestrar espacios conquistados por el colectivo para su propio ejercicio de poder, reiterando sus prácticas de odio personal, cuando no hay nivel político y soberanía intelectual, las rencillas personales y los pases de facturas están en el orden del día. Espacios que costaron conquistarlos ahora se pierden por la incapacidad y limitaciones políticas de quienes los dirigen, prevaleciendo la subjetividad y el resentimiento. Debemos jerarquizar el tema de la organización de las comunidades afrodescendientes antes la cuota de poder, el cargo o el rebusque. Traspasar el interés exclusivo del grupo a que pertenezco y poner los intereses colectivos en primera página, ya se nos agoto el clientelismo y el compadrazgo solo en esta coyuntura política tan complicada debemos contribuir a la consolidación de la revolución venezolana sin renunciar a nuestros derechos y apuntar a la creación de un mundo multipolar, la lucha antiimperialista no es cosa de nuestra juventud, el enemigo diariamente nos bombardea ideológicamente. El sectarismo y el odio personal dispersa y contribuye al éxito de la afroderecha, creo que no estamos convencidos de esa verdad, al menos que encontremos agenda oculta y doble discurso, siempre se sabrá dejamos esa interrogante. Quienes tienen la obligación de contribuir a que se conforme una alianza perfecta para la victoria deberían abandonar estas mezquindades y llamar a la unidad de los movimientos sociales en América y el Caribe revolucionarios y progresistas.
Los movimientos sociales afrodescendientes tienen una oportunidad histórica importante en el año 2011, año mundial de los afrodescendientes. La rectificación de sus conductas políticas, la reorganización y reimpulso de las luchas por sus derechos permitirían superar trabas que no permiten avanzar hacia la construcción de una sociedad extremadamente democrática y en un futuro de vivir en socialismo del siglo XXI.
FUENTES DOCUMENTALES.
- García, Jesús, Deconstrucción, Transformación y Construcción de Nuevos Escenarios de las prácticas de la Afroamericanidad. www.globalcult.org.ve/pub/Clacso2/garcia.pdf
-
Encuentros y desencuentros de Saberes en torno a la Africania latinoamericana.
- Lao-Montes, Agustín, Cartografías del campo político Afrodescendiente en América Latina. Manuscrito, Universidad de Massachusetts, 2009.
- Actualidad Afrodescendiente en Iberoamérica. Cuadernos SEGIB-PNUD, N°1, 2001.
- Díaz Diógenes. Red Afrodescendientes de Venezuela
Ponencia para el SEMINARIO INTERNACIONAL: “Estado, Ciudadanía y Movimientos Sociales en Tiempos de Globalización en las Américas”, IEP (Lima), 6 de septiembre de 2011
https://www.alainet.org/es/active/49188
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