XVIº Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes
La emergencia del nuevo movimiento estudiantil
01/09/2011
- Opinión
Acción: detrás de su histórica impronta antimperialista, el renovado movimiento estudiantil latinoamericano y caribeño celebró en Uruguay su XVIº Congreso y discutió amplia e intensamente una diversidad de asuntos que trascienden sus propias inquietudes. La integración de los estudiantes con el resto del movimiento popular y la generación de prácticas internacionalistas explica, en buena medida, la masiva movilización que se realizó en apoyo al estudiantado chileno. El presidente José Mujica y algunos de sus ministros participaron del encuentro que reunió a unos 3.500 jóvenes.
Se realizó en Montevideo, entre el 10 y el 15 de agosto, el XVIº Congreso de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae), con una agenda que incluyó conferencias magistrales, instancias de debate e intercambio estudiantil, además de espectáculos artísticos y eventos culturales. Las experiencias de gobiernos progresistas y de izquierda y el impulso de los movimientos populares organizados enmarcan el creciente protagonismo del movimiento estudiantil que, entre otras cosas, cuestiona fuertemente los modelos educativos en vigencia, como ocurre en Honduras, o las condiciones de las escuelas, como sucedió el año pasado en Argentina. Éstos y otros ejemplos, liderados por la larga lucha de los estudiantes chilenos en defensa de una enseñanza gratuita y de calidad, marcaron buena parte de los días del debate.
Más allá de las particularidades de algunos países como ejemplo de vanguardia en los tiempos actuales, se abordaron temas comunes al resto de las naciones como la financiación de la enseñanza; universidad, sociedad y Estado; matriz energética y crisis del capitalismo. También se debatieron cuestiones comunes de la sociedad que no son ajenos al movimiento estudiantil: derechos humanos; situación de la minoridad; integración; políticas culturales; cuestiones de género; la vivienda como derecho humano y la experiencia del modelo uruguayo de cooperativismo; y la democratización de los medios de comunicación.
La presencia de 3.500 jóvenes latinoamericanos y caribeños le dio color a la capital del país. Las jornadas estuvieron acompañadas por figuras internacionales, embajadores, ministros y legisladores uruguayos.
El encuentro en Montevideo fue auspiciado por el Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y El Caribe (Iesalc), la Presidencia de la República, los Ministerios de Educación y Cultura (Mec) y de Industria, Energía y Minería (Miem), la empresa estatal de telecomunicaciones Antel, la Universidad de la República (UdelaR) y la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo (Augm), entre otros organismos.
Pese a la distancia transcurrida entre el primer Congreso de la organización, celebrado también en la capital uruguaya, en 1957, y esta décimo sexta edición, se pueden descubrir claves comunes: la firme decisión de luchar por una sociedad distinta, a partir de la integración con el resto del movimiento popular, y la generación de prácticas internacionalistas. Eso explica, en buena medida, la masiva movilización que se realizó en apoyo al estudiantado chileno.
En la conferencia inaugural sobre la crisis del capitalismo, el sociólogo argentino Atilio Borón señaló que “los estudiantes chilenos están desnudando las falacias de un país que, se decía, era un modelo económico y político para el resto del continente”. Para el analista el sistema “se enfrenta a la peor crisis de su historia y la única forma de salir del sistema capitalista es mediante el esfuerzo, la organización y, sobre todo, concientización”.
El dirigente sindical uruguayo Marcelo Abdala también habló de alternativas. Sostuvo que “es necesario trabajar en la unidad y la organización de la sociedad. La lucha de nuestros pueblos es continental. Debemos llevar la democracia hasta las últimas consecuencias, inclusive más allá de los límites de las clases dominantes”.
El analista ecuatoriano Sebastián Ceballos, sostuvo que esta crisis es “distinta” y argumentó que “hoy vivimos una fase superior del capitalismo con movilizaciones sociales en los cincos continentes”. Para Ceballos no se requiere solamente de la reformulación de la distribución de la riqueza, sino que “es necesario cambiar el sistema productivo”.
Estudiantes en acción
América XXI, profusamente distribuida en el encuentro, conversó con distintos protagonistas que destacaron lo más saliente de la jornada. El presidente de la Oclae, Yordanis Charchaval, señaló que actualmente “la integración y los procesos de cambio que se viven en América Latina son los principales escenarios donde el movimiento estudiantil tiene que estar potenciando”. El dirigente cubano agregó que, la premisa de la Oclae es “la defensa de la educación pública, gratuita y de calidad como elemento fundamental. Para nosotros y para nuestras organizaciones estudiantiles ésa será siempre nuestra trinchera de combate”.
Charchaval afirmó que “hoy los estudiantes discuten sobre la salud que queremos para América Latina, la industrialización a la que aspiramos para ser cada día más independientes. Y están debatiendo acerca del cambio climático y las consecuencias para la vida de la especie humana. Repudian y discuten sobre la intervención de bases militares en el continente”. Subrayó que “el plan temático de nuestro congreso es muy diverso”. Además, entiende que hay que “estar atentos” a la vinculación con los movimientos sociales, la clase obrera, los campesinos y los pueblos originarios. “Uniéndose, este apoyo sería mucho más rotundo, como lo imaginaron San Martín, Bolívar, Martí, Artigas y tantos otros”.
El secretario de comunicación de la Federación de Estudiantes Universitarios de Uruguay (Feuu), y estudiante de Administración, Gastón González, contextualizó el Congreso de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes. “Este encuentro también coincide con un momento especial en Chile, que no estaba participando muy activamente en la Oclae. Con todo el fervor actual y el resurgimiento con mucha fuerza del movimiento estudiantil, tuvimos el privilegio de contar con la participación de 400 estudiantes chilenos. Esto muestra una realidad del movimiento estudiantil latinoamericano y el sentimiento de unidad que existe en el continente, y simboliza lo que es la Oclae”, señaló el dirigente a estos cronistas.
“Los estudiantes tenemos el compromiso y el deber de entender la realidad y modificarla, ya que tener a los estudiantes discutiendo y haciendo política fortalece la democracia continental”, remarcó. Consultado sobre los objetivos del encuentro, el dirigente apuntó que “este XVIº Congreso ha venido a marcar la historia del movimiento estudiantil, pues se cumplieron los principales objetivos, que eran potenciar la masividad, la representatividad, la excelencia del debate en torno a la actual coyuntura”.
Jesús Mérida es vicepresidente de la Federación de Centro Universitario de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela. Llegó a Montevideo junto a otros 50 compañeros de varias universidades y del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv). Con alegría, reconoció el “afecto que tiene el pueblo uruguayo con nuestro comandante Chávez, incluso a la hora de solidaridad para que logre su pronta recuperación, porque quiere que el comandante ya esté en la calle”. Este joven dirigente venezolano puso énfasis en la gratuidad de la enseñanza: “queremos que la educación sea gratuita, del pueblo; que no sea una mercancía”. Recordó que desde la llegada de la Revolución Bolivariana a Venezuela este objetivo ha sido logrado. Mencionó que, actualmente, “en Venezuela hay más de cinco millones de universitarios, porque la educación es gratuita y abierta al pueblo”. Agregó que, además, se han abierto 11 nuevas universidades, como la Universidad de las Artes o la de las Fuerzas Armadas y Policiales. Mencionó también a la Iberoamericana del Deporte, donde se realizan intercambios entre los estudiantes de los países miembros del Alba.
Más voces y debates
El secretario de Relaciones Internacionales de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Paul Floor, fue uno de los responsables de la implementación del evento, un hecho que determinó su presencia en Uruguay desde un mes antes del inicio del Congreso. Floor, estudiante de Ingeniería, explicó que “desde hace tres años venimos trabajando en un proyecto de reforma educativa en Chile, pero con una visión política más clara, no sólo con la gremial, que tiene que ver con la recuperación de nuestros derechos fundamentales también en otros ámbitos”. Este largo compromiso incluye haber analizado “las trabas que tenemos democrática y políticamente para llegar a esas metas”.
El dirigente reivindicó este encuentro de Uruguay porque “permitió mostrar lo que viene haciendo el movimiento chileno, movilizado con miles de estudiantes en las alamedas”. Agregó que, si bien los jóvenes estudiantes “tienen una historia muy grande, en este siglo estuvieron divididos y con bajo perfil, por los resabios que dejó la dictadura”. Señaló que “la visibilidad del problema chileno en América Latina es muy importante, porque genera una presión internacional al gobierno de Piñera, quien también está siendo fuertemente cuestionado por sus conflictos de intereses, ya que representa a un grupo económico conservador”.
Tras mostrarse conforme con el evento de Montevideo, Floor informó que “se plantearon jornadas de movilización latinoamericana, y por qué no mundial, en contra de la privatización y a favor de la educación pública y gratuita”.
El ecuatoriano Daniel Carbo Ordóñez, miembro del Ejecutivo de la Oclae, califica a la realidad educativa de su país como “lamentable y retrógrada”. Sostiene que la universidad no se ha transformado en “la que queríamos con la nueva Constitución de 2008, que garantizaba después de más de 30 años la gratuidad en la enseñanza universitaria”. Agregó que, recientemente, con el gobierno de Rafael Correa, “se aprobó una ley lesiva a los intereses estudiantiles y de la universidad, que elimina el presupuesto para investigación y establece condiciones para la gratuidad”. Lamentó que “es una ley que elimina el libre ingreso y establece exámenes de ingreso universitario, y que retrocede en los preceptos de la autonomía universitaria”.
El joven boliviano Iván Puñar Aguilar es miembro de la Confederación Universitaria de su país. Llegó a Montevideo como parte de una delegación de 10 compañeros en representación de las 11 universidades del sistema público nacional. Señaló que, a lo largo del encuentro, se notaron deficiencias sobre la autonomía universitaria en varios países. “Creemos que la autonomía universitaria es la base para los pueblos. Lo hemos planteado en varios talleres”, señaló. Recordó que las casas de estudio públicas en Bolivia gozan de autonomía plena: “es algo que valoramos mucho. Tenemos el 50% docente y 50% estudiantes en el poder. Si no nos ponemos de acuerdo, nos entrampamos”. Aguilar pidió “fortalecer este tema en varios países, porque Suramérica está viviendo un proceso de transformación que se refleja en la transformación universitaria”. Concluyó que “las universidades públicas y autónomas tienen que ser declaradas estratégicas para los gobiernos revolucionarios”.
Otro de los asistentes al Congreso de Montevideo fue el brasileño Daniel Iliescu, quien preside desde 2009 la Uniâo Nacional dos Estudantes (Une), organización que culminó su congreso nacional hace un mes, y en el cual participaron cerca de un millón de estudiantes de 800 ciudades del Brasil.
Iliescu reconoce a la Oclae como “nuestra entidad madre, porque coordina las luchas entre nuestras entidades nacionales”. Agregó que “este congreso es histórico, que sintoniza con el momento histórico que vive América Latina y porque es un momento muy fructífero para fortalecer la integración continental”.
La delegación brasileña estuvo compuesta por unos 800 estudiantes en representación de diversas universidades, entre ellas las flamantes Universidad por la Integración Latinoamericana (Unila) y Universidad Federal de la Frontera Sur (Uffs), que exigen como requisito que la mitad de los estudiantes sean brasileños y la otra mitad de otros países latinoamericanos.
El cierre del XVIº Congreso de Estudiantes estuvo acompañado, entre otras cosas, por la emblemática movilización que cada 14 de agosto realiza el movimiento estudiantil uruguayo, en memoria del asesinato del joven Líber Arce, hace ya más de tres décadas. El estudiantado latinoamericano, que recompone filas y cobra brío, busca una educación para la transformación, en trabajo conjunto con el movimiento popular organizado. Tal vez la próxima cita sea en la República Bolivariana de Venezuela.
- Georgina Rodríguez y Darío Rodríguez Techera, desde Montevideo
América XXI, Número 77, Año IX – Septiembre 2011
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