El despertar de los corderos
22/08/2011
- Opinión
Este título podría traer a colación algo así como el nombre de una película y nunca el momento político social, generado por las intensas movilizaciones de los estudiantes chilenos en los últimos meses.
Pero me viene a la memoria, por una frase de un amigo ecuatoriano dicha en marzo del 2007, en relación a las consecuencias del Transantiago en esos días. Él manifestaba que si la situación de caos del transporte y las molestias que sufría la gente por la pésima implementación de esta modificación de la transportación pública en Santiago hubiera ocurrido en su país, el gobierno habría caído y el presidente estaría exiliado. Me manifestó en tono de sorna, que los chilenos se habían convertido en corderos.
Me quede pensando, cuanto de verdad había en su apreciación y el porque de esta inmovilidad de la gente en aquellas circunstancias. La respuesta era una: esto ocurre como corolario del miedo dejado por la dictadura y la falta de organización popular en todos sus estamentos. Aquí se desarrolló un culto al individualismo, en que cada uno puede y debe solucionar los problemas por sí solo, pues todo lo que tuviera que ver con solidaridad y organización masiva era perdida de tiempo. Esta apreciación fue incentivada por la salida pactada de la época dictatorial en que ninguna acción pasada fue sometida a un juicio justo y en particular los chanchullos económicos (robos a Corfo) y demás acciones de quienes estuvieron 17 años medrando del golpe de estado del 73.
Por el contrario, se les dio toda la protección de parte de los órganos del estado (entonces en manos de la Concertación), sin que siquiera se intentara cumplir con promesas políticas de fuste, como fue el cambio de la Constitución espuria del 80, que en definitiva era la que encerraba, todos los amarres que hoy día están teniendo consecuencias nefasta en muchos planos, en particular la educación. ("Cambios en la medida de lo posible", decía el primer presidente de la "transición a la democracia").
Pero como las circunstancias decantan y las personas cambian, las nuevas generaciones van entendiendo por experiencia propia que sus expectativas e ilusiones no pueden ser desarrolladas sin organización y, particularmente, desde las bases, donde la mayorías se siente interpretada por sus mandantes, jóvenes como ellos, audaces como los mas y con una claridad, que no tienen los adultos que manejan los hilos del poder. Lo demostró el dirigente estudiantil Giorgio Jackson en su exposición de la semana pasada en el Senado ,el martes 16 de agosto (ver http://www.theclinic.cl/2011/08/17/la-clase-de-giorgio-jackson-a-los-politicos-en-el-senado/ ).
Hoy la juventud tiene plena conciencia que las cosas no pueden seguir como están y que los maquillajes que desean imponer desde el oficialismo y oposición son ruedas de carreta que ellos no deben tragarse. Que los cambios deben ser profundos y extensos en muchas aéreas. Poner sobre el tapete la discusión sobre el lucro y la gratuidad en TODOS los niveles de la educación y sobre la calidad de la misma, es una tarea titánica, pero nunca imposible. Han tomado conciencia de sus fuerzas y han sacado roncha en los sectores mas retrógrados de la ultra derecha, que han pretendido ningunearlos y satanizar sus demandas como algo “loco” y propio de muchachos inexpertos, manipulados por “comunistas” aprovechadores.
Llama la atención que los partidos políticos opositores, vayan corriendo detrás de los avances de los jóvenes y traten tardíamente de colgarse de los planteamientos irrefutables de los estudiantes. Así es como intentan integrarse al Paro Nacional de la próxima semana, sin ningún pudor, como si ellos no hubieran sido primeros actores en esta estafa anti-popular de 20 años de gobiernos de Concertación.
Ricardo Salcedo Mettroz, economista y analista chileno
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