Rico valle agrícola amenazado por empresa minera
27/10/2003
- Opinión
Tambogrande, uno de los valles agrícolas del Perú, ubicado al
noreste de la provincia de Piura, con una población estimada en
72.736 habitantes de la cual la mayor parte es joven y rural, vive
en la actualidad uno de los conflictos más importantes de su
historia pues se encuentra amenaza por el ingreso de la actividad
minera a la zona por parte de la empresa canadiense Manhattan
Minerales Corporation.
Actualmente el gobierno del Perú, a través de la autoridad del
sector (Ministerio de Energía y Minas) tiene la última palabra para
decidir si aprueba o no el Estudio de Impacto Ambiental presentado
por la empresa minera Manhattan, estudio que tiene serias falencias
y cuestionamientos técnicos hechos por expertos independientes.
Hasta el momento, el gobierno peruano ha hecho caso omiso a la
voluntad mayoritaria manifestada por la población tambograndina en
la consulta vecinal realizada en junio del 2.002, en la que
rechazó la introducción de actividad minera en la zona y
reafirmó su opción por el modelo de desarrollo agroexportador.
Valor económico del Valle
Este fructífero Valle representa el 40 % de la producción de limón
y mango nacional. La exportación de mangos da ingresos por 20
millones de dólares. De esta suma, se estima que hay una ganancia
neta de entre 7 y 10 millones de dólares para los exportadores
locales.
San Lorenzo y Tambogrande exportan sólo el 40% de su producción de
mango y el 5% de su producción de limón, lo que supone un enorme
potencial para ofertar internacionalmente sus productos.
La producción de alimentos agrícolas anuales es de más de 400 mil
toneladas, dando Tambogrande empleo a no menos de 15.000
trabajadores agrícolas directos, frente a los 500 puestos de
trabajo que ofrece la empresa minera de ingresar a la zona. El
valor económico en riesgo del valle por la actividad minera es de $
2153 millones.
Los US$ 33 millones de ingreso netos promedio anual logrado
actualmente por los agricultores y trabajadores agrícolas en el
valle de San Lorenzo sería 4 veces superior al monto total
conformado por el ingreso que recibiría el Estado por impuestos y
el correspondiente al total de las remuneraciones que percibirían
los trabajadores de la empresa minera, sin contar que una vez
recibido el ingreso por impuestos, el Estado no garantiza el
retorno sino de una parte muy reducida a través de los gobiernos
locales, sin llegar a las comunidades campesinas. El ingreso neto
del valle es más de 30 veces la suma de lo que se percibiría como
canon, más el que recibiría los trabajadores locales de la empresa
minera.
Irregularidades en la concesión minera
Durante el gobierno de Alberto Fujimori (1999), se autorizó,
mediante Decreto Supremo (N° 014-99-EM), el otorgamiento de
derechos mineros en esta zona a la empresa Manhattan Minerals
Corporation, poniendo en riesgo con ello el éxito logrado en el
valle y su futuro promisorio.
Este Decreto Supremo violenta el sistema jurídico nacional, al ir
contra leyes y procedimientos constitucionales (artículo 5 de la
Ley 25284, artículo 1 y 2 de la ley 27015, artículo 4 de la ley
26505 y su Reglamento y artículo 71 de la Constitución). Además
contradice los principales enunciados del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas,
y el sentir de la población y de las autoridades locales que se
encuentran satisfechas con los resultados obtenidos hasta el
momento, aunque, por supuesto, con la expectativa de superar sus
metas actuales.
A esto se suma que el Estudio de Impacto Ambiental, sobre el que
se determina si procede o no el proyecto minero, es realizado por
la propia empresa interesada en ejecutar el proyecto, lo que no
garantiza imparcialidad ni confianza.
Amenazas y violación de derechos humanos
El proyecto minero está ubicado en el epicentro del fenómeno de El
Niño, en donde las lluvias son torrenciales, haciendo de las
canchas de relave y el tajo abierto una amenaza constante de
contaminación.
El proyecto minero competiría con la agricultura por el recurso del
agua, de por si ya escaso en la zona. Además la geología del área
permitiría una rápida y peligrosa formación de ácidos que afectaría
la calidad del agua superficial y subterránea. En estos dos casos,
la agricultura resultaría perjudicada.
Se afectaría la zona urbana del distrito, teniendo que desalojarse
aproximadamente a 1.500 familias, violándose su derecho a la
vivienda e incumpliéndose la normatividad nacional vigente que
prohibe que se afecte o dañe al pueblo.
La contaminación afectaría la agroexportación de frutos que
anualmente representa un ingreso de 20 millones de dólares para
los agricultores locales, lo que significaría pérdida de los
puestos de trabajo que brinda la agricultura en el Valle que son
alrededor de 15.000.
La población no ha otorgado la licencia social para la realización
del proyecto puesto que nunca fue consultada sobre el mismo y más
bien, haciendo uso de los causes institucionales y democráticos,
ha manifestado su opción por el modelo agroindustrial y la no
pertinencia en la zona de la actividad minera.
El deficiente Estudio de Impacto Ambiental presentado por la
empresa Manhattan, no hace más que reflejar la falta de argumentos
para evitar el daño ambiental en la zona que se produciría
afectando los derechos humanos de la población consagrados en la
Constitución Política del Estado y en los instrumentos
internacionales de Derechos Humanos como la Convención
Interamericana de DDHH, el Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos
Sociales y Culturales.
Los dirigentes populares del Frente de Defensa de Tambogrande son
continuamente amenazados, agredidos por agentes de la empresa
minera y hostilizados a través de denuncias policiales,
llegándoseles hasta a abrir procesos judiciales a fin de
disuadirlos de continuar en la defensa del Valle. En abril del año
2.001 ya fue asesinado el Presidente del Frente de Defensa del
Valle, el ingeniero Godofredo García Baca, quien recibía continuas
amenazas. Los pobladores responsabilizan a la empresa minera de
esta muerte.
El Ministerio de Energía y Minas ya ha programado las audiencias
públicas para la presentación del Estudio de Impacto Ambiental (5,
6 y 7 de noviembre), esto constituye casi la última etapa para que
el gobierno decida la procedencia o no del proyecto en la zona. El
Estado peruano tiene el 20 % de acciones en este proyecto minero,
constituyéndose en juez y parte. La población, que ha buscado por
todos los causes institucionales ser escuchada, ha manifestado
democráticamente en la Consulta Vecinal realizada en junio del
2.002 su rechazo a la actividad minera en la zona, reafirmando su
opción por el modelo de desarrollo agroindustrial, y no considera
razonable que se violenten sus derechos y que se cambie su opción
de desarrollo que posibilita un futuro sostenible y sustentable
para sus hijos. Por ello, las organizaciones de derechos humanos
como la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos del Perú
(coalición que agrupa a 61 organismos de derechos humanos en el
país)y organizaciones ambientalistas colaboran y acompañan al
pueblo de Tambogrande en la defensa de sus derechos humanos
amenazados.
Así mismo diversas organizaciones y redes internacionales como
Amnistía Internacional, Rights and Democracy de Canadá, Misión
Belén de Suiza, Campaña Mundial de los Bosques, OILWATCH, SEEN
(USA), Equipo Nizkor (España), Friends of Heartt (Netherland),
Serpaj Europa y el Parlamento de Barcelona, se han pronunciado
invocando al gobierno peruano que respete la decisión del pueblo de
Tambogrande.
Hacemos un llamado a otras redes, organizaciones y líderes
políticos comprometidos con la defensa de los derechos humanos a
que se pronuncien y adhieran a esta justa causa e invoquen al
gobierno peruano y a las autoridades competentes a que respete la
decisión manifestada por la población tambograndina, desaprueben
el Estudio de Impacto Ambiental presentado por la empresa minera
Manhattan y pongan fin a este conflicto, devolviendo con ello
tranquilidad y la posibilidad de un futuro sostenible para la
población.
*Cristiano Morsolin, periodista italiano y operador de redes
internacionales.
Fundador del "Observatorio Independiente sobre la área Andina"
SELVAS (www.selvas.org). Trabaja en Lima en la cooperación
internacional y colabora con la Agencia ADITAL
*Mirtha Allende, Area Legal - Coordinadora Nacional de Derechos
Humanos - Perú
Miembro de Mesa Técnica de Apoyo a Tambogrande
E-mail: mallende@dhperu.org
Pagina web: www.tambogrande.org.pe
Campaña internacional en respaldo a la Resistencia del pueblo de
Tambogrande contra la explotación minera:
tambogrande_international@yahoo.com
https://www.alainet.org/es/active/4872
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