“La tendencia de un sector radical cuyo fin es fragmentar, dividir y enfrentar, (entre estos algunos periodistas, unos pensantes y otros no tanto) está claramente demostrado que el objetivo fundamental es desestabilizar procesos democráticos”.

Para esta diversidad de ciudadanos que no son pocos, que se constituyen en coristas de la derecha, proactivos a la división, que se desplazan con destreza en las salas de redacción de los periódicos y en las estaciones de televisión  de grandes empresarios de la comunicación en manos de la oligarquía, la crítica más perversa la centran en las propuestas que tiene el gobierno para el país, este preceder es recurrente frente a la carencia de un mapa de navegación.

Corro el riesgo de mostrarme fríamente crítica, ante la derecha golpista que existe en Bolivia, citaré solo dos ejemplos que grafican de cuerpo entero la actitud nefasta de estos ciudadanos.

-Cuando pusieron en peligro la democracia y la integridad del país.

- Los actos de Racismo ocasionados por periodistas de la ciudad de Sucre.

En el primer caso

Los terroristas y financistas de la legión de separatistas que emergieron en Santa Cruz de la Sierra reflejaron su odio por Bolivia, sus acciones develan el carácter racista que emerge de lo más profundo de su brutalidad.

En el segundo caso

El ejercicio del periodismo en Chuquisaca hace tres años, develó claramente prácticas racistas abstrayéndose de la noble profesión enmarcado en principios de ética y moral. Periodistas que confundieron la libertad de expresión con el insulto ofensivo y lo que es repudiable con la estimulación a la violencia.

Periodistas en Sucre que antepusieron sus intereses personales y mezquinos, para respaldar acciones deleznables en una muy clara muestra de conspiración mediática. Periodistas que provocaron el enfrentamiento del pueblo impregnados de racismo y de odio hacia humildes campesinos.

Periodistas que están lejos de la búsqueda ética del bien común y de la verdad. Periodistas que se convierten en entes existencialistas, y que desconocen que cuando se supera los errores y se reconoce la ignorancia se mitiga el sufrimiento humano.

Hasta donde conozco no existe sanción de ninguna naturaleza para estos ciudadanos que ejercieron el periodismo irresponsablemente, porque utilizaron medios de comunicación para acercar el petróleo al fuego y generar escenarios de alta tensión social.    

No caben conjeturas que estos sujetos están al servicio de sus patrones oligarcas que están subordinados al capitalismo salvaje.

Estados Unidos a juzgar por la historia, ha cometido horrendos crímenes en todo el mundo, en nombre de Dios, de los valores humanos y de la democracia. Si apelamos a un recuento sucinto de las guerras e invasiones, destilamos que en todos los actos de barbarie se encuentra la participación de Estados Unidos.

La violencia ejercida contra nuestros pueblos de Latinoamérica curiosamente es galardonada con Premios Nobel de la Paz. Delitos de lesa humanidad que han patentado salvajemente la vida de millones de seres humanos en el mundo.

La historia demuestra que en la segunda guerra mundial se registraron 55 millones de muertos y 3 millones de desaparecidos; en Hiroshima, aproximadamente 140,000 muertos y 80,000 en Nagasaki. Sin contar con los que siguieron muriendo a consecuencia de la radiación.

En la  guerra de Corea se registraron cerca de  2.9 millones de muertos. En Vietnam, aproximadamente 4 millones de muertos. Todo fue estratégicamente organizado con la mayor exactitud por militares y políticos del imperio norteamericano.

Según las Naciones Unidas, se presume que en la invasión de Irak han muerto 2 millones de personas, 4 millones de desaparecidos. En Afganistán, los innumerable ciudadanos muertos. Cuba desde 1960 es víctima de guerra psicológica y económica, no obstante este valeroso pueblo se adaptó al cruel bloqueo y su convicción revolucionaria se fortaleció con mayor contundencia.

Finalmente, en EEUU pasan los distintos gobiernos, empero, su política contra los países de Latinoamérica mantiene su directriz, generando pobreza, y mezclando la sangre con las lagrimas para respaldar y mantener el sistema social de los empresarios y castigar a los seres humanos que se pronuncian por los cambios sociales.

- María Eugenia Claros Bravo es Directora del Periódico Visión “Z”(Bolivia)