El Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada ha iniciado una masacre contra el pueblo boliviano nunca antes vista en democracia. La protesta popular se ha masificado, todos y todas exigen la renuncia de Sánchez de Lozada. Con la justificación de ingresar gasolina de la ciudad de El Alto a La Paz, las fuerzas policiales y militares han asesinado a mas de medio centenar de personas y herido mas de cien. Si bien los números parecen no contar para el gobierno, la ciudadanía en general repudia el crimen indiscriminado contra la población boliviana. El gobierno ha amenazado a todo aquel o aquella que pida su renuncia que serán acusados de sedición. El pueblo ha salido a las calles sin necesidad de caudillos o políticos tradicionales al frente, lo ha hecho por el sentimiento de ser participe de su desarrollo y destino. Estamos cansad@s de que las transnacionales y los poderosos se lleven el producto de nuestro trabajo y nuestros recursos naturales regando -mas pobreza, desempleo, inseguridad social, etc,- a su paso. Y todo ello bajo la complacencia y beneficio de los gobernantes que se han olvidado que la soberanía reside en el pueblo. En cuanto a las fuerzas armadas, deben tener presente el articulo 208 de la Constitución Política del Estado CPE expresa: "Las fuerzas armadas tienen por misión fundamental defender y conservar la independencia nacional, la seguridad y estabilidad de la República y el honor y la soberanía nacionales; asegurar el imperio de la CPE". En ese entendido, las Fuerzas Armadas no están cumpliendo con su misión porque están violando el artículo 7 de la CPE que en sus incisos fundamentales manifiesta:" Toda persona tiene los siguientes derechos fundamentales: a) a la vida, la salud y la seguridad; b) a emitir libremente sus ideas y sus opiniones por cualquier medio de difusión; c) a reunirse y a asociarse para fines lícitos, g) a ingresar, permanecer, transitar y salir del territorio nacional; h) a formular peticiones individual y colectivamente. Las Fuerzas Armadas deben garantizar todos los derechos que estipula la Constitución, por lo tanto deben deponer las armas contra el pueblo y viabilizar la voluntad popular. Basta de muertes, que Gonzalo Sánchez de Lozada se vaya de la presidencia y que lo sustituya el vicepresidente constitucional Carlos Mesa. En la lógica de preservar la democracia, Carlos Mesa deberá llamar a una Asamblea Constituyente, consulta popular sobre la exportación del gas, derogación de leyes que atentan contra la soberanía e intereses de la mayoría y desmilitarización urgente. Sin estos requisitos demandados por la ciudadanía, sobre todo la mas afectada por la inequidad social y económica- la paz y el dialogo no volverá al país.