Bolivia: Crónica de muertes anunciadas
13/10/2003
- Opinión
Gonzalo Sánchez de Lozada puede ser legal, pero evidencia nuevamente su
ilegitimidad gubernamental. No tiene ni tampoco tuvo base social que afirme su
gobierno, pero acuñó una estrategia demócrata-genocida (Demo/cida).
Me explico: De inicio, Sánchez de Lozada, para proclamarse Presidente, requería
ampliar su "base de sustento". Con este fín se asocia con otras tiendas
partidarias (NFR, MIR, UCS) -esgrime ahora en una conferencia de prensa del lunes
13- que gobierna con el 75% de apoyo y asume que es de la masa votante.
Pero no es así, en ningún momento hubo consulta de transferencia del voto
obtenido por los dirigentes en cada uno de los partidos, le apoyan únicamente las
cúpulas dirigenciales que tienen prebendas laborales, cargos en: Ministerios,
Embajadas, Comisiones congresales, Poder Judicial, Prefecturas, Defensor del
Pueblo y otras reparticiones públicas. Sumados estos, de ninguna manera llegan a
la cuantía del 75% que dice tener de apoyo . ¿Que más hace?.
Si no es suficiente, elige dos ministros antidemocráticos, pertenecientes a la
línea dura: Carlos Sánchez Berzaín y Yerko Kukoc. ¿Hace más?.
¡Claro!, se refuerza infiltrando en los Altos Mandos de las Fuerzas Armadas y de
la Policía Nacional hombres leales, identificados básicamente con él, con Gonzalo
Sánchez de Lozada .
Con este diagrama de poder, luego de febrero, se "estabiliza", recobra vitalidad
y fuerza para dar paso a su política entreguista. Es un secreto a voces, que
Sánchez de Lozada tiene conexiones y está atrapado por las transnacionales y por
grupos empresariales chilenos. Por lo tanto, tiene otros intereses que no son
precisamente bolivianos, el Presidente no responde a intereses del país; su
discurso de paladín de la bolivianidad, de forjador de una Bolivia mejor carece
de convicción. Porque él cree que Bolivia es inviable, ahí su designio:(...)
Bolivia esta en riesgo de desintegrarse...", entonces sus palabras y hechos son
incoherentes.
Se apoya en la Constitución Política y el lunes 13, dice:"(...) respetaré mi
juramento..." efectuado al tiempo de asumir el mandato constitucional. Le
preguntó: ¿En que parte del juramento dice: "Seguiré de Presidente ordenando la
muerte de: hombres, mujeres y niños bolivianos"? El pedido clamoroso de
sediciosos "grupos minoritarios" que copan las ciudades y las carreteras le exige
una salida constitucional y el no oye, "porque su mujer no quiere dejar de
oficiar de Primera Dama". Después expresa: "(...) el sistema democrático
peligra...". ¡Miente!, porque el sistema democrático no corre riesgo alguno. La
democracia que concibe Sanchéz de Lozada es un mecanismo de autodefensa de él y
de sus Agentes OO7 (con licencia para matar); la democracia es primacía de los
Derechos y Garantías fundamentales, reconocidos no solo por nuestra Constitución
Política, sino también por el Derecho Internacional. Un hombre que ordena matar
a sangre fría a sus conciudadanos no puede considerarse Demócrata. La democracia
no puede alimentarse de ríos de sangre.
La salida democrática es clara: la sucesión constitucional prevista en la carta
magna.
Entonces no hay peligro del sistema democrático, el peligro es él, que se aferra
"uñas y todo".
Ya no rige un sistema democrático en nuestra atribulada patria, sino una
DEMO/CIDA. La crónica de las muertes anunciadas se inaugura el 6 de agosto de
2002, se oxigenó el agosto del presente año. Los resultados aún contabilizan
los: médicos, enfermeras, sacerdotes, periodistas, viudas, huérfanos y todos
nosotros.
Aquí será imposible por los vínculos políticos vigentes, pero es imprescindible
denunciar al mundo y que sea la Corte Penal Internacional, quien juzgue el
genocidio dispuesto por Gonzalo Sánchez de Lozada.
http://www.bolpress.com
/opinion.php?Cod=2002073367
https://www.alainet.org/es/active/4750
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