Ñagare y mil veces Ñagare, señor Presidente

16/02/2011
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En la Asamblea Legislativa, en ocasión de las negociaciones de la ley 10 de 1997,  que creó la  Comarca  Ngäbe Buglé, el articulo 48 fue el que más inquietud levanto entre  los dirigentes indígenas por tratarse de la explotación de los recursos minerales, como abogado indígena, advertí que el texto que presentaba el gobierno, en ese entonces del PRD,  era lesivo a sus intereses. 
 
El texto tuvo algunos matices, pero todavía me sentía inconforme hasta que un dirigente indígena me señalo, si ya tenemos la propiedad colectiva asegurada y reconocido nuestro congreso será difícil aplicarlo, sin nuestro consentimiento.  
 
Estas sabias palabras, me llevan a señalar al actual gobernante panameño,  que el código minero y sus últimas reformas contenidas en  la ley 8 del 11 de febrero de 2011, van  a tener serias resistencia en su implementación, por su carácter antidemocrático y antinacionalista. 
 
Antidemocrático, La constitución política de Panamá,  reconoce el respeto a la identidad  de los Pueblos Indígenas y la propiedad colectiva sobre sus tierras y territorios para su propio desarrollo.  ¿Como una ley, le subroga a un gobierno cobrar cánones superficiales y la determinación de unas  regalías  sobre una tierra que no les pertenece.
 
Señor Presidente, los recursos del subsuelo son del Estado y la propiedad colectiva de las tierras son de los indígenas estos dos intereses estatales con rango constitucional, como cree que los resolverá sus reformas, de ahí el carácter antidemocrático, los diputados al aprobar una ley deben de observar los intereses del Estado contenidos en la carta política que implica medidas necesarias, justas y permitidas por la constitución, no pueden aprobar leyes lesivas a los ciudadanos, por lo tanto su aplicabilidad está supeditada al censor ciudadano.
 
Antinacionalista, Panamá, por años fue republica bananera, empresas privadas gringas propietarias y esto supuso intervenciones de Estados poderosos a fin de preservar los intereses de sus empresas.  ¿Usted no cree que involucrando a los gobiernos de  Estados Unidos, Canadá  y Corea del Sur en el financiamiento de las empresas mineras esta legitimando una intervención futura o demandas futuras contra el Estado panameño, a sabiendas que la aplicabilidad  de la minería va a  encontrar un rechazo de las comunidades campesinas e indígenas?
 
En el 2000, en ocasión de las reformas integrales al código minero, cuando hable con una funcionaria de la Dirección de Minas sobre el porqué de la falta de consulta con los indígenas, me señalo para que vamos hablar con los indígenas si siempre dicen Ñagare a todo. 
 
Si señor Presidente, ese Ñagare tiene identidad nacional y ahí estará en las manifestaciones que realicemos, en las demandas que por seguro presentaremos en las cortes panameñas,  a nivel internacional y en las campañas internacionales.  Y aunque nos tire a militares, como en Changuinola y San Félix e invente intereses oscuros, ya no estamos dispuestos a que nuestros gobernantes regalen oro o cobre por espejito y siempre ante las concesiones mineras en nuestros territorios escuchara  Ñagare y mil veces Ñagare, señor Presidente.
 
- Héctor Huertas González es abogado indígena-Kuna, miembro de la UNAIPA
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