Oportunidad perdida

13/12/2010
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En el I Encuentro de las Izquierdas por la Refundación de la República en abril pasado, el MNI puso su inscripción ante el JNE al servicio de las izquierdas para contribuir –unidos– a la forja de un gran frente por el cambio el 2011. Ante la inacción, el Partido Socialista envió una carta a su dirección, en setiembre, proponiendo darle curso al proceso: convertir al MNI en un espacio de las izquierdas. Ello implicaba abrirlo a estas, acordar un programa y visión del país común, establecer una dirección política unitaria y representativa, y cambiar el nombre del agrupamiento para darle otra dimensión y carácter, más allá del sello de PC del P, Patria Roja.
 
No hubo respuesta, pero la configuración de alianzas y candidaturas en las elecciones municipales y regionales de octubre reveló problemas. Solo en Lima las izquierdas habían ido juntas, con FS y Susana Villarán. En el resto de lugares, la dispersión había sido la norma. Y en Lima, el PNP no fue formalmente a la confluencia municipal de centroizquierda.
 
Dadas las elecciones del 3 de octubre y las victorias de movimientos progresistas en Lima y 6 regiones del país, se dio el II Encuentro de las Izquierdas. En medio del entusiasmo, se renovó el compromiso de un solo Frente por el Cambio y de articular las izquierdas en un MNI inscrito y a reconfigurar. La fragmentación de las fuerzas por el continuismo neoliberal hacía más propicia la oportunidad. El PS cursó una segunda carta a la dirección del MNI, valorando su ofrecimiento y reiterando darle curso al proceso unitario. Pero no pasó nada. Algún dirigente del MNI lo consideró un “capricho” y en IU se habló de que la coordinación de izquierdas asuma la representación política del MNI, pero allí quedó.
 
En otro espacio, el PNP se debatía entre ir como partido o en una alianza electoral más amplia que el MNI-Patria Roja, y –coincidiendo con varias fuerzas de izquierda– ampliar el entendimiento a sectores progresistas, movimientos regionales, sociales y de pueblos originarios. No se concretaba. Fuerza Social declaró que correría sola el 2011, con la candidatura de un ex director de El Peruano en la época de Fujimori (1994), y se diferenció del MNI y las izquierdas. Dijo que el MNI no tendría responsabilidades en políticas municipales y que FS era incompatible con el PNP. Declaró que FS no busca una nueva Constitución que sustituya a la fujimorista, ni una Constituyente, que no cuestiona ninguna de las privatizaciones producidas ni la reserva del gas de Camisea para uso nacional, tampoco el impuesto a las sobreganancias mineras para redistribuir la renta que genera. Es decir, no comparte banderas centrales por el cambio. 
 
Entonces, sin consultar a la mesa de izquierdas (IU), el MNI firmó un acuerdo con el Partido de los Fonavistas y el Dr. Canelo, abogado de elementos implicados en el caso Comunicore y en procesos a los Sánchez Paredes. Mientras, FS revaluó la desastrosa candidatura del ex director de El Peruano fujimorista y la opción de ir tras Toledo que levantaba a Huaroc, para jugar una tercera opción: Manuel Rodríguez Cuadros. Requería un frente. Así nació la Alianza FS. Sacaron al MNI (y Canelo) de debajo de la cama, distanciándolo de las izquierdas a las que ofreció su inscripción, lo unieron a Tierra y Libertad con quienes se había enfrentado en todo el país en octubre, y ¡a la foto!
 
En pocas horas tuvo su primera baja, el Dr. Canelo, al conocerse sus relaciones profesionales, del tipo Lourdes-Cataño. Y, de inmediato el discurso Villarán, en boca de Rodríguez Cuadros: “El Sr. (Nílver) López no tendrá ninguna responsabilidad en la alianza. Y ninguna es ninguna. En la Alianza FS no hay espacio para los radicalismos”. (12/12_2010). ¿Tampoco para el radicalismo ecologista posextractivista de Tierra y Libertad y el padre Arana? ¿O este  arroz con mango funciona porque cada uno come de su lado del plato?
 
Está claro que preservar inscripciones puede más que los programas por el cambio y que la ausencia de voluntades políticas claras termina, para variar, en oportunidades perdidas y facturas que pagaremos por todos.
 
La República, 13 de diciembre de 2010
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