Batlle escondido y Vázquez agraviado

El campo de orégano que busca Sanguinetti

13/08/2003
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El debate por ANCAP está tomando color. Sin embargo todavía la mecánica de lo que se discute tiene un tono demasiado alto, crispado, prefiriéndose la diatriba al análisis reposado. Lo ocurrido en la casa del Partido Colorado hace algunos días fue una muestra de ello. Sobre ANCAP no se habló mucho, pero se concretaron comentarios políticos para afectar la imagen del doctor Tabaré Vázquez. Parecería que no se quiere admitir que la resolución del Encuentro Progresista - Frente Amplio, sobre la asociación de la empresa de los combustibles con consorcios privados, fue el resultado de un largo proceso en que aparecieron opiniones asimétricas, como ocurre en cualquier organización democrática, pero que la posición adoptada es producto de una discusión laudada. Las diferencias señaladas y acentuadas no han determinado una ruptura en la organización política que aparece y persiste como primera en la intención de voto de los uruguayos. Además, se advierte con tristeza democrática, que en esos supuestos "debates" organizados por los partidos tradicionales, verdaderas manijas maniqueas, sin aparecer información fundamental, vinculada a otras asociaciones de la propia ANCAP con empresas privadas, como es el caso del Pórtland, que han tenido resultados catastróficos. Ni tampoco se menciona lo que es una realidad alarmante: Que esta empresa pública mantiene acuerdos con empresas privadas en cada uno de sus rubros, quedando abiertas para una negociación solo un acuerdo sobre la refinería y la concesión a privados del monopólico mercado interno que, obviamente, es un rubro apreciado por quienes, eventualmente, quisieran asociarse, y la otra capacidad monopólica de ANCAP, que es la importación de crudo. ANCAP ha conformado por lo menos 12 empresas en asociación con privados, las que tienen una característica que las engloba: los resultados negativos que han tenido para los intereses de ANCAP y de los uruguayos. Es lícito, por más que se entienda que el camino de la asociación con privados es idóneo, que se informe que luego de la asociación de ANCAP con la empresa argentina Loma Negra, en el sector Pórtland, que las pérdidas de la empresa pública uruguaya se hicieron insostenibles, por varias razones. También, en esos supuestos debates, se podrían haber manejado otras informaciones, como - por ejemplo - la difícil situación que vive el sector de los combustibles en la Argentina, donde los "deberes" impulsados por el Consenso de Washington se cumplieron a la perfección, privatizándose y asociándose al sector durante el período menemista, con un ímpetu parecido al que tiene el presidente Jorge Batlle y el Partido Colorado para "vender" todo lo posible antes de las elecciones de octubre del próximo 2004. Se podría haber informado a los asistentes que en el país vecino, de 6.300 estaciones de servicio que operaban el año pasado, cerraron aproximadamente 1.500, a las que posiblemente se sumen 2.000 más que se encuentran gravemente descapitalizadas. Las que cerraron son las llamadas "estaciones blancas", que nacieron durante la "desregulación"petrolera y que crecieron mientras podían abastecerse de combustible importado y de otro provisto por otras refinerías locales que aparecieron en el marco de un mercado que estaba en expansión, que sumaban un costo reducido, acorde con una calidad deficiente. Sin embargo, a partir del 2002, luego de la devaluación que terminó con la llamada "convertibilidad", el combustible importado dejó de ser barato, y esas 1.500 estaciones de servicio quedaron fuera de mercado. Además, obviamente, también cerraron las importadoras y desapareció también el canal de abastecimiento de todas las estaciones que no fueran de Repsol YPF. Sólo quedó para esas "estaciones blancas" el abastecimiento informal y de mala calidad de las refinerías locales, las que también comenzaron a tener dificultades para abastecerse de crudo. En más de una oportunidad hemos afirmado que las empresas que dependen de insumos importados, o que trabajan exclusivamente para la exportación, son las más vulnerables a cualquier tipo de variación de los precios relativos. La historia económica del país tiene hitos que demuestran esta afirmación. Bástenos recorrer algunos barrios de Montevideo, como el Cerro, que en el pasado tuvieron instaladas a muy importantes empresas frigoríficas, que fuera otrora un verdadero emporio de riqueza y, que hoy aparecen como un páramo, un verdadero monumento a una industrias que se desplomó, como tantas otras, ante contingencias internacionales distintas. Panorama parecido se verificó en el marco de las llamadas "exportaciones no tradicionales", sostenidas por empresas de distintos rubros (textiles, zapatos, vestimenta, etc.), que ante la caída de los aranceles, debieron primero replegarse a surtir el mercado interno y, cuando este comenzó a afectarse por la invasión de los productos importados, desaparecer dejando el tendal de desocupación y miseria. Por todo ello, frente al referéndum que se avecina, es lamentable que una de las partes trate de escurrir el bulto sin referirse a la verdad histórica, tratando así de comenzar a dirimir la contienda electoral de octubre del 2004 en el marco del referéndum que resolverá la vigencia de la ley de asociación de ANCAP con privados. Para ello lo esencial, en una estrategia presumiblemente instalada por Julio María Sanguinetti, es lanzar todas las andanadas posibles contra el Encuentro Progresista - Frente Amplio, sin dar a conocer elementos sustanciales de la situación real de ANCAP y sus ruinosas asociaciones. Lo que sorprende, ante la agresión, es que en la coalición de izquierda, en lugar de buscar un frente común, siga potencializando diferencias sobre una ley que caducaría si en el campo opositor, más allá de las distintas visiones sobre la misma, se aplacara la discusión interna y se advirtiera que ante la proximidad electoral no es malo ofrecer un abanico de alternativas y no una única y monolítica visión de los caminos a recorrer. Sanguinetti, que es un muy hábil estratega, sabe muy bien que hay que seguir pegando sobre las dos mataduras que afectan a la izquierda. Una de ellas es la ley de ANCAP, en razón de esas diferencias no resueltas, y la otra - de distinta magnitud - es intentar sacar de la contienda al doctor Tabaré Vázquez quién, sin lugar a dudas, es el polo de atracción, por su caudal político es, por si solo, capaz de encolumnar a los participantes del referéndum, más allá de las bondades y los defectos de la ley en cuestión. Es el objetivo que han elegido. Sacando a Vázquez de la contienda, mantienen en alto las diferencias que existen en la izquierda sobre la ley de ANCAP y, en ese marco confuso, se sabe que el resultado del referéndum puede ser discutido. Pero lo que les importa verdaderamente - y de alguna manera ha sido expresado por el propio Sanguinetti - es octubre del 2004. El ensayo será el referéndum de diciembre, pero la final será la elección nacional. Por ello el objetivo elegido ahora es Tabaré Vázquez. Se trata de una estrategia que todavía no ha sido plenamente comprendida ni siquiera en el seno de la coalición de izquierda. Y, por las dudas, para evitar otra faceta que podría determinar la polarización de la contienda, han retirado de circulación al propio presidente de la República, Jorge Batlle, a quién pretenden mantener enclavado en la Estación Carnelli, sin que su presencia en la Central, sirva para que la gente visualice en él todo lo negativo que ha ocurrido en el país. Con un Batlle marginado y con un Vázquez alejado de la contienda, protegido de los agravios y de las erosiones que le pueden provocar las agresiones políticas, el campo será de orégano para la derecha. Eso lo sabe Sanguinetti que trata de hacer pie sobre los escombros de un campo arrasado. El que le está dejando su correligionario, el presidente de la República. * Carlos Santiago. Secretario de Redacción de Bitácora. Uruguay.
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