Treinta igual a cero
26/10/2010
- Opinión
El presidente Leonel Fernández, fuertemente presionado por las denuncias de corrupción de su gobierno, le solicitó al Banco Mundial, al BID, a la Unión Europea, a la Cooperación Española, a la USAID y a un conjunto de Fundaciones de la llamada “sociedad civil” que le presentaran propuestas para enfrentar el problema y estos organismos concluyeron recientemente su trabajo entregándole treinta sugerencias sobre el tema.
En este caso treinta es igual a cero.
Parece absurdo, pero es así; precisamente porque ni la política ni la ética son idénticas a la aritmética.
Treinta medidas “para prevenir y combatir la corrupción” de un gobierno y un Estado considerablemente carcomido por mafias de todas las calañas: políticas, empresariales, militares, policiales, civiles y narcóticas.
Todas las propuestas –como dice el presidente aspirante a monarca- proceden de los “organismos más poderosos” del actual orden mundial (igualmente podrido) y de aquellas “fundaciones” criollas que usurpan la sociedad civil y se alimentan de la USAID, del capital financiero y otras especies parecidas, históricamente enfrentadas a la honestidad y la justicia. Ellas, aunque con menos descaro y más finura, forman parte del reino de la hipocresía vigente en este país y en la llamada “comunidad internacional”.
Todas las sugerentes sugerencias están dirigidas –y ahí está la trampa mayor- al mandamás de un Estado infectado hasta al tuétano por las esas mafias.
¿A quien se le ocurrió sugerirle “al capo de tutti capi” desmontar las prácticas, métodos, procedimientos y conceptualizaciones que alimentan su poder?
¿Conocen ustedes un solo caso en que el jefe de una estructura corrompida haya decidido desmantelarla para quedarse sin su soporte?
Ah!, pero olvidaba –y esto es también es muy significativo- que esta ocurrencia no fue de quienes presentaron las treinta propuestas de referencia, sino del receptor final de ese denodado esfuerzo.
En verdad la figura mas alta del poder, moralmente cuestionada por amplios sectores de la sociedad y del exterior, solicitó esa ayuda a esas “poderosas” entidades y éstas decidieron no juzgar la intención del solicitante y lanzarse a cumplir la misión sugerida.
Puede que algunos de esos organismos nacionales e internacionales se propusieran emplazar delicadamente al mandatario, diferenciándose de su descrédito; que otros persiguieran excluirlo del paquete corrompido y corruptor, y que las demás procuraran crearle un nuevo escenario para sus consabidos “Reality Show”. Los motivos para asumir ese rol podrían ser muy variados.
El procedimiento empleado -y esto si fue aceptado por todos- consistió en presentarle al presidente de la república las recetas “sesudamente” elaboradas para que él decidiera sobre su ejecución.
“La iglesia en manos de Lutero”, dirían los católicos opuestos a las reformas.
“Lutero en manos del Papa”, dirían los cristianos luteranos.
El hecho es que las treinta propuestas “para prevenir y combatir la corrupción” están en manos del jefe supremo de la corruptela oficial.
Ciertamente –como él dice- la corrupción no es solo gubernamental, ni siquiera es solo estatal. Va mucho más allá.
Es multi-facética y multi-direccional, pero siempre con poderosos componentes estatales-gubernamentales, en la medida los órganos y las autoridades encargadas de perseguir y sancionar la delincuencia procedente de la sociedad civil se convierten en socios y vividores de ella.
Nada “micro”, “individual” o “aislado”. Algo muy superior a una simple “percepción externa” exagerada. Algo realmente sistémico y de enormes dimensiones.
Porque es evidente -y está demostrado- que la mayor fuente de riqueza de los altos funcionarios civiles, policiales y militares del país, proviene de su asociación con la gran delincuencia común o de la extorsión de sus componentes. La alianza entre delincuencia empresarial, narcocorrupción, carteles de la construcción, contrabandistas y traficantes de todo tipo es intensa, diversa, multifacética, gigantesca y protegida por la impunidad que todo el Estado genera.
Por eso no hay que dudar en lo más mínimo que las treintas propuestas ya en manos del gran articulador del sistema, sean truqueadas y/o incumplidas.
De ahí lo de treinta igual a cero.
Pero deberían ser mas de treinta, aun sea por ganas de joder.
¿Por qué no se solicita una investigación especial en torno al vínculo del Jefe de Estado con el “narco” español Arturo del Tiempo Márquez y su hijo?
¿Por qué no averiguar sobre los orígenes y la expansión de los fondos y activos de la Fundación Global (propiedad del propio presidente), incluido el capítulo del financiamiento de sus actividades por la Barrick Gold y otros consorcios favorecidos con contratos leoninos?
¿Por qué no exigir que se investigue la autoría y procedencia de la multimillonaria campaña reeleccionista?, ¿o de las vallas de la “Primera Dama”?
Es posible que temas así hayan sido obviados por la mesa proponente (repleta de diplomacia), por lo sensitivos que podrían resultar para la epidermis presidencial y sus planes inmediatos.
Por demás, en este caso la corrupción es inseparable y está potencia por la res-postulación. Ambas se necesitan y alimentan mutuamente en la configuración de “el destino” palaciego”.
Tampoco olvidemos que la reelección es para el primer mandatario algo intensamente relacionado con la libertad, más bien con su libertad. Porque es sabido que cuando se encabeza un sistema de corrupción de Estado-partido-jefes, el riesgo de ser apresado y procesado se incrementa al verse forzado a abandonar la famosa “silla de alfileres”(mote puesto por Balaguer a la silla presidencial).
De seguro en ese mundillo diplomático y semi-diplomático abundan las razones para ser “prudentes” y “delicados” con el máximo líder y el mejor articulador de esta podredumbre funcional al presente orden capitali9sta neoliberal.
Vale también subrayar que la Constitución actual y el Senado que resultó de las pasadas elecciones, le están sirviendo para poner “candados” en la JCE, en la Cámara de Cuentas y el Consejo de la Magistratura y, por tanto, en el Tribunal Electoral y en el Tribunal Constitucional, de manera que estén en capacidad de impedir cualquier “atentado a la libertad” de este mandatario predestinado por voluntad propia. Definitivamente ese señor se resiste a verse en el espejo de Jorge Blanco (expresidentes procesado por corrupción).
Pero aun esas medidas de “blindaje” las entiende insuficientes, por lo que sigue empeñado en garantizar el seguro mayor disponible, el menos vulnerable de todos: ser presidente “per secula seculorum”; siempre contando con una inmensa fortuna propia y procurando la venia del gran capital y de su excelencia reverendísima.
23-26 de octubre 2010, Santo Domingo.
P/D: Tomado de <www.noticiassin.com>, con introducción apropiada para su distribución en el exterior.
https://www.alainet.org/es/active/41877?language=es
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