Prueba superada por el chavismo
Si así ganan, que lo sigan haciendo
01/10/2010
- Opinión
La oposición venezolana accedió a medirse con el chavismo. El oficialismo venezolano retuvo la mayoría parlamentaria en las elecciones del 26 de setiembre, y sus detractores deberán discutir en el marco de las instituciones democráticas. Escenarios que se repiten y elecciones que seguirán marcando el rumbo regional.
Aunque el portavoz de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, aseguró "Somos mayoría" y que obtuvieron el 52 por ciento de los votos, el oficialismo lo superó en alrededor de 30 bancas. Esas fueron las primeras reacciones ante el resultado de las elecciones parlamentarias del pasado 26 de setiembre en Venezuela.
El dirigente expuso este dato como "crucial" para explicar el supuesto nuevo escenario político en el país, aunque el oficialismo lo haya superado en el número de bancas obtenidas.
En esas primeras horas, Aveledo atribuyó la diferencia de legisladores a una "desviación perversa del sistema electoral que permite que el oficialismo con menos votos obtenga mucho más diputados".
Tanto la oposición política como el conglomerado mediático intentaron instalar, en los días posteriores a la elección, la idea de que el chavismo había perdido, y tuvieron cierto éxito momentáneo.
Sin embargo, cuatro días después de los comicios, las discusiones al interior del grupo opositor ya vieron la luz. Dirigentes del antichavista Un Solo Pueblo reconocieron que "la división y falta de liderazgo que mostró la oposición en el estado Bolívar fue la principal causa de la contundente derrota sufrida por la MUD ante el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)", según declaraciones a la Agencia Venezolana de Noticias.
El ex-candidato a la Asamblea Nacional (AN) y dirigente de la lista que enfrentó al partido de gobierno, Wiliam Flores, reconoció que "la polarización de los opositores en distintos grupos y la falta de un verdadero líder que aglutinara los votos fue determinante para que ocurriera esta derrota".
¿Por qué jugaron a ganadores, entonces? El PSUV del presidente Hugo Chávez ya no contará con mayoría calificada en la AN, pero esto es un dato esperable si se considera que, después de años de retiro voluntario de la vida institucional de Venezuela, la oposición decidió participar de las elecciones.
Así, las puertas del Legislativo se abrieron a los detractores de la revolución bolivariana después de cinco años de ausencia. Números: según el primer boletín oficial de resultados emitido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el oficialismo obtuvo 98 de los 165 escaños de la AN, mientras que la oposición aglutinada acaparó 65, y el partido disidente del oficialismo Patria Para Todos (PPT), ganó otros dos lugares.
De las elecciones participó el 66,45 por ciento del padrón de habilitados, y en la pulseada por las 12 bancas del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), el PSUV se quedó con 6 sillas, la MUD con 5 y la restante es para una organización indígena.
Antes del anuncio oficial de los resultados, el jefe del Estado, pidió a sus seguidores "aceptar los resultados" y los convocó a celebrar en las cercanías del palacio de Gobierno y, aunque al final él mismo no apareció, quienes sí se presentaron en la tarima montada fueron los dirigentes del PSUV, encabezados por Aristóbulo Istúriz, su jefe de campaña.
Istúriz reconoció que el PSUV no alcanzó la meta de los diputados que otorga la mayoría cualificada, pero resaltó que, sin embargo, el oficialismo obtuvo una "victoria contundente" en la jornada electoral del domingo.
Por otro lado, el opositor alcalde de Caracas, el socialdemócrata Antonio Ledezma, valoró el resultado como una "victoria de la democracia" y aseguró a Efe que los comicios demostraron una voluntad real por parte de los venezolanos de sustituir al actual Gobierno "revolucionario".
Hugo Chávez, quien condujo personalmente la campaña en numerosas regiones, tras conocerse los resultados sostuvo que: "no queda duda de que obtuvimos una importante victoria en el parlamento", a lo que agregó "si ellos dicen que ganaron, pues síganme ganando así".
El presidente bolivariano calificó el resultado de su PSUV como una sólida victoria, suficiente para continuar profundizando el socialismo bolivariano y democrático. El mandatario había expresado a sus correligionarios que la meta era obtener los dos tercios del Parlamento unicameral para garantizar, según dijo, el avance del proceso de cambios socialistas que lidera en Venezuela desde 1999.
b>El modelo expresado por Hugo Chávez ha implicado transformaciones en su país y también fue relevante en la modificación del escenario regional. Desde el afianzamiento de de su administración, contó con el apoyo de mandatarios de otros países de América Latina, como el ex presidente argentino, Néstor Kirchner. Y sumó el de otros gobernantes que llegaron posteriormente al poder con fuerte respaldo popular, como Evo Morales y Rafael Correa. La Cuba de Fidel Castro tuvo un fiel aliado en Venezuela desde el arribo de Chávez.
El gobernante venezolano recordó que Kirchner fue un "osado" al apostar por la construcción de fuertes relaciones políticas y comerciales entre Venezuela y Argentina en un momento en el que Chávez era presentado en el mundo como "un dictador, un autócrata, un militarista".
La persistencia del modelo de la revolución bolivariana en Venezuela, al igual que la continuidad de la política inaugurada en Brasil por Lula Da Silva, se configuran como indicios fundamentales para profundización de la nueva fuerza de la América Latina integrada.
A su vez, los desafíos electorales seguirán poniendo a prueba a los gobiernos democráticos y populares en la región. Así, después de los comicios de este 3 de octubre el Brasil; Argentina asistirá a una disputa de igual tenor en 2011 cuando se realicen las elecciones presidenciales que pondrán en juego la continuidad del proyecto nacional iniciado en 2003 por Néstor Kirchner, y profundizado desde 2007 por Cristina Fernández.
Las coincidencias en el escenario de disputa que se repite en estos países no son tales.La reacción de las derechas conservadoras y nostálgicas del neoliberalismo trabajan codo a codo con el “partido de los medios” que logra visualizarse en las cadenas y multimedios de comunicación. Globovisión contra Chávez, O´Globo enfrentado a Lula y Clarín contra Cristina Fernández –entre otras firmas cuasi destituyentes-, forman parte de un mismo gran espacio político.
Se trata de fuerzas que coinciden con el espíritu contrario a la integración latinoamericana de Estados Unidos. Esa convergencia fue retratada con contundencia por el presidente Evo Morales en sus palabras de respaldo al gobierno de Rafael Correa en sus recientes horas críticas.
Es esa articulación entre fuerzas reaccionarias internas y externas las que conspiran en favor de que la región se retrotraiga a una situación de sumisión a las imposiciones de los organismos multilaterales dirigidos desde Washington, y desestimen, así, el nuevo rol al que están llamadas a jugar nuestras naciones en la nueva configuración mundial post crisis económica.
El dirigente expuso este dato como "crucial" para explicar el supuesto nuevo escenario político en el país, aunque el oficialismo lo haya superado en el número de bancas obtenidas.
En esas primeras horas, Aveledo atribuyó la diferencia de legisladores a una "desviación perversa del sistema electoral que permite que el oficialismo con menos votos obtenga mucho más diputados".
Tanto la oposición política como el conglomerado mediático intentaron instalar, en los días posteriores a la elección, la idea de que el chavismo había perdido, y tuvieron cierto éxito momentáneo.
Sin embargo, cuatro días después de los comicios, las discusiones al interior del grupo opositor ya vieron la luz. Dirigentes del antichavista Un Solo Pueblo reconocieron que "la división y falta de liderazgo que mostró la oposición en el estado Bolívar fue la principal causa de la contundente derrota sufrida por la MUD ante el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)", según declaraciones a la Agencia Venezolana de Noticias.
El ex-candidato a la Asamblea Nacional (AN) y dirigente de la lista que enfrentó al partido de gobierno, Wiliam Flores, reconoció que "la polarización de los opositores en distintos grupos y la falta de un verdadero líder que aglutinara los votos fue determinante para que ocurriera esta derrota".
¿Por qué jugaron a ganadores, entonces? El PSUV del presidente Hugo Chávez ya no contará con mayoría calificada en la AN, pero esto es un dato esperable si se considera que, después de años de retiro voluntario de la vida institucional de Venezuela, la oposición decidió participar de las elecciones.
Así, las puertas del Legislativo se abrieron a los detractores de la revolución bolivariana después de cinco años de ausencia. Números: según el primer boletín oficial de resultados emitido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el oficialismo obtuvo 98 de los 165 escaños de la AN, mientras que la oposición aglutinada acaparó 65, y el partido disidente del oficialismo Patria Para Todos (PPT), ganó otros dos lugares.
De las elecciones participó el 66,45 por ciento del padrón de habilitados, y en la pulseada por las 12 bancas del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), el PSUV se quedó con 6 sillas, la MUD con 5 y la restante es para una organización indígena.
Antes del anuncio oficial de los resultados, el jefe del Estado, pidió a sus seguidores "aceptar los resultados" y los convocó a celebrar en las cercanías del palacio de Gobierno y, aunque al final él mismo no apareció, quienes sí se presentaron en la tarima montada fueron los dirigentes del PSUV, encabezados por Aristóbulo Istúriz, su jefe de campaña.
Istúriz reconoció que el PSUV no alcanzó la meta de los diputados que otorga la mayoría cualificada, pero resaltó que, sin embargo, el oficialismo obtuvo una "victoria contundente" en la jornada electoral del domingo.
Por otro lado, el opositor alcalde de Caracas, el socialdemócrata Antonio Ledezma, valoró el resultado como una "victoria de la democracia" y aseguró a Efe que los comicios demostraron una voluntad real por parte de los venezolanos de sustituir al actual Gobierno "revolucionario".
Hugo Chávez, quien condujo personalmente la campaña en numerosas regiones, tras conocerse los resultados sostuvo que: "no queda duda de que obtuvimos una importante victoria en el parlamento", a lo que agregó "si ellos dicen que ganaron, pues síganme ganando así".
El presidente bolivariano calificó el resultado de su PSUV como una sólida victoria, suficiente para continuar profundizando el socialismo bolivariano y democrático. El mandatario había expresado a sus correligionarios que la meta era obtener los dos tercios del Parlamento unicameral para garantizar, según dijo, el avance del proceso de cambios socialistas que lidera en Venezuela desde 1999.
b>El modelo expresado por Hugo Chávez ha implicado transformaciones en su país y también fue relevante en la modificación del escenario regional. Desde el afianzamiento de de su administración, contó con el apoyo de mandatarios de otros países de América Latina, como el ex presidente argentino, Néstor Kirchner. Y sumó el de otros gobernantes que llegaron posteriormente al poder con fuerte respaldo popular, como Evo Morales y Rafael Correa. La Cuba de Fidel Castro tuvo un fiel aliado en Venezuela desde el arribo de Chávez.
El gobernante venezolano recordó que Kirchner fue un "osado" al apostar por la construcción de fuertes relaciones políticas y comerciales entre Venezuela y Argentina en un momento en el que Chávez era presentado en el mundo como "un dictador, un autócrata, un militarista".
La persistencia del modelo de la revolución bolivariana en Venezuela, al igual que la continuidad de la política inaugurada en Brasil por Lula Da Silva, se configuran como indicios fundamentales para profundización de la nueva fuerza de la América Latina integrada.
A su vez, los desafíos electorales seguirán poniendo a prueba a los gobiernos democráticos y populares en la región. Así, después de los comicios de este 3 de octubre el Brasil; Argentina asistirá a una disputa de igual tenor en 2011 cuando se realicen las elecciones presidenciales que pondrán en juego la continuidad del proyecto nacional iniciado en 2003 por Néstor Kirchner, y profundizado desde 2007 por Cristina Fernández.
Las coincidencias en el escenario de disputa que se repite en estos países no son tales.La reacción de las derechas conservadoras y nostálgicas del neoliberalismo trabajan codo a codo con el “partido de los medios” que logra visualizarse en las cadenas y multimedios de comunicación. Globovisión contra Chávez, O´Globo enfrentado a Lula y Clarín contra Cristina Fernández –entre otras firmas cuasi destituyentes-, forman parte de un mismo gran espacio político.
Se trata de fuerzas que coinciden con el espíritu contrario a la integración latinoamericana de Estados Unidos. Esa convergencia fue retratada con contundencia por el presidente Evo Morales en sus palabras de respaldo al gobierno de Rafael Correa en sus recientes horas críticas.
Es esa articulación entre fuerzas reaccionarias internas y externas las que conspiran en favor de que la región se retrotraiga a una situación de sumisión a las imposiciones de los organismos multilaterales dirigidos desde Washington, y desestimen, así, el nuevo rol al que están llamadas a jugar nuestras naciones en la nueva configuración mundial post crisis económica.
APM | Agencia Periodística del Mercosur | www.prensamercosur.com.ar/apm
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.
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