Lucio Gutiérrez: instrumento del imperio

22/06/2003
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"Para que la Mundialización funcione, Estados Unidos no debe tener miedo de actuar como la Superpotencia invencible que es en realidad. La mano invisible del mercado no funcionará jamás sin un puño invisible. McDonald´s no puede expandirse sin Mc.DOUGLAS, el fabricante de los aviones F-15. El puño invisible que garantiza la Seguridad Mundial de las tecnologías del Silicón Valley, se llama Ejército de los Estados Unidos." Madeleine Albrigth, Secretaria de Estado de los EEUU. 1999. En obsecuente alineamiento con los objetivos geopolíticos del imperialismo norteamericano, Lucio Gutiérrez abogó por la inclusión del problema colombiano en la agenda de la reunión del Grupo de Río que se llevó a cabo en el Cuzco Perú el 23 y 24 de mayo, y, la consideración, como alternativa cierta, de conformar una fuerza multinacional latinoamericana para participar directamente en la guerra colombiana. Efectivamente, el tema colombiano no se hallaba incluido en la agenda oficial del certamen. Fue Lucio Gutiérrez quien, en la antesala de la reunión oficial, planteó el tema mediante una declaración en la que expresaba que la ONU debe exigir el cese del fuego a las FARC, ya que ello, según su opinión: "hará pensar mucho a las FARC, para que realmente, si desean la paz, pues lo demuestren. Si no lo hacen, si no reaccionan ante un pedido del Secretario de la ONU, pues el mundo estaría dispuesto a colaborar con Colombia en otro camino"1, declaración en la cual igualmente expresó que: "Definitivamente este problema de Colombia tenemos que solucionarlo entre todas las naciones del mundo"(1) , posición que no era de forma alguna original o inédita, puesto que habían sido ya expresadas el 8 de febrero del 2003 por la Presidencia de la República de Colombia, mediante comunicado en el que el gobierno de Uribe afirmaba que: "Necesitamos que el mundo democrático venga a Colombia a ayudarnos a derrotar el terrorismo. Necesitamos que así como se está dando en Naciones Unidas una discusión sobre el caso Irak, el mundo tome la decisión de ayudar a Colombia. Necesitamos la tecnología de los países democráticos, sus recursos técnicos, sus recursos financieros, sus sistemas de transporte, para que le ayuden a nuestra Fuerza Pública y a nuestra Fiscalía a derrotar a los terroristas"(2) . La posición de Lucio Gutiérrez en procura de la regionalización del conflicto colombiano fue oficializada cuando "puso sobre la mesa" el tema colombiano, "a eso de las 8:00 p.m. en el hotel Monasterio, de Cusco (Perú), donde los jefes de Estado se reunieron a debatir los temas de la agenda"1, lo que no solamente determinó su inclusión sino que incluso posibilitó adquiera prioridad ante las discusiones sobre la lucha contra la pobreza y el desarrollo social. La inclusión del tema igualmente posibilitó que los planteamientos antes mencionados se incluyan en la denominada: "Declaración del Grupo de Río sobre la situación en Colombia", declaración que contiene la siguiente decisión: "Instar al Secretario General de las Naciones Unidas, Excelentísimo señor Kofi Annan, a que utilice sus buenos oficios para impulsar decididamente un proceso de paz en Colombia exhortando a los movimientos guerrilleros que operan en dicho país a firmar un acuerdo de cese de hostilidades y entrar a un diálogo abierto y transparente que, a través de un cronograma con plazos, discutido y aprobado por las partes, permita llegar a una solución pacífica y definitiva al conflicto colombiano, que cada vez afecta más a los países vecinos de la región. Si este proceso no tiene el éxito deseado, el Grupo de Río, junto al Secretario General de Naciones Unidas y en coordinación con el Gobierno de Colombia, buscará en una nueva consulta otras alternativas de solución" La Decisión tal como está formulada, para una mejor comprensión de sus verdaderas intenciones, exige recordar, respecto al primer párrafo que: a. Las FARC siempre han dicho que la paz se tiene que negociar entre colombianos, como lo ratifica lo expresado en la "Carta abierta al Presidente Álvaro Uribe Vélez de las FARC, dirigida por el Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP, el 20 de agosto del 2002, cuando señala que: "Si la Insurgencia decidiera aceptar un diálogo condicionado, como usted lo propone, el interlocutor de la guerrilla, según el planteamiento suyo, no será ni usted ni el Gobierno que usted preside, sino la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 0rganización ésta con la que conservamos buenas relaciones, como si el conflicto social y armado que padece Colombia por cerca de cuatro décadas, fuera entre la ONU y la Insurgencia colombiana y no entre la Insurgencia y el Estado colombiano, personificado en la casta dirigente liberal-conservadora, siempre dispuesta a impedir los cambios democráticos; b. "Aunque parezca extraño, el delegado de la ONU para Colombia, el norteamericano James LeMoyne, da razón a la posición política de la guerrilla en cómo iniciar unas negociaciones. En varias entrevistas realizadas durante su visita en Colombia hace una semana, LeMoyne primero advierte a los que están por una solución militar diciendo que 'están equivocados si creen que la guerra va a dar solución'. Por eso fue prácticamente regañado por la ministra de Defensa, el Palacio de Nariño y el mismo jefe de las Fuerzas Militares colombianas, el general Jorge Enrique Mora", regaño que solo confirma la opción del gobierno de Uribe de optar por la "solución militar"(3) ; c. Uribe en todo el decurso de su gobierno se ha manifestado por la "solución militar" del conflicto como lo establece claramente la cita del Comunicado de la Presidencia del 8 de febrero del 2003 antes citada, por lo que en "ningún momento ha tenido voluntad política ni la decisión ni la práctica para llegar a sentarse en la mesa de negociaciones con las FARC", renovando: "la vieja aspiración de querer derrotar militarmente a la guerrilla que a lo largo a los años ha intentado el sistema colombiano pero que no ha podido realizar". Precisiones que advierten que la propuesta de Gutiérrez había sido negada, tanto por las FARC como por el propio delegado de las Naciones Unidas, ya que, se entendía que el proceso de negociación debía darse entre el Estado colombiano y las fuerzas insurgentes. Si el problema se hallaba así planteado, es obvio concluir que el primer párrafo sólo trata de encubrir las verdaderas intenciones que esconde la Declaración en análisis, intenciones que se sintetizan en: a. Regionalizar el Plan Colombia como lo había reclamado el general James Hill, Jefe del Comando Sur del Ejército estadounidense, quien, luego de visitar las instalaciones militares ecuatorianas localizadas en la frontera con el Putumayo colombiano, reiteró que la posición de los EE.UU. y del gobierno de Alvaro Uribe es la de regionalizar el Plan Colombia; b. Regionalizar el Plan Colombia a través de una fuerza multinacional, como lo confirman las declaraciones del Presidente venezolano Hugo Chávez cuando relata que ante su pregunta de que: "Si aquí se está pensando en una intervención militar multinacional latinoamericana contra Colombia o en Colombia, que se diga clarito" obtuvo como respuesta un sí", lo que mereció su comentario en el sentido de que: "Ahí salió la verdad (...) Bien valió la pregunta y el mal rato, para descubrir que detrás de esta propuesta se está pensando, nada más y nada menos, que en la posibilidad de que se organice una fuerza (...) Internacionalizar un conflicto, que es sólo de Colombia ¡Eso aquí no se había planteado jamás, en ninguna época en este continente!"(4) ; c. Viabilizar una operación multinacional contra la guerrilla colombiana, liderada por los Estados Unidos, que sería patrocinada por las Naciones Unidas, la que podría llevarse a cabo en enero del 2004 y que contaría con soldados de Argentina, Ecuador, Chile, Uruguay y Perú, como lo denunciara el Jornal do Brasil, sobre la base del plan descubierto en abril del 2002, por "Red Táctica", empresa radicada en Washington, especializada en operaciones de venta de armamentos en América Latina, acción militar multinacional que habría recibido el apoyo de Bush y Annan(5) . Aseveraciones que, a más de develar la verdadera razón del planteamiento de Gutiérrez: a. Confirman las denuncias respecto a la vieja intención estadounidense de: "crear una instancia multinacional que pueda intervenir, llegado el caso, en aquellos países en que la democracia esté en peligro", como lo propusiera, por ejemplo, la Misión de Estados Unidos el 8 de junio de 1999, cuando culminó la XXIX Asamblea General de la OEA"(6) ; b. Explican por qué razón el gobierno de Gutiérrez difundió profusamente la noticia sobre una supuesta ayuda estadounidense que consistiría en la dotación de 50 camiones, 100 carros 4X4 del tipo Hummer y 18 helicópteros, noticia que fuera luego desmentida por la embajadora de los EE.UU en el Ecuador; c. Explican la premura con la cual Gutiérrez expidió el Decreto Ejecutivo mediante el cual crea una franja militarizada en toda la frontera con Colombia, establece restricciones para el tránsito de los ecuatorianos no residente en la zona, define la necesidad de realizar un censo de personas y propiedades, concretando otro viejo propósito de los Estados Unidos, como lo confirman las declaraciones que en ese sentido pronunciará el ex canciller Heinz Moeller y que fueran reproducidas pro el diario El Comercio el 23 de febrero del 2001, bajo el título "Una franja de seguridad se arma en la frontera norte del Ecuador". Ante la obsecuencia e irresponsabilidad del gobierno de Gutiérrez y la limitada respuesta del Congreso Nacional, a pesar de la gravedad de las decisiones adoptadas por Gutiérrez, el planteamiento del Presidente Hugo Chávez para abrir el más amplio debate sobre el tema en América Latina no sólo es procedente sino mandatorio para todas las fuerzas patrióticas, si queremos impedir el involucramiento de los ejércitos de Argentina, Ecuador, Chile, Perú, Uruguay y Bolivia en la guerra de Colombia, guerra que tiene como objetivos finales el consolidar la dominación económica de los Estados Unidos en América Latina y la creación de las condiciones más propicias para la ocupación de la amazonía, propósitos contrarios al interés y al desarrollo soberano de América Latina. Quito, 4 de junio del 2003 Notas: 1 El Tiempo, Bogotá Colombia, edición del 23 de mayo del 2003 2 Comunicado de la Presidencia de la República de Colombia, 8 de febrero del 2003 3 Emanuelsson Dick: :"Lucio Gtiérrez juega la avanzada intervensionista en Colombia", Rebelión, 25 de mayo del 2003. 4 VENPRES, 2 de junio del 2003 5 Diario El Tiempo, Bogotá Colombia, julio del 2002. 6 Navarro Guillermo: "Plan Colombia ABC de una tragedia", Ediciones Zitra, marzo del 2002, Quito, Ecuador, página 41.
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