Colombia

Santos: en la antesala de la presidencia

Alejo Vargas Velásquez

01/06/2010

Opinión

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Se realizó la primera vuelta de la elección presidencial y se dio una verdadera sorpresa electoral con el triunfo arrasador de la candidatura de Juan Manuel Santos, a tal punto que estuvo a solas tres puntos de lograr la mayoría para ser electo directamente. No quiero especular más a propósito de perdedores y ganadores; ya hemos tenido bastantes análisis en ese sentido, sólo enfatizar en la importancia que tienen para las elecciones las estructuras organizativas de los partidos, en lo cual la ventaja estaba a favor de la candidatura Santos; quiero centrarme en los efectos con relación a la segunda vuelta presidencial.

Debemos decir, en aras del realismo, que una victoria de Antanas Mockus es una probabilidad muy remota, por razones objetivas –eso no significa que no se respete la esperanza de sus seguidores de lograr una victoria-. Porque no parece fácil conseguir los votantes que vayan a remontar la gran diferencia y además la estrategia de la campaña conocida hasta el momento –que no estimula las alianzas y acuerdos entre los partidos- , por supuesto que no ayuda.

Tradicionalmente se afirma que en las segundas vueltas presidenciales, cuando la disputa entre los candidatos es reñida, tiende a darse una mayor participación electoral, porque cada votante tiende a considerar su voto como útil; al contrario, cuando la diferencia es tan grande, como en el caso que nos ocupa, la tendencia es a desestimular la participación, porque los partidarios del que va de primero consideran que su victoria es un hecho y que no es importante estimular la participación; los partidarios del segundo candidato, igualmente tienden a considerar como poco probable una victoria, que no estimula votar y puede disminuir su participación o crecer en proporciones poco relevantes. Sin duda que en nuestro caso estamos más cerca del segundo escenario que del primero.

Ahora bien, las posibilidades de alianzas para las dos candidaturas son diferentes. No hay duda que existe un mayor atractivo para las fuerzas políticas de tejer alianzas con aquel candidato que tiene mayores opciones de triunfo. Los partidos políticos que formaron parte de la coalición uribista, los Partidos Conservador y Cambio Radical, es altamente probable que formen una coalición con Juan Manuel Santos. En el mismo sentido seguramente actuará la mayoría del Partido Liberal –de hecho un importante sector de sus congresistas ya lo han anunciado públicamente- y más cuando la jefatura de Rafael Pardo ha salido fuertemente debilitada luego de sus magros resultados electorales. Esto se refuerza con la propuesta de Santos de un gobierno de unidad nacional, que sin duda es atractiva a para los partidos políticos. Probablemente el PDA tenga una propensión a apoyar a Antanas Mockus, pero igualmente un sector del mismo que ha criticado duramente al candidato verde por su neoliberalismo económico y su uribismo en cuanto a las políticas de seguridad, difícilmente votarían por él.

Lo anterior nos sitúa en un escenario claramente favorable a Juan Manuel Santos, a pesar de que tengan razón quienes afirman que no todos los votantes se pueden ‘endosar’, pero no hay duda que un importante sector de éstos siguen las indicaciones de sus dirigentes. En relación con los votantes de opinión o disponibles, si bien podrían ser ganables en un porcentaje por la candidatura Mockus, es probable que se tiendan a inclinar a favor de quien ven con mayores probabilidades de ganar o terminen no participando. Mockus tiene el reto de mostrar que es capaz de mejorar la estrategia comunicativa y elaborar propuestas más concretas, más allá de algunas generalidades que han sido suficientes para una franja de votantes, pero insuficientes para aquellos que definitivamente esperan más claridad acerca de lo que esperarían hacer sus gobernantes, si logran triunfar. No la tiene fácil el candidato Mockus.

- Alejo Vargas Velásquez es Profesor Universidad Nacional

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