Las demandas del campesinado

17/05/2010
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“Para nosotras, el bajo precio de nuestros productos, los bajos salarios que nos pagan o la falta de reconocimiento del valor de nuestro trabajo como mujeres, el alto costo de la vida, la falta de tierra o de crédito para producir, la forma en que nuestras parejas controlan todos los bienes de la familia o la manera en que las y los jóvenes se están yendo cada vez más para el Norte, entre otros, tiene que ver con los problemas económicos que en Guatemala necesitamos resolver. Y si para algunos, la solución pasa porque las y los ricos se enriquezcan más para que a nosotras nos vaya “cayendo” una parte de los beneficios, en nuestro caso, tenemos claro que la pobreza no podrá desaparecer si no hay una redistribución de recursos que, como la tierra, están concentrados en unas pocas manos”.
 
(Dalila de Jesús Vásquez Vásquez. Alianza de Mujeres Rurales. Ponencia. Tomado de “Las políticas públicas agrarias y los retos para el campesinado latinoamericano”. AVANCSO. Guatemala. 2009).
 
El acceso a la tierra como medio de producción y la certeza jurídica en el uso y propiedad de la misma, es el fondo de la demanda histórica y el grito permanente de las y los campesinos de Guatemala, quienes debido a la marginación, la exclusión y ausencia de políticas públicas orientadas a la población del campo, además de las difíciles condiciones socioeconómicas actuales de este sector social, descritas parcialmente en el fragmento anterior, favorecen la lucha campesina exigiendo tierra para producir alimentos, para garantizar su subsistencia familiar, mejorar la calidad de vida, promover el desarrollo rural y asegurar un mejor futuro a sus descendientes.
 
Guatemala es un país capitalista donde pequeños grupos económicos concentran el capital, los medios de producción (tierra) y acumulan mayor riqueza. Tal como lo afirman estudios recientes, “…a diferencia de la senda seguida por los países desarrollados, Guatemala al igual que Latinoamérica, está marcado por el saqueo y acaparamiento de tierras que dejó la acumulación colonial y que se ha reproducido hasta nuestros días. Sobre esa historia de concentración violenta del capital, en particular la tierra, de exclusión económica, social y étnica es que se funda el mercado capitalista de Guatemala”. (Romero Alvarado. P.111. 2009).
 
Este mismo estudio sostiene que la concentración de la tierra es uno de los factores decisivos en la concentración y oligopolización de la estructura del mercado en Guatemala y que hay una estrecha relación de concentración de capital entre la agroindustria, la banca y bienes raíces. Estas actividades económicas se concentran en pocas familias que por su alto poder en el mercado, actúan con prácticas monopólicas y trascienden la esfera económica hacia la actividad política, ejerciendo un poder paralelo real o como lo dice el mencionado autor. “Es un poder económico que se traduce en el ejercicio de poder paralelo o como parte del ejercicio del poder en las esferas de los tres poderes del Estado”.
 
 Esta vez, intento rescatar las voces de los actores aludidos y compartir las percepciones académicas y empíricas de quienes toman la palabra. Sobre las condiciones de vida de la población rural, las demandas campesinas, la posición agroempresarial y las políticas públicas de desarrollo rural, continuaré en próximas entregas.
 
P.S. Me adhiero al repudio que ha generado la anunciada visita al país del golpista hondureño gorileti, invitado por una fundación empresarial guatemalteca. No a los golpistas de aquí ni de allá.
 
Fuente: Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en Guatemala (AVANCSO)
https://www.alainet.org/es/active/38300?language=en
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