No era marea sino mar

06/05/2010
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La llamada “marea verde” o “fenómeno Mockus-Fajardo” no existe como tal. El fenómeno es Colombia hoy. Simplemente sólo estábamos viendo la superficie. Un país vivo y moderno estaba evolucionando desde hace varios años sumergido bajo escándalos y discusiones de mucha y poca monta, sin que analistas; dirigentes percibieran la real dimensión de ese cambio.
 
Es necio ir contra la realidad. Por ejemplo, Santos hizo una reingeniería a su campaña, pero, con todo respeto, está equivocado. Y están equivocados todos quienes piensen que hoy el asunto es de estrategias. No, a esta hora ya se trata de comprender un país diferente por muchas causas. La suerte está echada. Es más: aunque no triunfe Mockus esta campaña abrió los ojos a muchos, incluso a quienes querían el cambio.
 
Santos puede ganar todavía, pero aún así debe reconocer que gobernará un país diferente al que imaginó, y los pueblos necesitan una conexión con sus gobernantes y viceversa. Sin esa conexión las cosas no marchan, y surgen más problemas y se agravan los existentes. Santos ni muchos dirigentes entienden la Colombia de hoy. No es fácil. Algunos cambios sólo se manifiestan de un momento a otro cuando son catalizados por ciertas fuerzas.
 
Sin duda Mockus ha adquirido mayor experiencia, pero es el mismo de siempre. Quienes cambiaron fueron miles de ciudadanos que hoy lo ven como su mejor intérprete para que lidere transformaciones hondas en Colombia. Conectaron ambos. Que nadie se asuste ahora con el coco de saltos al vacío, porque esto tiene un nombre antiguo: democracia. Y como sistema renovador per se las democracias traen saltos al vacio -si se quieren llamar así- pero saltos buenos a veces, en especial cuando la alternativa es quedarnos quietos, con unas cifras de esconder en muchos temas, ocasionadas por varios gobiernos y por la dirigencia pública y privada en general.
 
Y están errados los uribistas y antiuribistas si piensan que el mar verde es una reacción contra el actual Presidente. Es un fenómeno social y político de mayor calado y más estructural. Sin pretender minimizar a nadie, es un hecho de más envergadura. En el mundo -incluso en Colombia- todo ha cambiado en los últimos 20 años: la tecnología, la ciencia, la prioridad de los valores, la manera de pensar, hasta el clima y miles de cosas más. Y entonces, ¿por qué no habría de cambiar también la política?
 
Hay desbordamiento del país nacional sobre el país político. Generalmente el país nacional va al margen, y se deja manejar dócilmente porque está conforme o porque no ve más alternativas. Pero hoy ese país nacional acrecentado por el fresco voto joven quiere retomar a Colombia, quién sabe por cuánto tiempo, pero lo quiere hacer y comprendió que puede.
 
Claro que ese país nacional también se puede equivocar, pero contra eso nada se puede hacer en una democracia real. Por otro lado, no creo que el pueblo sea inteligente sólo para unos conceptos. El Estado de opinión se basaba, según dicen, en la opinión inteligente del pueblo, y la “ola verde” ¿no es acaso también esa opinión popular? Mediática, si, pues los medios influyen, como han influido con Uribe y con otros gobiernos de izquierda y de derecha, buenos, malos o regulares.
 
No hay odios ni adoraciones. Uno ve en el mar verde simplemente las ganas de cambiar de rumbo social, que es más profundo que lo político aunque lo incluye. Lo que se hace con pasiones bajas o altas es fugaz o termina mal. Por eso Mockus pide decencia y calma a sus seguidores. El odio es un veneno que mata a quien lo padece. El medio es fin y el fin es medio, y una cosa no puede ser dos cosas al tiempo.
 
Démonos el derecho de pasar páginas. No será una derrota de Uribe o de sus ideas. Es otro frente, otro escenario, incluso otra dimensión. Dejemos que la sociedad respire, que mute, que tome su rumbo según su propia dinámica y la del mundo.
 
Mockus no es un Mesías y Colombia no será un paraíso en cuatro años, pero si puede iniciar el viraje por otra ruta, segura y sin atajos.
 
- Álvaro González Uribe es Abogado y columnista, miembro del Centro de Investigación en Gobierno y Políticas Públicas. Coordinador Cátedra Abierta Rafael Celedón de la Universidad del Magdalena, Santa Marta.
 
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 205, Corporación Viva la Ciudadanía. www.vivalaciudadania.org
https://www.alainet.org/es/active/38049?language=en

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