Cianuros

21/05/2003
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Una empresa minera quiere extraer oro en el sur, en Chubut. El conflicto lleva más de dos años, pero perdido su interés noticioso, se habla muy poco. Las voces del pueblo mapuche junto al resto de la población siguen invictas. "Por acá no pasarán, no a la explotación que contamina y mata la vida", sopla en las calles de Esquel. Revisando papeles, un texto bello firmado por Osvaldo Bayer me llevó hasta el sur, tierra difícil de la que se habla poco y nada. Fechado a fines del año pasado, el escrito habla de una mapuche llamada Fidelia Ayllapán, anciana tenaz que le salió al camino a quienes intentaron quitarle las tierras y las defendió con todo. Mientras los dueños de nada siguen vendiendo lo que no les pertenece, hay quienes usan la voz para algo mas que lamentarse por causas perdidas. Y allá esta Esquel, en la provincia de Chubut, donde en nombre del oro y el capital extranjero la empresa chilena "El Desquite S.A." se encargará de matar el suelo y robar las tierras que pertenecen ancestralmente a las comunidades mapuches. Ellos vuelven con la misma fiebre que exterminó a los pueblos originarios bajo la morbosidad de los conquistadores. Los proyectos de explotación y aprovechamiento del Tercer Mundo no son un invento reciente; tercero siempre, pobre y despojado porque sí. Otra vez el turno del oro. Desde hace dos años atrás hasta la fecha, la empresa tubo todo el apoyo de las autoridades y los empresarios para abrir caminos, talar bosques y realizar perforaciones en un radio de más de 70 km. Ya en el 2001, las comunidades gritaron: "Nuevamente nos ignoran, como lo hicieron ayer, cuando hablaron de conquistar el "desierto" y asesinaron a tantos que hoy son memoria. Hablaron de desierto diciendo que no existíamos. Pero existimos, tenemos derechos. No queremos migajas, queremos respeto". Toda la parte del Cordón Esquel –donde la empresa realizará la explotación- ya fue explorado. También se presentó el informe de impacto ambiental, cosa que nos es más que un formalismo pues los trabajos se habían adelantado sin haber concretado este paso previo. El Gobierno de Chubut –que representa los intereses del "blanco"- se encarga de ignorar las leyes y acuerdos para los territorios aborígenes. El Convenio 169 de la OIT - ratificado por nuestro país y vigente por Ley Nacional Nº 24.071- es clarito y dice que de realizarse algún tipo de explotación en suelo que pertenezca a las comunidades se hará con consulta previa. Consulta que nunca existió. PROTESTAS Muchísimas organizaciones ecologistas, y todas las comunidades mapuches se pronunciaron -en reiteradas oportunidades- en contra de la explotación minera. Las protestas se multiplican; a través de un plebiscito el 80% de la población dijo No a la mina. Miles de firmas se sumaron al petitorio para que las autoridades no aprueben el proyecto. Pero no va a ser fácil, porque los intereses son sordos y las marionetas están a cargo del Estado. VENENOS y CURIOSIDADES En los trabajos de explotación la empresa utilizara Cianuro, un elemento mortal y muy contaminante. Según una documentación del Programa de medio Ambiente de la ONU, el oro se extrae tratando el mineral molido con cianuro de sodio disuelto en agua. Es suficiente una cantidad equivalente a un grano de trigo para provocar la muerte de un adulto y puede ingresar al organismo por los ojos, la piel y los pulmones. Sin contar que el veneno puede permanecer por décadas en el área –efecto residual- donde se realizó la explotación. Esto explica la intervención ecologista; y las voces mapuches en la ultima marcha –del domingo 4 de mayo-, para que no les quiten las tierras, no maten la naturaleza y no sepulten culturas así de rápido, así de impune.
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